Crítica de 'La promesa de Hasan'

Hasan es lo que por convención se puede calificar como un buen hombre. O al menos eso es lo que se intuye a partir de los actos mediante los que se nos presenta en el film. Un agricultor que vive en la región Ankara, cultivas sus plantaciones de tomates y manzanas (que se elevarán a un nivel metafórico en una de la secuencias más catárticas) y que junto a su mujer ha sacado adelante a dos hijos que viven lejos de este ambiente rural. Pero Hasan no es tanto lo que es como lo que parece ser. 

Y cuando una compañía eléctrica le propone instalar una torre de alta tensión en sus tierras, ese mínimo trayecto entre su apariencia y su forma real de comportarse se desvanece hasta quedar casi anulado, destapando en el interior de la historia (que ha dejado hasta ese momento en un fuera de campo narrativo su pasado) su verdadera personalidad.

El director turco Semih Kaplanoglu construye alrededor de este personaje –y de su microcosmos familiar y social– un relato que tiene tanto de fábula en torno a la moral y al peso de las decisiones, como de narración naturalista que alberga un discurso de resiliencia a propósito de la vida rural. La promesa de Hasan, segunda entrega de una trilogía sobre las promesas, estuvo presente en 2021 en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes y también fue elegida por Turquía para la candidatura al Oscar a la mejor película internacional. 

La proyección fuera de su país del cineasta –uno de los de mayor repercusión de su generación junto a Nuri Bilge Ceylan, ganador de la Palma de Oro de Cannes por Sueño de invierno (2014), y con el que mantiene ciertos vínculos estilísticos– comenzó gracias a otra trilogía, la que concluyó con Miel (2010), un emotivo y minimalista retrato sobre la infancia con el que obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín.

Con una mirada pausada y contemplativa, que propicia que la luz empape los estados de ánimo de este personaje principal, y con una cámara instrumentalizada de una manera sutil, sin dejar lugar a los aspavientos ni a los artificios, el director retrata un viaje interior que se produce, curiosamente, a partir del anuncio de un viaje físico. 

En el momento en el que Hasan recibe la noticia de que por fin podrá cumplir, tras una larga espera, su ansiado peregrinaje a La Meca, su vida se pliega para obligarle a tomar conciencia de lo que ha sido hasta ese momento una dualidad constante en su existencia. Semih Kaplanoglu moldea su discurso con un planteamiento estético inmutable –en el que la belleza casi hipnótica de muchas de sus imágenes sostiene, por su forma de realzarla, la duda interior–, dando lugar a una película que reclama paciencia para asumir los distintas lecturas que ofrece de una manera ciertamente generosa.

FICHA TÉCNICA

La promesa de Hasan

• Director:

  Semih Kaplanoglu

• Género:

  Drama

• País:

  Turquía

• Sinopsis:

  Hasan es un agricultor que prepara su viaje a La Meca cuando se encuentra con un problema de difícil solución: están instalando una torre de alta tensión en las tierras que heredó de su padre.

• Guion: Semih Kaplanoglu

• Duración: 147 min.

• Reparto: Umut Karadag, Filiz Bozok, Gökhan Azlag

• Veredicto: Fábula moral que embriaga por su propuesta estética y por su forma de retratar la naturaleza (también la humana).

• Distribuidora: Paco Poch Cinema

• Estreno: 14/10/2022