Crítica de 'Spencer'

Dice el refranero Anglosajón que el diablo está en los detalles, refiriéndose a que las pequeñas cosas pueden destrozar un conjunto si no se les presta la suficiente atención. En el cine también pasa: un pendiente que desaparece, un cojín que cambia de color, un agujero de guion... Sin embargo, hay genios absolutos del lenguaje que mira con lupa, maestros del detalle, como Pablo Larraín y el guionista Steven Knight. 

El primero acerca la cámara, se recrea en la preparación de un menú navideño, en un primer plano que casi viola el pensamiento de su personaje, mientras el segundo da vida a esa finca de Sandringham en la que la familia real británica pasa la Navidad, un bastión donde se cazan faisanes, hace mucho frío, las paredes oyen y se pesa a los invitados. El arte del detalle.

Siguiendo vagamente el esquema narrativo de Jackie, Larraín nos traslada en Spencer a esa majestuosa casa de campo durante las últimas fiestas de Lady Di con los Windsor. La Diana de Larraín es una mujer asfixiada por la exposición mediática, por esa realeza que la arrincona y trata de controlar o por las infidelidades de su marido, aspectos que ya se han tratado en otras ficciones sobre su vida, pero también y sobre todo es una mujer en busca de su libertad.

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Indomable, rebelde y absolutamente perdida, es una bomba de relojería a punto de estallar. Al no haber acontecimientos concretos que tuvieron lugar durante aquellos días, más allá de la visita anual a la iglesia de Santa María Magdalena, director y guionista han sido libres para jugar e inventar a una Diana voluble y cautivadora.

El principal acierto de los creadores pasa precisamente por centrar su mirada en ella y contar su historia a través de su relación con el servicio y sus hijos. La familia real, aunque presente, queda relegada a un segundísimo plano y es mediante el cocinero jefe, la asistenta o, sobre todo, Guillermo y Harry, como el cineasta explora la caída y el renacimiento de la protagonista.

Su mejor aliada es una magnética Stewart, que seduce con esa Lady Di de cabeza gacha y mirada evasiva que conocemos, y deslumbra cuando la humaniza como una mujer que teme ser la siguiente Ana Bolena, que grita en silencio, que vomita sus atracones de comida y se autolesiona. La actriz, en su mejor actuación hasta el momento, consigue que sintamos la angustia del personaje en los banquetes, su frustración matrimonial, la claustrofobia absoluta en esa finca.

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Larraín firma en Spencer su apuesta más completa, una fábula preciosista, pausada, a veces demasiado metafórica, pero cuidada al detalle, desde su guion hasta su puesta en escena, su vestuario o sus actuaciones. Asistimos al viaje de Diana de Gales a Diana Spencer, de la princesa que toca fondo a la niña que juega con un hula hoop y monta en bicicleta. De la mujer ahogada por un collar a la bailarina que se aferra al viejo abrigo de su padre para mirar al futuro. 

Con esa bendita minuciosidad y esa poética visual que lo caracterizan, el chileno ofrece una versión única, íntima y poderosamente frágil de esa figura mediática retratada excesivamente en cine y TV. Es la Diana de Larraín y de Stewart, que eligen encumbrarla justo en su peor momento. En sus manos, es una heroína valiente, insegura, contradictoria y maravillosamente libre.

FICHA TÉCNICA

Spencer

• Director:

  Pablo Larraín

• Género:

  Drama

• País:

  Chile

• Sinopsis:

  Durante un fin de semana ubicado en Navidad, la Familia Real Británica pasa las vacaciones en su finca en Sandringham. Pero todas las miradas están puestas en la princesa Diana de Gales (Kristen Stewart), quien no pasa por un buen momento anímico y está empezando a perturbar la monótona armonía de la Reina y su familia.

• Guion: Steven Knight

• Duración: 111 min.

• Reparto: Kristen Stewart, Jack Farthing, Timothy Spall, Sally Hawkins, Sean Harris

• Veredicto: Magnética e indomable: no podrás quitar los ojos de Stewart.

• Distribuidora: Diamond

• Estreno: 19/11/2021