El estreno en abril de 2002 de La habitación del pánico dejaba patente las grandes grandes dotes interpretativas de una jovencísima Kristen Stewart. La actriz interpretaba a Sarah Altman en el filme de David Fincher con tan solo 10 años y compartía plano con una brillante Jodie Foster, reconvertida en una verdadera madre coraje.
El thriller del director estadounidense, ya consagrado gracias a Seven y El club de la lucha, plasmaba la lucha de una madre y una hija enfrentadas a una serie de atracadores desde una habitación del pánico. 20 años después, el filme se ha convertido en un clásico moderno, que nos ha dejado numerosas anécdotas por el camino.
Un cambio de altura
La mayor parte del público desconoce que el filme iba a ser inicialmente protagonizado por Nicole Kidman, quien tenía que abandonar el proyecto debido a la falta de tiempo por la grabación de Las horas. Aunque su voz sonaría en el filme a través de un teléfono como la novia de Stephen.
Esta salida repentina provocó que los escenarios adaptados a su 1,80 de altura descuadraran con los 1,60 de Jodie Foster. Algo que ocasionó que los láseres de la habitación del pánico quedaran a la altura de los ojos de Foster, algo que provocaba que se quedara ciega cada vez que entraba o salía de la sala.
Un guion muy bien pagado
El guionista David Koepp (Spider-Man, Jurassic Park) firmó el libreto de esta película, quien escribió la primera versión en tan solo seis días. El éxito le precedía de tal manera que Columbia Pictures desembolsó la friolera cifra de 4 millones de dólares a este por la compra de los derechos para su consecución. Un precio que supuso un récord en esos años.
Parecidos razonables
A pesar de todo, muchos asemejaron el filme con Sola en la oscuridad (Terence Young, 1967), el filme en el que tres criminales similares al perfil de los de La habitación del pánico se colaban en el apartamento de una mujer ciega, interpretada por la grandísima Audrey Hepburn.
Una de las escenas más complicadas
La escena en la que el maletín médico de Sarah se desliza por el suelo fuera de la habitación resulto ser una secuencia muy difícil de rodar. Este momento que tenía una suma importancia ante una chica enferma y con la necesidad de recibir su medicación fue rodada hasta en 103 tomas.
Las fotos reales de Stewart
Stewart, quien se enfrentaba con tan solo 10 años a la segunda película de su filmografía, también nos mostraba un poco más de su infancia. Algunas de las fotografías de pequeña que podíamos ver en el filme eran realmente suyas. Quién nos diría que esa pequeña un día sería nominada al Oscar por su trabajo en Spencer.
El lugar de rodaje
Con tan solo un par de escenas rodadas en el exterior del 38 oeste de la calle 94, la casa utilizada para la película se ha convertido en un verdadero lugar de referencia para el fandom de Fincher. Sin embargo, los interiores fueron construidos de cero a partir de una sala de pánico, a imitación de las verdaderas. Este hecho provocó que los actores sufrieran heridas leves durante el rodaje, frente a un Fincher que insistía en no acudir al CGI.
Aprendiendo de 'El club de la lucha'
Después del rodaje de la adaptación de la obra homónima de Chuck Palahniuk, Fincher había aprendido la lección sobre las películas con demasiados escenarios. De hecho, el filme protagonizado por Brad Pitt y Edward Norton contó con hasta 150 localizaciones diferentes. Por ello, el cineasta decidió que casi toda la acción transcurriera en tan solo cuatro paredes en La habitación del pánico. Todo un reto.
La música de Howard Shore
Después del descomunal hito que supuso en la carrera del compositor Howard Shore El señor de los anillos: La comunidad del anillo (Peter Jackson, 2001), el canadiense llegaba al filme de Fincher en la búsqueda de 'un proyecto más humilde'. Como curiosidad, Jodie Foster y él ya habían trabajado en una misma película anteriormente, puesto que este fue el responsable también de la creación de la música de El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991).
El fetichismo por los pies de Stewart
Aunque el fetichismo por los pies en el cine no nos sorprende nada después de ser una constante en la obra de directores como Quentin Tarantino, sí que es llamativo descubrir que los de Kristen Stewart despertaran tanta pasión. Los primeros planos de los dedos de sus pies doblados causaron un verdadero furor entre algunos espectadores. Algo bastante creepy teniendo en cuenta que era tan solo una niña.
Un año después del 11-S
El filme llegaba tan solo un año después del atentado cometido contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Mientras algunas producciones adaptaban las apariciones de los emblemáticos edificios, al recortarlos o advertir al público. Fincher se lo tomó con la naturalidad que no caracteriza y las mostró sin más en una aparición breve en los créditos iniciales de la película.
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