'13 exorcismos’: La historia real detrás de los exorcistas españoles apoyados por el Vaticano

En diciembre de 2014, el Arzobispado de Burgos confesó que una menor de edad había sido sometida hasta a 13 sesiones de exorcismo en Valladolid. Sus problemas de ansiedad y alimenticios habían sido interpretados por sus padres y por los miembros de la congregación religiosa a la que pertenecían, la Milicia de Santa María, como las señales de que un ente demoníaco se había introducido en su cuerpo. Un suceso que suena inverosímil, pero que resultó verídico y desembocó en un trágico desenlace, como informaba en su momento el Diario de Burgos.

Después de innumerables torturas durante los supuestos exorcismos, donde la joven fue inmovilizada, insultada y golpeada (incluso estando desmayada), obligada a beber agua con sala exorcizada o vejada con la introducción de una braga en su boca, la menor no aguantó más los embistes. El 24 de septiembre de 2013, esta decidió lanzarse desde la ventana de un tercer piso.

El intento de suicidio le provocó lesiones muy graves en la columna vertebral, las muñecas y el tobillos derecho, dejándola de por vida en una silla de ruedas. Un hecho que provocó que la historia saliera finalmente a la luz y las autoridades tomaran testimonio a los implicados.

Durante este martirio, los padres de la joven participaron activamente, y la madre llegó a decirle: "Anda y tírate por la ventana". Todo mientras sus problemas de salud mental se acrecentaban, tras retirarle las pastillas prescritas por un psiquiatra.

Un caso que eriza la piel y que ha servido ahora de base para la construcción del filme 13 exorcismos, donde se recogen las prácticas abusivas que estos presuntos exorcistas llevan siglos ejerciendo, aupados por el apoyo del Vaticano y hacedores de su lucha contra el mal.

Curso acelerado para aprender a ser exorcista

En este juego entre lo sobrenatural y la psicología, el actor José Sacristán se introduce en 13 exorcismos en la piel de un cura que intenta sacar el espíritu escondido en la solitaria y reprimida Laura Villegas (María Romanillos). Así, Sacristán se suma a un extenso listado de exorcistas cinematográficos, que encontraron su punto álgido con la aparición del Padre Damien Karras (Jason Miller) en El exorcista (William Friedkin, 1973). Unas figuras eclesiásticas mucho más reales de lo que pensamos.

Aunque resulta bastante inconcebible pensar que las creencias sobre los exorcismos y los demonios continúen tan extendidas, actualmente ejercen en el mundo hasta 800 personas bajo este título y con el consentimiento del propio Vaticano, aupado por el derecho de los fieles recogido en el Código Canónico.

Este mismo año, más de cien monjas, curas y laicos, entre ellos docentes y psiquiatras, se reunieron en Roma para hablar de la figura del demonio en el XVI Curso sobre exorcismo y plegarias de liberación, como informaba EFE. Durante seis días (y por un precio de 450 euros), los asistentes aprendieron las técnicas para exorcizar a los endemoniados y luchar contra el ocultismo satánico, e incluso contra el peligro que se ha trasladado ahora a las redes sociales.

Los exorcistas españoles

Las reuniones entre los exorcistas de todo el mundo también pretenden desmitificar las obras cinematográficas que han retratado la figura del exorcista, pero aún no han respondido a las declaraciones controvertidas que han proliferado entre los expertos en la materia.

En su intervención en 2014 en un reportaje de Equipo de Investigación, el sacerdote leonés Juan José Gallego Salvadores (quien fallecía estos días) creó una gran polémica por sus palabras ante los periodistas. "De lunes a viernes recibo unas cuatro personas por la mañana y dos o tres por la tarde", revelaba el cura perteneciente a la la Archidiócesis de Barcelona, sobre los casos de exorcismos. "Hay más mujeres que hombres, pero también hay niños, cuyas madres me decían que habían levitado en sus camas".

"Tengo una colchoneta y a los peligrosos los ponemos en el suelo y ahí pueden moverse un poco", añadía el polémico cura, que fue tan solo uno de los acreedores de la lucha contra el mal. Otros responsables de exorcismos en España han sido presuntamente Fray José María García Trapiello, de la diócesis de Santiago de Compostela, o Benito Gallego, el deán de la Catedral de Oviedo.

Lejos de su desaparición, esta figura se ha romantizado en los últimos años y continúa incrementando, con una amplia difusión en los países de Latinoamérica. Una práctica que ha decidido acercarse también a otras religiones para aumentar su visibilidad y el apoyo entre los fieles y el clero.

Ahora, la historia del fanatismo religioso y los curas exorcistas queda recogida en 13 exorcismos, la ópera prima de Jacobo Martínez (Jaguar) producida por los responsables de Malasaña 32. Un filme que, además de Sacristán y Romanillos, también ha contado con los actores Ruth Díaz, Urko Olazabal y Silma López, en los papeles principales. Un título con una doble lectura sobre el papel que juega la mente y la paranoia en los casos de los supuestos exorcismos.