Imagina que te dedicas al cine, y que por cosas de la fama, te ves rodeado de fotógrafos un día sí, y otro también. Por lo general, asumes que son gajes del oficio, así que te conformas con poner buena cara. Pero otros días la cosa se hace insoportable. ¿Llamas a tus guardaespaldas? No: luego llegan las demandas por las cámaras hechas papilla (y, a veces, por los huesos). La mejor solución, en estos casos, es aquello que los anglosajones llaman "flip the birdie" y los españoles "hacer una higa". Es decir, según la RAE: "Gesto que se ejecuta con la mano, cerrado el puño, mostrando el dedo pulgar por entre el dedo índice y el cordial, con el que se señalaba a las personas infames o se hacía desprecio de ellas".
La definición es muy bonita, pero la Docta Casa se equivoca al escribirla en tiempo pretérito. Como prueba esta galería, en Hollywood sobran los personajes dispuestos a sacar lustre a su dedo medio cuando la ocasión lo requiere. Es una solución no violenta, práctica... Y que proporciona un momento de oro a esos mismos fotógrafos de los que querías huir. Aquí te mostramos una larguísima lista de ejemplos.
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