Desde su estreno mundial, en el Festival de Sundance en enero del año 2000, American Psycho, la adaptación de la novela de Bret Easton Ellis, dividió a la crítica.
En su paso por los cines no es que fuera un éxito comercial apabullante, pero su escaso presupuesto de 7 millones de dólares le permitió conseguir beneficios en taquilla gracias a los 35 millones recaudados en las grandes salas. Y, lo más, importante, la adaptación dirigida por Mary Harron y protagonizada por Christian Bale en el que sería uno de sus mejores papeles, adquirió con el tiempo el status de filme de culto.
A través de las andanzas de un yuppie de Wall Street, Patrick Bateman (Bale), que alberga un lado oscuro como asesino en serie (aunque al final el espectador hará que se pregunte si todo ello era realidad o fruto de la malsana imaginación de su personaje protagonista), Ellis creó una negra sátira sobre el materialismo y el culto al cuerpo y a lo superficial mediante la deshumanización de su protagonista dominado por un ego amoral. De la novela, Mary Harron extrajo los pasajes más contundentes y los materializó en una película que hoy en día aún da de qué hablar.
También a los mismos ejecutivos de la productora y distribuidora Lionsgate que todavía están pensando, y parece que ahora va en serio, en una nueva versión sobre cómo serían las sangrientas correrías de Bateman en la actualidad.
O al menos así lo señalan varios medios estadounidenses a partir de una (brevísima) información difundida vía InSneider. Recordemos que al respecto, hace más de una década, en 2011, también se anunció la intención de hacer una versión "sucia y guarra de bajo presupuesto" que (quizás por suerte) nunca llegó a realizarse.
El largometraje de Harron, que luego seguiría desarrollando su carrera como directora sobre todo en el ámbito de las series y la televisión, contó además con un reparto excepcional que incluía a Willem Dafoe, Jared Leto, Chloë Sevigny, Samantha Mathis, Justin Theroux y Josh Lucas. Y, francamente, encontrar sustituto para la gran interpretación de Bale se entrevé difícil.
Ello no es obstáculo para que a través de las redes sociaes destaque ya un nombre, el de Jacob Elordi. Y es que, al menos para sus fans, el actor de la serie Euphoria, el Elvis del biopic Priscilla de Sofia Coppola y coprotagonista de la comedia romántica Mi primer beso o la no menos salvaje Saltburn, serviría tanto para obtener licencia para matar para encarnar al nuevo Bond como para ensañarse a hachazos con sus desprevenidas víctimas enfundado en la piel de impecable yuppie psicópata.
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