'El club de los lectores criminales': las diferencias y similitudes de la película con la novela de Carlos García Miranda

[Este artículo contiene spoilers de El club de los lectores criminales]

En un claro homenaje a las novelas de Stephen King, el gran maestro del terror, así como a la popularización del cine slasher con referentes como Scream. Vigila quién llama (Wes Craven, 1996), el autor madrileño Carlos García Miranda publicaba su quinta novela en 2018, El club de los lectores criminales. Un thriller de terror sobre payasos asesinos que se le ocurría mientras escribía el final de su anterior novela, Conexo, y que tendría guardado en el cajón durante años a la espera de que pudiera ver la luz. 

La novela sería tan aplaudida entre el público juvenil que Netflix finalmente se hacía con los derechos para su adaptación, mientras que paralelamente García Miranda desarrollaba una adaptación en serie sobre Conexo. Un universo televisivo que no le es ajeno al novelista, quien ya trabajara en el pasado como guionista de Los protegidos, El internado y Física o química. 

Este hombre orquesta entiende mejor que nadie la complejidad de adaptar una obra literaria, que ha provocado que el director de El club de los lectores criminales, Carlos Alonso Ojea, y él mismo, en el papel de guionista del nuevo filme, se vean obligados a cambiar multitud de eventos ocurridos en el libro, mientras intentan mantener el espíritu del material original.

La relevancia de Stephen King en la trama

Sorprende que el filme de Netflix haga caso omiso al leitmotiv detrás de la propia concepción de la novela: el amor hacia Stephen King. De hecho, el payaso asesino de El club de los lectores criminales no dejaba de ser una reinterpretación del Pennywise de It, el maníaco fantástico que contaba con exitosas adaptaciones tan célebres como la reciente de Andy Muschietti. 

"Son asesinos copycat. Imitan los crímenes de sus ídolos y los replican, se llaman así. En el caso del PayasoUCM parece que está obsesionado con los crímenes que ha escrito Stephen King", señalaba Ángela al resto de grupo para evidenciar el modus operandi detrás del asesino, que resulta sustancialmente diferente en el filme.

Posteriormente, los asesinatos de los miembros del club de lectura se irían produciendo en base a diversas obras de King, así como otras referencias diversas a su obra literaria en varias tramas, provocando que en las páginas de García Miranda leyéramos títulos como It, El resplandor, Christine, Misery, Carrie, La niebla, Cementerio de animales, 1408 o El cuerpo, entre otras tantas joyas del autor de Maine. 

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La película, sin embargo, ha decidido ir por otros derroteros al obviar todas estas menciones, algo detrás de lo cual podría encontrarse el problema de derechos de las obras de Stephen King, pero que provocaba que gran parte del espíritu del libro se perdiera por el camino.

La desaparición de la Complutense

Otra de las transformaciones más relevantes del filme está vinculada a la ambientación en la Universidad Complutense de Madrid, uno de los lugares por antonomasia del cine de terror español tras el rodaje de Tesis, de Alejandro Amenábar, en la facultad de Ciencias de la Información. En esta ocasión, el libro de García Miranda nos trasladaba a la facultad de Filología, mientras que otros eventos importantes sucedían en otras edificios del campus de Ciudad Universitaria, como el ataque a Nando en la facultad de Medicina.

Sin embargo, en un giro de los acontecimientos, la película también obvia este emplazamiento y, de hecho, el rodaje se trasladaba fuera de la capital española. Así, el asesino del libro perdía también parte de su sobrenombre por el camino, puesto que era conocido en sus páginas como PayasoUCM por las siglas de la Universidad Complutense de Madrid.

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Los personajes y la trama policial

Aunque en rasgos generales los personajes se mantienen bastantes fieles a sus tramas en el libro, aunque los asesinatos y los involucrados en los mismos varíen un poco, lo cierto es que la descripción de los personajes ya evidencia un cambio respecto a la obra original. En la nueva película de Netflix los personajes son presentados con un sobrenombre y una forma de ser muy diferentes: Ángela ('La prota'), Sebas ('El pagafantas'), Nando ('El intenso'), Sara ('El pivón'), Rai ('El pirado'), Virginia ('La cría'), Eva ('La bibliotecaria') y Koldo ('El influencer').

Sin embargo, en los libros el payaso les cuelga en sambenito con motes muy diferentes: Ángela ('La monja'), Sebas ('El friki'), Nando ('El torturado'), Sara ('La puta'), Rai ('El pirado'), Virginia ('La porrera') y Koldo ('El influencer'). Además, Eva no está involucrada inicialmente en el asesinato de Cruzado ni en las tramas del asesino, quien acababa yendo a por ella también después de descubrir que es hacker y está ayudando a Ángela.

Por su parte, en los libros la trama policial tenía una mayor presencia, con la agente Novoa al frente de la investigación, quien pondría a Ángela en apuros en varios instantes. Una investigación que directamente pasa de soslayo en el filme, que se centra en los homicidios del payaso.

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¿La niña de Carrión o Alicia en el País de los Pirineos?

La relación entre Ángela y Alicia resulta igual de relevante en la novela y la película, pero las trata de un lugar muy diferente. En el libro, Sebas (el asesino mayúsculo de la trama) y Ángela viajan a Carrión (la localidad ficticia situada en Huesca), donde descubren que la matrícula del coche que el PayasoUCM les dejaba como pista pertenecía a la madre de una joven a la que Ángela había traicionado en el pasado, después de escribir un relato sobre ella y el maltrato al que era sometida. 

Una joven que encontraba una vía de escape a través de la literatura y sus amigos blogueros de internet, a los cuales podía acceder gracias al Padre Fermín, el cura del pueblo. Así, Ángela se encontraba con la propia madre de ella, quien le contaba que se había suicidado. La relación entre ambas jóvenes suponía el gran plot twist del final del libro, después de que Ángela se sintiera responsable de la muerte de Alicia, de la que no había vuelto a saber nada tras publicar el relato. 

"Todo lo que me contaba Alicia en sus mails, ese pueblo en el que vivía, su madre, lo desconectada del mundo que se encontraba, el medio que tenía a hacer daño, me recordaba tanto a Carrie que tenía la sensación de que al final había encontrado lo que escribir", señalaba Ángela a Sebas en el libro, antes de descubrir que este también estaba involucrado en la matanza. 

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En la película, la historia de Alicia en los Pirineos, referencia más que obvia a Alicia en el País de las Maravillas, prácticamente brilla por su ausencia, aunque continúa como el principal motivo detrás de los asesinatos. La adaptación cinematográfica explica la historia de La niña de Carrión, quien asesinó a su madre y se suicidó, pero no ahonda en gran parte de la historia y exime de gran responsabilidad a Ángela, quien realmente sí que tiene culpa en la supuesta muerte de la joven. De mosquita muerta nada. 

El final alternativo de 'El club de los lectores criminales'

El desenlace de la película El club de los lectores criminales sorprenderá a muchos de los lectores de la novela original, debido a que la incógnita detrás de quién se esconde detrás del payaso asesino resulta diferente. En los libros, la primera en identificarse como la asesina es Sara, la mejor amiga de Ángela, quien lleva tiempo engañándola para llevar a cabo este plan maestro. Una joven motivada por su amor por la lectura de terror y sus ganas de formar parte de una de las historias que tantas veces ha leído, pero que resulta ser tan solo un esbirro.

Sin embargo, Sebas sí que se posiciona como el cabecilla de los asesinatos, movido por la rabia causada ante la muerte de Alicia, quien era su amor de la juventud, así como por el desprecio amoroso posterior de Ángela, quien después de una ruptura momentánea con Nando perdía la virginidad con el propio asesino de sus amigos. 

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En un final apoteósico repleto de sangre, Sebas y Sara son asesinados por Ángela y Eva, quienes se convierten en las scream queens del libro y viven su vida junto a Nando, un joven que sufrirá la secuela de una cojera después de ser prácticamente mutilado. Finalmente, Alicia no aparece como autora de los crímenes en el libro, pero sí que se acaba identificándose como Virgina, mientras acude al hogar de Ángela para terminar lo que los otros empezaron.

Por su parte, el filme termina diferente, ya que Sara no está involucrada en los asesinatos, de hecho, es otra de las víctimas, a las que también se suma inesperadamente Eva. Sebas y Alicia (conocida como Virginia) acaban muriendo, mientras que Ángela y Nando terminan viviendo su vida felices como universitarios. Pero ella continúa teniendo alucinaciones (reiterativas en la novela y el filme) que hacen que se encuentre con un nuevo payaso asesino. Mejor o peor, un desenlace inesperado para aquellos que un día disfrutaron con la novela de García Miranda. 

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