¿Cuál es la cronología de la saga 'Predator'?

Conocimos a los cazadores alienígenas en los 80, pero ahora nos llevan al siglo XVIII con 'Predator: La presa'.
¿Cuál es la cronología de la saga 'Predator'?
¿Cuál es la cronología de la saga 'Predator'?
Cinemanía
¿Cuál es la cronología de la saga 'Predator'?

Al principio, Depredador (1987) parecía una película bastante fácil de situar. El filme de John McTiernan, con ese Arnold Schwarzenegger y ese monstruo alienígena que estuvo a punto de ser interpretado por Jean-Claude Van Damme, resultaba un actioner ochentero especialmente bueno, y con una dosis añadida de sátira sobre el intervencionismo de EE UU en Centroamérica. 

Pero fueron llegando las secuelas, la cosa empezó a complicarse... y ahora resulta que Predator: La presa, la nueva entrega del serial, nos lleva al siglo XVIII, con la guerrera comanche Naru (Amber Midthunder) recibiendo sus no solicitadas atenciones. Las cuales, como sabemos, suelen terminar con tu cráneo decorando la sala de estar de su astronave.

Así pues, ¿tiene esta saga una cronología más o menos coherente? ¿Podemos trazarla a partir de las películas? Y, lo más importante, ¿nos hace falta? Trataremos de resumirlo lo más brevemente que podamos y (para no volvernos más tarumbas aún) dejando fuera a la saga Alien, dentro de lo posible. 

Así pues, vayamos a lo básico. Según hemos dicho, Depredador es un filme de ambientación inequívocamente ochentera. Pero, con Depredador 2 dimos un salto temporal: la secuela, estrenada en 1990, transcurre en 1997, recurriendo a ese 'cinco minutos en el futuro' tan caro a las ficciones distópicas para presentarnos una Los Ángeles infernal (por las guerras de bandas, y por el calor).

No vamos a culpar a los guionistas Jim y John Thomas por esto: a principios de los 90, Frank Miller era lo más, con lo que la cinta (con Danny Glover al frente del reparto) está llena de elementos tomados del cómic ochentero más edgy. Y en los cómics, precisamente, encontramos la clave para el siguiente retorcimiento de la cronología. 

Porque, si bien nunca hubo una Depredador 3, los cazadores tuvieron una vida en viñetas gracias a los cómics de la editorial Dark Horse, entre ellos el fecundo crossover Aliens vs. Predator. El cual, tras su debut de papel (1989), pasó al cine en 2004, con el irrepetible Paul W. S. Anderson dirigiendo. 

¿Dónde está el detalle? Pues en que, oficialmente, la primera película de Aliens vs. Predator transcurre en el año de su estreno. ¿Invalida esto el futuro chungo de Depredador 2? ¿Debemos asumir que este es una historia alternativa? Ni idea. Lo que sí tenemos seguro es que la presencia de un cráneo de alien en este último filme fue una broma de los diseñadores de producción. Pero claro, el fandom se puso a especular, y…

Aprovechando esto, el filme de Anderson también le metió mano a la cronología de la saga Alien, recuperando a Lance Henriksen (el androide Bishop de Aliens) como el millonario Charles Bishop Weyland. De esta manera, o eso debieron pensar los guionistas, quedaba explicada la futura relación entre la pérfida compañía Weyland-Yutani y los bichos xenomorfos. 

En 2007, Alien vs. Predator 2 insistió en esta ambientación contemporánea, prescindiendo de los decorados ciclópeos de su predecesora y llevándose la acción a una pequeña ciudad de Colorado. Lo cual pudo deberse a las pocas ganas de cabrear a Ridley Scott, que ya echaba pestes de estos crossovers… o a la de ahorrar presupuesto. Cualquiera sabe. 

En 2010, además, llegó uno de los mayores granos en el culo para los historiadores de la saga: Predators. Además de ser un fracaso de público y crítica, la película de Nimrod Antal se sitúa en un vacío cronológico que puede darle jaquecas a más de uno. Cosas de ambientar la historia en un planeta alienígena. 

En cuanto al regreso de Shane Black a la franquicia, Predator (en singular, de 2018) devolvió la acción a la Tierra durante el siglo XXI. Y, aunque su recuerdo sea prácticamente nulo, sabemos que el director y guionista intentó que Schwarzenegger retomase el papel de 'Dutch' el comando superviviente del primer filme. Lo cual la emparenta, aunque sea de manera hipotética, con dicha entrega inaugural, y deja fuera todas las demás cintas de la saga. ¿O no?

Ahora, para colmo, Predator: La presa afirma que nos hará presenciar el primer encuentro entre un humano y un Depredador. Pero, según la primera entrega de Aliens vs. Predator, estos bichos tan feos llevaban montando guateques sangrientos con los xenomorfos desde tiempos prehistóricos, influyendo incluso en las primeras civilizaciones humanas y siendo dorados como dioses. ¿En qué quedamos?

Esto último se debe, en realidad, a que Alien vs. Predator recicló alegremente elementos de Star Beast, la primera versión del guion de Alien, en la cual la tripulación de la Nostromo habría pasado la película encerrada en un templo alienígena. Pero, dentro del mundo de la narración, el resultado es un puzle de muchas piezas.

Siendo pragmáticos, podemos despachar el tema diciendo que la franquicia depredadora es un producto del cine de acción de los 80 que, tras ser parcheado y recosido debido a la sed de beneficios, ha acabado convirtiéndose en un monstruo de mil y una extremidades. E injertado, para colmo, con otra franquicia 

Por otra parte, esto también nos quita un peso de encima. Reconocer que Depredador, sus secuelas y sus spin-off no dejan de ser productos de acción salchichera equivale a admitir que, en ellos, la coherencia es lo menos importante. Y, si este panorama no te resulta atractivo, siempre te quedará la visión de ese 'Arnie' gritando "Get to ta choppa!", que nunca pasa de moda. 

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