De vuelta a la oficina más de trece años después: así se hizo posible 'Camera Café, la película'

Los trabajadores más vagos de la televisión salen por fin del plano fijo liderados por Jesús Quesada (Arturo Valls) y con Ernesto Sevilla en la silla de director.
El equipo de 'Camera Café, la película' al completo
El equipo de 'Camera Café, la película' al completo
El equipo de 'Camera Café, la película' al completo

El formato importado de Francia parecía hecho para España. El espacio: una oficina. Los personajes: trabajadores de una empresa con pocas ganas de trabajar. El macguffin: una máquina de café que era la excusa perfecta para perder el tiempo. Con esos ingredientes el éxito estaba garantizado… pero tardaría en llegar. Poca gente recuerda, de hecho, que Canal 9 y Telemadrid tuvieron su propio Camera Café antes de Camera Café. Se tituló Café Express y la protagonizaron, entre otros, Antonio de la Torre, Oscar Ladoire o Jorge Roelas. Duró de 2002 a 2004, año en el que se canceló por su baja audiencia.

Esto no desanimó a Telecinco, que veía que en Italia la serie pitaba. El domingo 18 de septiembre de 2005, la cadena lanzó en prime-time una adaptación dirigida por Luis Guridi (Justino, un asesino de la tercera edad), con Pepón Montero y Juan Maidagán (Los del túnel) como coordinadores de guion y un organigrama empresarial de infarto. 

Luis Varela era el sufrido director gerente, siempre quejándose en el mítico pasillo amarillo de la vaguería de sus empleados: especialmente, el responsable de ventas Jesús Quesada (Arturo Valls) y el representante sindical Julián Palacios (Carlos Chamarro). Pero en aquel plano fijo desde la máquina de café no se salvaba nadie: ni Carolina Cerezuela, ni Esperanza Pedreño, ni Marta Belenguer, ni Álex O’Dogherty, ni Ana Milán, ni Joaquín Reyes, ni César Sarachu...

Foto del rodaje de 'Camera Café, la película'
Foto del rodaje de 'Camera Café, la película'
Niete

El público se regodeó en las miserias laborales de estos personajes que bebían café aguachirri, aupando a la serie a los cinco millones de espectadores en los mejores días. El chanante Joaquín Reyes, que pasó de Paramount a los platós de Telecinco para interpretar al informático Richard y que ahora firma el guion de Camera Café, la película, tiene claro a qué se debió el éxito de la serie: “Los guiones eran geniales, estaba muy bien dirigida, el casting era increíble… Había mucho talento. Además, el ser una tira diaria, con capítulos cortos, que se emitía a la hora de la cena, ayudó a fidelizar la audiencia. Y lo sencillo del formato: una cámara fija situada en (una supuesta) máquina de café… El espectador tenía la sensación de espiar a esos trabajadores, de observarlos desde un lugar privilegiado”.

El fandom de Camera Café era tal que, cuando Telecinco la relegó a los domingos poniendo en su lugar Escenas de matrimonio, los fans se organizaron y formaron resistencia en la web ya inexistente queremoscafeadiario.es. Cuando la serie llegó a su fin, cuatro temporadas y 530 capítulos después, dejó un regusto amargo en la audiencia. Muchos pensaron que el formato daba mucho más de sí.

Uno de ellos fue el productor de La Coproductora Jorge Pezzi, que ocho años después del final de la serie, compró los derechos a los franceses. Lo primero que hizo fue llamar a Arturo Valls y proponerle coproducirla junto a Félix Tusell (Estela Films), con el que Valls había hecho Los del túnel y Tiempo después.

Imagen de 'Camera Café, la película'
Imagen de 'Camera Café, la película'
Cinemanía

“Y ahí nos lanzamos a la aventura –recuerda el actor–. Pensándolo ahora tiene un punto muy hedonista por mi parte. Porque es un personaje que ya conozco, con lo que exige menos trabajo. Así que sabía que me lo iba a pasar el doble de bien”. Valls se refiere a Jesús Quesada, rey del escaqueo en la oficina y protagonista en la película. Divorciado, sin trabajo y viviendo en una caravana, Jesús se convierte, con la ayuda de un globo mágico, en el director de la empresa con una misión: superar las ventas de la delegación portuguesa dirigida por una antigua conocida, Victoria de la Vega (Ana Milán).

Camera Café, fuera de campo

Aunque en un principio pensaron en Luis Guridi para llevar la serie a la gran pantalla, finalmente fue Ernesto Sevilla quien se sentó en la silla de director. “La intención es volver a aquel universo tan particular que tenía la tira cómica y descubrir algo más”, explica el cómico refiriéndose a todo aquello que en la serie de Telecinco quedaba fuera de campo. 

Lo primero fue diseñar la oficina, mucho más sofisticada de lo que ese pasillo amarillo chillón podía habernos hecho soñar: suelo de moqueta, muebles vintage y ordenadores con el logo multicolor de Windows flotando en las pantallas. Al fondo, una pecera y el despacho de Quesada con un retrato en el que se le ve a él junto a su inseparable Julián (Carlos Chamarro). “La oficina no es exactamente como me la había imaginado –nos cuenta Esperanza Pedreño, Cañizares en la ficción–. Tiene un toque retro que la hace más amable”. Algo que Joaquín Reyes explica: “No queríamos que hubiera nada que la localizase temporalmente… como si los personajes estuvieran detenidos en un tiempo indefinido”.

Imagen de 'Camera Café, la película'
Imagen de 'Camera Café, la película'
Cinemanía

El pasillo que hemos construido es igual al de la serie, da muy parecido en cámara. Pero es cierto que el equipo de arte ha introducido algunos cambios de color para que se adapte más a la oficina y para que sea más estilizado –nos cuenta Sevilla–. Pues los actores, uno a uno, llegaban al pasillo y decían: ‘¡Esto no es así! ¡Esto tampoco!’. Tenían como un TOC después de pasar tantos años en aquel pasillo”. Todos menos Joaquín Reyes, que enseguida apunta: “Para mí la sensación fue como volver al mismo pasillo, se me puso el vello de punta”.

Ese continuismo se aprecia también en el vestuario. María Arauzo, figurinista y única directora de departamento que trabajó en la serie, explica que en los más de 300 cambios de vestuario que tiene la película ha seguido una línea muy continuista a “esa mezcla loca de colores imposibles, lunares, rayas y estampados de la serie”. “Eso sí, hemos tenido que fabricar corbatas para Julián (Carlos Chamarro) porque ya no se fabrican tan horteras”, se ríe señalando unos estampados con caras de Frida Kahlo y mapaches.

Por supuesto, en este departamento, quien merece un capítulo aparte es Cañizares, que todavía recuerda esa horquilla de Mafalda que se llevó de recuerdo al acabar la serie. “Le traigo muchas cosas de mi hija de nueve años”, cuenta María Arauzo enseñándome un bolso con forma de pizza. Por otra parte, en el burro de Jesús Quesada destacan los tonos flúor y rojo chillón, junto a los cuadros y la rayas. Algunas de esas camisas la directora de vestuario las ha rescatado del Camera Café original. “No he sido la única, casi todos los actores venían y me decían que habían guardado alguna prenda de sus personajes al acabar la serie. Te das cuenta de lo especial que fue para todos”, explica.

Para los que todavía se estén preguntando si los 90 minutos de película transcurren en el famoso pasillo amarillo y en un plano fijo, la respuesta es: nada más lejos de la realidad. “Camera Café, la película empieza y acaba como lo hacía la serie, frente a la máquina de café. Pero enseguida nos enseña ese contraplano que nunca habíamos visto”, afirma Arturo Valls. “Es una película en la que la realización está al servicio de la comedia, hay mucho movimiento de cámara”, añade Ernesto Sevilla que también ha tirado de la parodia en su debut en el cine.

Foto del rodaje de 'Camera Café, la película'
Foto del rodaje de 'Camera Café, la película'
Niete

“El personaje de Quesada pasa por diferentes estadios y lo que hacemos es aprovechar para parodiar géneros. Hay un poco de terror, un poco de suspense... Y cuando ocurre eso la realización se pone al servicio de ese género. Incluso hay homenajes a directores y planos calcados, de El club de la lucha, de Casino...”, explica el director de Capítulo 0 sobre el guion que coescribió con Joaquín Reyes y Miguel Esteban, un guion que va de menos a más y que acaba en alto, en un clímax de lucha de espadas retransmitido por Ibai y con música, ni más ni menos, que de Karina. “Es una mascletá”, concluye Arturo Valls.

Pero sin duda lo más emocionante de Camera Café, la película fue la reunión del reparto original. “El primer día que grabamos estábamos emocionadísimos”, recuerda Valls, que compara la reagrupación del reparto como su Ocean´s Eleven particular. Un Ocean´s Eleven con nuevos fichajes, desde Manuel Galiana como el jefe de la oficina –aunque alguna sorpresa nos tiene reservada el legendario Antúnez de Luis Varela–, la hija de Quesada (Ingrid García-Jonsson) y el nuevo empleado Robles (Javier Botet), que recuerda al espigado Bernardo (César Sarachu) en cada flirteo con Cañizares. 

Hace 14 o 15 años desde la última temporada de Camera Café y el reencuentro fue como si volvieses a ver a tus compañeros de oficina después de tantos años –recuerda el actor y productor–. Ahí estábamos todos, enseñándonos las fotos de nuestros chiquillos como en un reencuentro de antiguos alumnos. Ha sido como el de Friends, pero con menos bótox y menos ceros en los cachés”. 

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Andrea G. Bermejo
Redactora jefa 'Cinemania'

Puedes leerme en CINEMANÍA. Puedes verme en Historia de nuestro cine, el programa de cine español de La 2 en el que colaboro. Y puedes oírme en el podcast 'Mi vida en películas'. Estudié Periodismo y Humanidades en la universidad San Pablo-CEU y tengo un Máster en Literatura inglesa y norteamericana en la Universidad Complutense. He dirigido el documental 'El hombre que diseñó España' y estoy escribiendo un libro sobre la cineasta Cecilia Bartolomé.

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