En 2019 Spider-Man: Lejos de casa recaudó 199 millones de dólares en China. El país se confirmaba como un mercado relevante a la hora de asegurar la solvencia de los estrenos de Hollywood, pero lo ocurrido con este film de Marvel Studios anticipó el fin de una era. Con la llegada de la pandemia, y la reducción del ritmo de estrenos de Hollywood, China empezó a sacar músculo autóctono, y mientras sus propios blockbusters arrasaban en taquilla el interés por las producciones estadounidenses fue decreciendo severamente. No ayudó a esto, claro, que muchas películas de Hollywood se quedaran sin estreno ahí por motivos políticos, en torno a la representación LGTBIQ+ y derivados.
Y sin embargo China sigue siendo vital para Hollywood. Es lo que explica que la citada Marvel Studios haya hecho lo posible por asegurar el estreno en este territorio de Deadpool y Lobezno, su próxima película. Deadpool y Lobezno es una cita vital para Marvel Studios. Más allá de ser el único estreno que la compañía de Kevin Feige tiene previsto para 2024, este viene a suceder las decepciones del año pasado, con el fracaso económico de The Marvels a la cabeza. Deadpool y Lobezno supone por su parte el debut del Mercenario Bocazas en el MCU (gracias a la adquisición de Fox por parte de Disney hace ya un lustro) y el regreso de un personaje tan querido como Lobezno (Hugh Jackman) tras militar en los X-Men.
Todo esto convierte a Deadpool y Lobezno en el estreno clave del verano, y más cuando la taquilla occidental no pasa por su mejor momento (Del revés 2, que llegó a la cartelera estadounidense el pasado viernes, podría empezar a revertir esta tendencia). Pero ciñéndonos a China y según Hollywood Reporter, Disney ha logrado confirmar el estreno de Deadpool y Lobezno para este 26 de julio: la misma fecha que en buena parte de los mercados a lo largo del mundo incluido España. Será un estreno simultáneo y la primera vez que una película protagonizada por Deadpool llegue a China sin alteraciones severas por la censura.
Aunque eso no quiere decir que se vaya a librar por completo de ella, claro. La primera Deadpool, en 2016, coincidió con el pico histórico de interés chino por el cine de superhéroes, y aún así el gobierno estimó que la violencia era excesiva e impidió su estreno. Dos años después Deadpool 2 corrió una suerte distinta porque sí logró llegar a China: eso sí, tuvo que hacerlo en la versión Érase una vez Deadpool, una suerte de “edición navideña” de la secuela original que eliminaba las palabrotas y la violencia gráfica en pos de un supuesto público familiar que al final fue en buena parte chino. Érase una vez Deadpool ganó 51 millones en 2018, y 42 de esos millones pertenecieron a la taquilla de China.
De cara a Deadpool y Lobezno el montaje original también sufrirá cambios, aunque se ha garantizado que no serán muy severos ni alterarán “la integridad de la narración” o “el espíritu de Deadpool”. En el mejor de los casos, quizá se reduzcan a la rebaja de gore, que por otra parte preocupó lo suyo en su día ante la perspectiva de que el personaje tuviera que someterse al rodillo familiar de Disney. Deadpool y Lobezno se mantiene como R sin embargo, aunque llegará a China algo maquillada.
Se espera que, con su oportuna llegada al país asiático, la situación mejore un poco con respecto al rendimiento internacional de los blockbusters de Hollywood. Lejos de la taquilla que hacían antes, este año hemos visto cómo películas estilo Kung Fu Panda 4 o Godzilla y Kong: El nuevo imperio tenían un desempeño muy discreto en China. Veremos si Deadpool y Lobezno arregla esta tendencia, mientras Disney ya prepara la visita a China de Ryan Reynolds, Hugh Jackman y el director Shawn Levy para promocionarla por todo lo alto.
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