A diferencia de otros actores y directores que se arrimaron al boom de los superhéroes, Ryan Reynolds sí está puesto (o puestísimo) en las cosas de las viñetas. Algo que ha convertido las películas de Deadpool en festines de risas para el público generalista (por los chistes guarros) y para los aficionados de toda la vida, cuando al canadiense le ha dado por satirizar la historia de Marvel en general, y de los X-Men en particular.
Ahora, en Deadpool y Lobezno, Reynolds ha mantenido una de sus costumbres al respecto: burlarse a lo grande de un dibujante que triunfó de lo lindo durante los 90, que se ha llevado mil collejas por su dudosa habilidad... y que también es el creador del mercenario bocazas. ¿Cómo se lo habrá tomado la víctima? Gracias al Hollywood Reporter, ahora lo sabemos.
El creador de Deadpool: "Me reí como un histérico"
El dibujante de marras se llama Rob Liefeld, y aunque en sus tiempos fue uno de los artistas más célebres (y mejor pagados) del mundo de los superhéroes, también se ha ganado una reputación como el creador más odiado de Marvel, dado su estilo orgullosamente macarra... y por unas viñetas que trataban de compensar las carencias técnicas a base de testosterona y eye candy.
Liefeld, que creó a Deadpool en 1991 junto al guionista Fabián Nicieza, hizo un cameo en la primera película de Wade Wilson, pero eso no le libró de que Ryan Reynolds le metiera el dedo en el ojo en la segunda entrega. Desde la masacre de X-Force (un supergrupo del que fue responsable, y con el que batió récords de ventas) hasta los comentarios acerca de esa dudosa habilidad para dibujar pies por parte de Domino (Zazie Beetz), las pullas que le dedicaba el filme eran múltiples.
Durante la preproducción de Deadpool y Lobezno, Marvel contactó con Rob Liefeld para consultarle sobre el último tirón de orejas: una tienda de ortopedia llamada Liefeld's Just Feet ("Liefeld, solo pies") aludiendo a esas extremidades inferiores que han quedado entre las peor dibujadas de la historia de los tebeos. Por suerte, el artista se lo tomó bien.
"Me reí como un histérico cuando la gente de Marvel me llamó para contármelo", confiesa Liefeld. "Y ellos se estaban riendo también".
El dibujante, que se despedirá del Mercenario Bocazas este verano mediante el cómic Deadpool Team-Up, tampoco pudo mantenerse impasible ante el encanto de Dogpool. "Creo que es el siguiente nivel después de Groot y de Rocket Raccoon", afirma, asegurando que elogió a la mascota ante el mismísimo Kevin Feige: "Le dije que iba a merecer la pena solo por el merchandising".
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