Final explicado de 'Deadpool y Lobezno': así termina la aventura temporal de Ryan Reynolds y Hugh Jackman

SPOILERS - El mercenario bocazas y el canadiense con garras, por fin juntos en el MCU.
Hugh Jackman y Ryan Reynolds en 'Deadpool y Lobezno'.
Hugh Jackman y Ryan Reynolds en 'Deadpool y Lobezno'.
Cinemanía
Hugh Jackman y Ryan Reynolds en 'Deadpool y Lobezno'.

Después de la compra de Fox por parte de Disney, y de muchos embrollos legales (que se llevan sus propios chistes en la película, faltaría más), los mutantes ya son parte oficial del MCU. Y, en espera de que Marvel dé luz verde al título de rigor, Deadpool y Lobezno (es decir, Ryan Reynolds y Hugh Jackman) les sirven de avanzadilla en pantalla grande. 

Tras Deadpool 2 (2018) y Logan (2017), respectivamente, el mercenario bocazas y el canadiense con garras encabezan un filme cuyo propósito es hacer borrón y cuenta nueva con los X-Men de Fox. Empleando para ello una trama relacionada con la AVT, esa agencia que conocimos en Loki y cuya misión es mantener a cualquier precio la continuidad marvelita.  

Con tanto chiste, tanta sangre, tanta escatología y tanto cameo estelar, perder el hilo de Deadpool y Lobezno es fácil, te ofrecemos el final explicado de la película, para que así puedas aclararle las cosas a tus amigos que han ido a verla sin saber con qué iban a encontrarse. Ojo, porque este repaso contiene SPOILERS. 

Así termina 'Deadpool y Lobezno'

A lo largo de la película, hemos visto a Deadpool y a Logan (bueno, a uno de los Logan posibles, y puede que el peor de todos) sobrevivir en ese Vacío al que van a parar los restos de los universos descartados por la AVT. Allí, han tenido que hacer frente tanto a la villana Cassandra Nova (Emma Corrin) como a Alioth, ese demonio dimensional empeñado en devorar todo lo que tiene a mano.

Cuando por fin escapan de ese lugar, merced a un artilugio robado por Cassandra a una variante del Doctor Strange, los problemas del dúo no terminan ni de lejos. El agente de la AVT Paradox (Matthew McFayden) ha construido un artefacto prohibido llamado Destripatiempo para acabar con la continuidad de las películas de Fox... y ahora Cassandra Nova va a apropiarse de él para borrar de un plumazo todo el MCU. 

Según explica Paradox, la única forma de evitar ese apocalipsis requiere el heroico sacrificio de uno de los dos héroes. Tras la pelea de rigor con su compañero (si Deadpool y Lobezno estuvieran de acuerdo en algo, no serían Deadpool y Lobezno) el mercenario bocazas se lanza a una muerte segura para cortocircuitar el Destripatiempo y salvar al mundo.

El sacrificio de Deadpool está a punto de quedar en nada, porque los brazos no le dan para crear el cortocircuito. Menos mal que Logan le echa una mano y, entre los dos, consiguen neutralizar el maléfico artefacto, lo cual (de rebote) acaba también con la vida de una Cassandra Nova en pleno subidón villanesco. 

Sea por sus poderes curativos, sea porque ambos molan demasiado como para morir, sea porque Disney no quiere perderles como activo comercial, ambos héroes salvan el pellejo. Lo cual les permite ver cómo Paradox es arrestado por Willis (Wunmi Mosaku), actual cabeza de la AVT, quien además tiene una buena noticia para ellos: su universo se está regenerando y, por ello, se ha salvado de la destrucción. 

Así pues, la cosa termina como empezó: con Deadpool y sus amigos (entre ellos, Lobezno, Peter -Rob Delaney- y la felizmente adoptada Dogpool) celebrando esa fiesta de cumpleaños que los agentes de vigilancia temporal interrumpieron de tan mala manera.

Además, y para colmo, Lobezno anima a Deadpool a arreglar las cosas con Vanessa (Morena Baccarin), probablemente la única persona del multiverso capaz de encontrarle atractivo. Así pues, todo parece haber terminado bien para el mercenario bocazas... hasta que Kevin Feige vuelva a requerir de sus servicios para levantar la taquilla. 

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