Después de lograr el BAFTA y el Globo de Oro al mejor actor protagonista, Austin Butler parte como uno de los grandes favoritos para hacerse con el Oscar, por su papel como el rey del rock en el biopic Elvis. El filme de Baz Luhrman (Moulin Rouge, El gran Gatsby) supuso un verdadero reto para el actor estadounidense, quien vio afectadas sus propias cuerdas vocales al hablar tan grave y tuvo que someterse a un inusual método para ganar peso.
Elvis comienza narrando las aventuras de Elvis Presley en su salto a la fama y sus posterior descenso a los infiernos, una época en la que sumó una considerable cantidad de peso. Esta transformación fue aupada por sus adicciones y sus diversas enfermedades (glaucoma, hipertensión arterial, daños en el hígado y megacolon), que desembocaron en su muerte prematura a los 42 años.
En una entrevista reciente para Variety, Butler confesaba que su truco para ganar peso fue consumir batidos hipercalóricos con helado, leche entera y mantequilla, que bebía varias veces al día. Un asunto que se tomó muy en serio y por el que no quiso poner en riesgo su propia salud, por lo que consultó a un nutricionista y a un entrenador personal.
La idea surgía de Ryan Gosling, quien hizo exactamente lo mismo para The Lovely Bones, un papel para el que engordó 27 kilos, pero que luego perdió por diferencias artísticas con el director del filme, recayendo el personaje en manos de Mark Wahlberg.
"Había escuchado que Ryan Gosling había tomado Häagen-Dazs recalentados en el microondas y empecé a hacerlo", señala Butler, quien confiesa que también tuvo que consumir docenas de donuts junto a estos. "Es divertido durante una semana, pero luego te sientes fatal contigo mismo".
En la actualidad, muchos actores han dejado de someter sus cuerpos a tal nivel de estrés y han acudido a prótesis, como es el caso del otro nominado al Oscar Brendan Fraser, quien utilizaba una para aparentar los 270 kilos que pesa su personaje en La ballena (The Whale). Una obesidad mórbida que podría haberle acarreado serios problemas.
Engordar por exigencias del guion
Otros de los actores que ganaron una enorme cantidad de peso para interpretar a sus personajes fueron Jared Leto (32 kilos para El asesinato de John Lennon), Robert de Niro (28 kg para Toro Salvaje), Russell Crowe (28 kg para Red de mentiras) o Sylvester Stallone (18 kilos para Cop Land), entre una extensa lista de intérpretes.
Una dieta hipercalórica que suponía un verdadero infierno también para Mark Wahlberg, que en 2021 volvía a engordar para la película El milagro del Padre Stu. "Desafortunadamente, tuve que consumir 7.000 calorías durante dos semanas, y 11.000 calorías durante otras dos semanas", explicaba el actor. "Cuando quieres perder peso, aguantas, simplemente no comes y haces ejercicio. Pero aquí, incluso cuando estás lleno, sigues".
En España también tenemos algunos casos destacables como el del actor Antonio de la Torre, quien ganó hasta 30 kilos para introducirse en el papel de Enrique en la comedia dramática Gordos, dirigida por Daniel Sánchez Arévalo en 2009. Todo por la actuación.
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