Un Batman más oscuro, setentero y al estilo de Kurt Cobain: descubre todos los secretos de 'The Batman'

Hablamos con los protagonistas de la película para que expliquen cómo han llevado el rodaje en plena pandemia y cómo ha sido interpretar a los icónicos personajes del universo de Batman.
Imagen de 'The Batman'
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Cinemanía
Imagen de 'The Batman'
Tráiler de 'The Batman'

Podrido de dinero, depresivo y con problemas de adicción. Podría ser el retrato del nuevo Batman, pero es la descripción de Ben Affleck alrededor de 2017. Por aquel entonces, The Batman iba a ser una pieza más del discutido Universo Cinematográfico DC. Hasta que Affleck, que ya no era capaz de embutirse en el traje, se divorció de Jennifer Garner y dejó Gotham para entrar en una clínica de rehabilitación. 

Irrumpe entonces en escena Matt Reeves, uno de los pocos directores de los que se puede decir que no tiene una película mala (Monstruoso, Déjame entrar, El amanecer del planeta de los simios…). Desde entonces, un proceso larguísimo en el que la covid ha amenazado con arrasar los cines y que a Reeves le ha pasado una evidente factura física. “Seguro que ya has oído antes esa metáfora de que una película es como tu hijo. Pero es que mi hijo ha cumplido ya cinco años. He intentado alimentarlo y educarlo como es debido. Pero ahora me aterroriza pensar que se va de casa”. 

El orgulloso papá cuenta que tenía clara la concepción de la criatura: “Ya habíamos visto demasiadas historias sobre sus orígenes. A mí lo que me interesaba era su segundo año después de convertirse en Batman, cuando todavía no acaba de entender quién es y comete un montón de errores”. Quería contarlo, además, con un tono totalmente alejado de los anteriores. “The Batman es una historia de detectives. He querido rodar un film noir”. 

Zoë Kravitz en 'The Batman'.
Zoë Kravitz en 'The Batman'.
Warner

Sin embargo, su Batman, encarnado por Robert Pattinson, no está inspirado ni en Philip Marlowe ni en Sam Spade. “En la versión de Christopher Nolan, Bruce Wayne es un ricachón que se pasea por Gotham en Maseratis y del brazo de conejitas Playboy. Yo, sin embargo, lo veo como si fuera Kurt Cobain, el líder de Nirvana. Es una estrella de rock multimillonaria con una personalidad torturada. Un solitario impenitente, que ha emprendido un oscuro camino de autodestrucción. Mi Bruce Wayne también es, como Cobain, un adicto: está enganchado a su propio personaje”.

Aunque esquiva la sugerencia como Alfred una raya en su traje de mayordomo, la película es también un homenaje al cine de David Fincher, con influencias evidentes de los asesinatos rituales de Seven y sobre todo, de Zodiac, filme decisivo en la elección del villano. “Para crear la historia primero pensé en los crímenes. Si Batman es un detective, es preciso que haya pistas que le permitan resolverlos. El Asesino del Zodiaco se dedicaba a enviar rompecabezas a la prensa y la policía. Y eso es exactamente lo que hace Enigma”. 

Lejos del pijama de fantasía y el histrionismo de pastillero ibicenco de Jim Carrey en Batman Forever (Joel Schumacher, 1995), el nuevo Enigma es un inquietante Paul Dano: “Cuando Matt me ofreció el personaje estaba haciendo teatro, y no estaba muy seguro de aceptarlo. Pero luego lees el guion y comprendes su singularidad”. Enigma está enfrascado en una lucha contra el hombre murciélago, pero, también, contra una trama que une el hampa de Gotham con las altas esferas, a las que los Wayne pertenecen por abolengo. “Creo que la venganza es la motivación principal de mi personaje. Explorar ese sentimiento ha sido muy doloroso y eso siempre te afecta, pero también ha sido muy divertido”.

Enigma en 'The Batman
Enigma en 'The Batman
Warner Bros.

Tenemos un aspirante a detective y un villano. Nos falta el crimen… o los crímenes. Porque los problemas, según Reeves, se multiplican: “Cuando Enigma comete su primer asesinato y acaba con el alcalde de Gotham, lo hace para proporcionar información. Esas pistas llevan a Batman a introducirse en los bajos fondos de la ciudad. Así conocemos al Pingüino (un desfigurado Colin Farrell), que posee un club (en el que trabaja Selina Kyle) y a otros villanos (como Carmine Falcone, interpretado por John Turturro)”.

Además de los villanos ya citados se da por hecho –aunque no se ha confirmado– la aparición de la Corte de los Búhos (creados por Snyder y Capullo). También se sabe que el arco dramático tiene mucho del volumen Ego, de Darwyn Cooke. Y, por supuesto, no podía faltar Frank Miller y su Batman: Año uno. “Mi parte favorita –cuenta Reeves- es cuando Wayne adopta la personalidad de Drifter”.

La aparición de tantos antagonistas no es, según Reeves, ni caprichosa ni baladí: “Mi referente principal era Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976), me interesaba su capacidad para retratar la corrupción de nuestro gobierno. El caso que investiga me permite contar no tanto la historia de Batman como la de Gotham, de tal manera que eso obliga a Bruce Wayne a replantearse quién es y de dónde viene. 

Robert Pattinson y Zoë Kravitz en 'The Batman'
Robert Pattinson y Zoë Kravitz en 'The Batman'
Warner Bros.

En el fondo, es como en Chinatown (Roman Polanski, 1974). Seguimos al personaje de Evelyn y desconfiamos de ella, pero al investigarla también conocemos la verdad sobre Los Ángeles y sobre su pasado”. The Batman es, pues, una reflexión acerca del miedo, tanto del individual que sufre una persona con problemas emocionales como del colectivo que lleva a una sociedad a entrar en un estado de paranoia. O lo que es lo mismo: un ajuste de cuentas con la traumática administración Trump.

Gothampool

Gotham figura, claro está, como el tercer gran personaje de la historia. Pocos lugares imaginarios son tan icónicos en la cultura popular. De su diseño depende en buena medida el éxito de la nueva adaptación. Para Reeves: “En el Batman de Nolan, la estética de Gotham es global, casi como si fuera una película de James Bond: en cada escena te traslada a un país distinto. En el Batman de Tim Burton, es increíblemente plástica, con sus escenarios góticos y estilizados. Yo he intentado construir un Gotham a medio camino de ambos: tan teatral como el de Burton, pero con localizaciones reales”. 

Una ciudad tan poco cinematográfica como Liverpool es el marco de las escenas más adrenalíticas: “Nos gustaba su pasado industrial. Un lugar que ha conocido días mejores y que tiene una parte casi en ruinas. La estética del documental Grey Gardens (Hovde y los hermanos Maysles, 1975) también nos vino muy bien para reflejar la decadencia que rodea a Batman”. 

Robert Pattinson en 'The Batman'
Robert Pattinson en 'The Batman'
Cinemanía

Reeves no se cansa de pronunciar las palabras “realidad” y “cine de los setenta” y sonríe cuando le preguntamos qué sintió al ver que Todd Phillips abordaba al Joker desde un punto de vista similar: “Bueno, yo empecé con The Batman bastante antes. Ver que Joker tuvo éxito me confirmó que estaba en la senda adecuada”. 

Para un actor como Paul Dano, poco dado a producciones fantasiosas, la realidad es un concepto de difícil definición. “Es una palabra tramposa. Para mí son las motivaciones, el punto de vista y el trabajar con cosas que haga al público emocionarse con mi personaje”.

En esta historia sobre miedos, les preguntamos hasta qué punto les aterroriza la responsabilidad de convertirse en la tabla de salvación de una industria que todavía sangra por la herida del coronavirus. Dano, con toda su flema del Village neoyorquino, toma la palabra: “Solo empiezo a ser consciente de eso ahora. Mientras trabajas no puedes sentir miedo, porque te bloqueas. Hemos hecho una gran película. Estoy seguro de que se sabrá apreciar”. 

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