“Jaula nació antes que la pandemia. Jamás pudimos imaginar hacia dónde iba el mundo. Nos sorprendió muchísimo cuando empezaron a circular fotos en internet de algunos colegios en Francia donde los niños tenían delimitadas sus áreas de juego con tiza en el suelo del recreo. Coincidencias con la película que nunca creímos reales”, señala el debutante Ignacio Tatay sobre su ópera prima.
Entre el thriller psicológico y el terror, el cineasta recoge la historia de Paula (Elena Anaya) y su marido (Pablo Molinero), quienes, regresando una noche a su casa, se encuentran en mitad de la carretera a una niña deambulando sola. La pequeña no pronuncia palabra y en ningún momento es reclamada por nadie, por lo que resulta acogida por la pareja, que pronto se acostumbra a su obsesión de vivir dentro de un cuadro de tiza pintado en el suelo de su hogar, bajo amenaza de la posible aparición de un monstruo terrorífico.
Distribuida por Sony y Netflix, y con la colaboración de un padrino de lujo como Álex de la Iglesia –quien produce el filme a través de su compañía Pokeepsie Films–, Jaula supone “un Frankenstein de muchos casos reales”, donde encontramos atisbos de algunas de las leyendas más horripilantes del folclore, entremezcladas en un asfixiante suspense.
A las poderosas interpretaciones de Anaya y Molinero se suman las de Carlos Santos, Eva Llorach, Esther Acebo y Eloy Azorín, en un reparto más que sorprendente para la película de un cineasta que debuta en el largometraje.
Sin embargo, la gran sorpresa la ofrece la joven británica Eva Tennear, quien, sin saber ni una sola palabra de español, conmovió a todos. “Nos emocionó a todos en varias ocasiones durante el casting en Londres. Es una niña muy inteligente, muy precoz y muy madura para su edad, pero a su vez le gusta jugar y tiene muchísima imaginación”.
La producción de Jaula sufrió un parón en su rodaje por la pandemia, siendo el 85% de la película rodada tras el confinamiento. Sin embargo, este desafío inesperado sacó el lado más increíble del equipo de un filme que, al compás de la realidad latente, también retrata los miedos invisibles y las fobias más humanas.
Con un cambio de nombre de última hora, ya que inicialmente se iba a titular La casa de tiza, Ignacio Tatay insiste en todo momento en alejarlo de la actualidad. “Esto es la vida imitando al arte”.
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios