Más allá de algunos memes de internet ("Empezaste desde cero, pero los nombres de tus padres salen en azul en Wikipedia"), la visibilización de los nepos babies en Hollywood se ha convertido en un tema candente en los últimos meses.
Mientras que algunos actores como Jamie Lee Curtis se lo toman con humor y bromean al respecto incluso en público -después de que su primer trabajo de la mano de su padre Tony Curtis fuera un fracaso y tuviera que hacerse un hueco a través de una pequeña película de terror que se convertiría en una de las franquicias más reconocibles, La noche de Halloween-, a muchos otros nos les sienta tan bien.
Al igual que hicieran Gwyneth Paltrow y Dakota Johnson, Emma Roberts ha criticado el término nepo baby para hablar de su trabajo en la industria hollywoodiense, así como de sus lazos sanguíneos con su tía Julia Roberts y su padre Eric Roberts.
Emma Roberts contra el término 'nepo baby'
"Hay dos caras en una misma moneda. La gente dice que tienes ventaja porque tienes familia en la industria, pero la otra cara es que tienes que demostrar tu valía de una mayor manera. Y, si encima no han tenido buenas experiencias con personas de tu familia, nunca tendrás una oportunidad", ha declarado la actriz estadounidense en una nueva entrevista para Variety.
"La gente adora las historias de éxito de la noche a la mañana. Si no eres una chica de la nada que ha irrumpido en Hollywood, entonces hay una especie de señalamiento: 'Bueno, tu padre era esto", continua la actriz sobre el tema. "Siempre bromeo acerca de ello: ¿Por qué nadie critica a a George Clooney por ser un nepo baby? Su tía Rosemary Clooney era un ícono. Siento que a las mujeres jóvenes les resulta más difícil salir de la etiqueta de nepo baby. Realmente no veo gente criticando a los hijos de los actores famosos", añade contundente Roberts.
No le falta razón. Actrices como Maya Hawke, Margaret Qualley, Lily Collins, Lily Rose-Depp o Zoë Kravitz han tenido que salir a defender su trabajo recientemente, mientras que otros tantos, como Jack Quaid, John David Washington o Mason Gooding, apenas han tenido que hablar del tema, centrados en sus proyectos y ajenos a la polémica.
Esto no es nada nuevo, ya que las sagas familiares del cine siempre han ocupado un lugar destacable. Y si no que se lo digan a los Coppola, los Skarsgård, los Baldwin y otros tantos apellidos conocidos por el gran público.
Lo que está claro es que una nueva generación de nepo babies se ha hecho con los medios audiovisuales estadounidenses, quedando marcados por la comodidad de una vida hecha y la facilidad para hacerse con papeles sin correr el riesgo de perder dinero. Y da igual en qué profesión, ya sean actores, directores, guionistas o cualquiera de las ramas relacionadas con el séptimo arte, están en todas partes.
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