La 19ª edición de Animayo Gran Canaria se celebró de forma presencial en Las Palmas entre los días 8 y 11 de mayo. Por la ciudad insular pasaron grandes profesionales de la animación y los efectos especiales tanto en el medio audiovisual y cinematográfico como en el mundo de los videojuegos. Algunos invitados, como Carlos Fernández de Vigo (Memorias de un hombre en pijama) y Lorena Ares (Hanna y los monstruos), cuentan con experiencia en muchos campos y participaron de forma activa en el certamen.
Ambos han trabajado juntos desde hace años en labores de dirección, producción y creación de guiones para proyectos de animación y pertenecen actualmente a la compañía Dr. Platypus & Ms. Wombat, con sede en Pamplona. Este 2024 viajaron al archipiélago canario para presentar Cafunè, el segundo de una tetralogía de cortometrajes que comenzó con Amanece la noche más larga (2023) y concluirá con Skizo y Tesla, los dos todavía en producción.
Cafunè es una palabra portuguesa que no tiene traducción literal al castellano, pero significaría algo como "acariciar el pelo de una persona a la que quieres hasta que se queda dormida", aseguró Lorena en una entrevista que el dúo de cineastas concedió a CINEMANÍA. Este corto es la historia de una niña refugiada que atraviesa el mar y logra sobrevivir pese a que sus familiares no lo consiguen. "Con ayuda de una voluntaria, porque al final es un homenaje a esta profesión, consigue superar todo y adaptarse a Occidente", añadió la directora.
"Esta obra quiere inspirar emociones positivas y mostrar un caso muy concreto de cómo un comportamiento generoso o altruista de una sola persona puede cambiar el mundo entero para otra", comentó Carlos al respecto, que luego pasó a explicar el significado de la tetralogía en su conjunto: "Amanece la noche más larga es una reflexión sobre el momento actual desde una perspectiva intelectual y una invitación a las buenas personas que tienen que actuar. Cafunè muestra cómo es el mundo si se obra bien. Skizo enseña que hay personas que son terribles no porque caigan del cielo así, sino porque nos hacemos así entre unos y otros. Y Tesla es el arrepentimiento ante no actuar adecuadamente cuando es el momento".
Emotional Films, cine e Inteligencia Artificial
Carlos Fernández y Lorena Ares acudieron a Animayo Gran Canaria para algo más que únicamente presentar Cafunè. También impartieron una master class acerca de la importancia del diseño de producción en sus cortos y un taller sobre la Inteligencia Artifical y cómo usarla de manera eficiente y creativa.
Porque para el dúo creativo, la IA "es un superpoder". Una herramienta con gran potencial para crear cosas que ahora consideramos inimaginables. La prueba de ello es Emotional Films, un formato audiovisual interactivo que pretende ofrecer al público una experiencia que se adapte en tiempo real a sus emociones. El proyecto, que ya está prácticamente desarrollado, ha sido impulsado por el estudio Dr. Platypus & Ms. Wombat, la Universidad Pública de Navarra, la Universidad de Navarra, la Fundación ADITECH y el CREENA (Centro de Recursos para la Equidad Educativa en Navarra).
La tecnología de Emotional Films ya está desarrollada, solo falta la financiación para producir la primera película y, posteriormente, probar si otras empresas querrían utilizar esta herramienta. Para llegar a este punto han sido necesarios más de seis años de desarrollo y el trabajo de más de 50 investigadores (ingenieros informáticos, programadores, sociólogos, artistas, guionistas...).
El objetivo es crear una película que esté condicionada por lo que el espectador va sintiendo mientras la ve. Carlos Fernández lo explicó de la siguiente forma: "Si tú estás viendo una comedia, pueden haber chistes más o menos intelectuales, o un humor más gráfico y físico. El sistema estaría identificando qué es lo que te hace reír más, lo que te resulta más divertido. Si te hace más gracia lo intelectual, llevará el hilo por ahí. No es que se hayan prescrito un montón de situaciones, es que se generan en tiempo real en función de los perfiles psicológicos de los personajes, de los caminos que permite la dirección al crear la historia y en función de las personas que están viendo la película".
Un trabajo exhaustivo
En pocas palabras, una película creada con la herramienta Emotional Films comenzaría en un punto concreto delimitado por la dirección del largometraje, y a partir de ahí iría avanzando en función de las emociones del espectador. Eso sí, Carlos y Lorena dejaron claro que las respuestas al momento no funcionan con la información ya disponible en Internet como lo hace, por ejemplo, ChatGPT, sino que operan en función de lo que el equipo creativo ha decidido incluir.
"Todo viene de que estábamos tratando de conseguir personajes coherentes y robustos para introducir en nuestras películas. Pensamos en cómo construir estos personajes, cómo otorgarles una memoria, una cantidad de datos, una personalidad...", explicó Lorena, a lo que Carlos añadió: "Los guionistas no escriben las líneas de diálogo, deciden cómo es esa persona a un nivel muy exhaustivo. Combinando varios modelos consigues que mantenga un diálogo diciendo lo que debería decir en base a su forma de ser".
Para mayor nivel de especificación fue necesaria la máxima cantidad de información posible. "Hemos generado una base de datos gigantesca de todas las poblaciones del mundo con al menos mil habitantes", afirmó Carlos. La meta de todo esto es que la historia también se desarrolle en función de la edad, expresión de género, información en redes sociales o geolocalización de cada espectador, entre otros muchos factores, siempre con el consentimiento de la persona que visualiza la película.
Una vez que todos los datos necesarios están dentro del sistema, para hacer que todo funcione hacen falta diversas tecnologías. Por ejemplo, la expresión emocional del espectador se capta con herramientas de visión artificial y también se usan distintos modelos de IA para inferir en la probabilidad de las emociones que está sintiendo el que está delante de la pantalla. Y con respecto al punto de partida, depende del director de cada obra, incluso si quiere o no ofrecer una sinopsis, porque en algunos casos incluso podría no ser necesario. La casilla de salida puede ser una intención emocional que se pretende perseguir, o incluso los protagonistas pueden decidirse al momento en función de quién está viendo la película.
Una apuesta arriesgada
Emotional Films es en realidad un invento inimaginable hace años pero que puede ser una firme realidad próximamente gracias a la Inteligencia Artificial. Sin embargo, todavía no se puede determinar si tendrá o no una buena acogida. Después de varios años de desarrollo, el equipo de Carlos Fernández y Lorena Ares realizó una serie de estudios con unos voluntarios a los que se les exponía a contenidos basados en esta tecnología. Además de emplear cuestionarios, también se estudiaron las ondas cerebrales para analizar la información inconsciente generada al exponer a los sujetos a estos productos. Los resultados fueron positivos, siendo un gran alivio para todas las personas implicadas en el proyecto.
El dúo creativo está convencido de que Emotional Films tendrá éxito a nivel comercial. "Estoy seguro de que otra gente podrá hacer usos que a nosotros no se nos habría ocurrido", aseguró Carlos. Además, ambos descartaron una deriva peligrosa de la herramienta al puro estilo de Black Mirror. Ante un futuro en el que Emotional Films sea una amenaza, creen que lo peor que puede pasar es que la película que veas te parezca aburrida.
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