Entrevista

Paul Urkijo, el cineasta que ha logrado situar la mitología vasca en el mapa

Hablamos con el director vitoriano por el estreno de 'Irati', su segundo filme tras su exitosa ópera prima 'Errementari (El herrero y el diablo)'.
'Irati', de Paul Urkijo
'Irati', de Paul Urkijo
Cinemanía
'Irati', de Paul Urkijo

Al norte de España, en pleno Pirineo navarro, la selva de Irati impacta por la belleza y la fastuosidad de sus paisajes frondosos y su río caudaloso, causantes del nacimiento de toda clase de leyendas en la mitología vasca. Un lugar mágico en el que la diosa Mari controla a las criaturas del bosque, entre las que se hallan seres como las lamias o el Basajaun. 

Muy cerca se desarrollarían sucesos históricos de la talla de la batalla de Roncevalles y la proclamación del primer rey de Pamplona, Eneko Aritza (Íñigo Arista). Elementos del folclore y la historiografía de los que el cineasta Paul Urkijo parte para construir Irati, su nuevo filme tras el éxito de su ópera prima Errementari (El herrero y el diablo). Con motivo del estreno del filme, hablamos con el cineasta sobre su nueva película. 

¿Qué crees que atrae tanto al público de los monstruos y los seres mitológicos? Unas figuras que plagan tu filmografía.Siempre he sentido simpatía por los monstruos por su incomprensión y los prejuicios hacia ellos. Unos personajes que siempre acaban convirtiéndose en algo que no parecen en un principio. Lo curioso de la mitología es que, aunque hay gente que lo considera como algo infantil, muy antiguo o un sinsentido, en verdad es algo que se ha mantenido fosilizado y que hoy en día es vigente. Los mitos están llenos de monstruos a los que se tienen que enfrentar héroes o son monstruos que surgen de las propias personas y representan las sombras del ser humano.

El filme parte del cómic ‘El ciclo de Irati’, basado a su vez en los cuentos populares vascos. ¿Qué diferencias y similitudes podemos encontrar respecto al material original?En El ciclo de Irati encontré el vehículo para acceder a la fuente de la mitología. Un cómic de los años 80, con un tono juvenil, de aventuras y exagerado, pero muy bonito, al estilo belga o francés. Una obra sobre una serie de personajes que vivían en el siglo VIII y mezclaba el mundo mitológico vasco con la vida en el Pirineo. Irati se inspira en el cómic y en la transmisión oral recogida en un libro por el cura José Miguel de Barandiarán, que a principios del siglo XX registró todas las leyendas y cuentos, y contó de alguna manera esa cosmogonía en común. Pero, aunque me encanta el cómic, lo único que queda realmente de él son los protagonistas, porque la historia es muy diferente.

Un amor por los mitos y la historia que también es trasladable a la naturaleza y su nexo con las criaturas de los bosques.Una de las cosas muy bonitas que tiene mitología vasca es que está muy arraigada al euskera como un idioma muy primitivo. Encuentras vínculo entre los personajes mitológicos y los lugares naturales. La película habla sobre la preservación de esos aspectos mitológicos y esas deidades que van desapareciendo cuando las grandes religiones avanzan absorbiéndolo todo. Tenemos ese mundo heterogéneo y extraño, repleto de colores, que progresivamente se va homogeneizando. Una mitología vinculada directamente con la naturaleza. En la mitología vasca hay una frase muy bonita que es ‘Izena duen guztia, bada’ (todo lo que tiene nombre existe), que he utilizado para la película y la resume. Si tú le das nombre a un bosque y le das humanidad, respetas a la naturaleza. 

¿Lo que no queda plasmado en pantalla sufre el riesgo de desaparecer?​A mí me gusta lo raro y lo diferente, y me gusta que la gente pueda hacer las cosas en sus idiomas minoritarios y cuente sus inquietudes, porque resultan interesantes para el público. Al final vale más una imagen que mil palabras. Con el cine viajan más estas historias y es más fácil que se exporten fuera.

Una película que emula las mejores películas de capa y espada hollywoodienses, con un presupuesto muy humilde.Aquí al final jugamos en otra liga, pero las cosas se consiguen a base de cabezonería. Si no se hace más cine fantástico es porque no hay dinero. Yo no podía tener a cientos de figurantes con cinco cámaras rodando planos detalle durante una semana, solo para hacer una super batalla. Ni grúas ni nada así. Entonces, te las tienes que idear para poder hacerlo sin medios. Jugamos con las herramientas que tenemos y las limitaciones para poder contar esta historia.

¿Y trabajaste con referentes clásicos para esta epopeya épica sobre el primer rey de Pamplona?Mis referentes fueron películas como Excalibur, Jason y los Argonautas, Los señores del acero, Conan el Bárbaro... En los años 80, hubo una explosión de la fantasía y el folk horror, y ahora parece que los que hacemos cine hemos mamado de eso, traduciéndose en películas recientes también como El hombre del norte y El caballero verde. Yo he intentado llevar a la pantalla ese siglo VIII que se ha visto tan poco en el cine. 

Eres un cineasta valiente que no duda en rodar fantasía en euskera, elementos muy complicados de vender a priori.Hay gente que me dice que me tomo la mitología de una manera muy realista y yo les digo: ‘Es que realmente creo en esas deidades mitológicas, creo que realmente están ahí en el bosque, que son representaciones de eso'. Que sea en euskera para mí es de cajón, porque las leyendas y los nombres de las deidades y demás vienen del euskera. Económicamente lo lógico es hacerlo en castellano o en inglés, porque va a ser más fácil de vender, pero de cara al rigor y el respeto hacia al material original del que estoy hablando, lo lógico era hacerlo en euskera. Luego, de cara a los vascoparlantes, le doy una vuelta de tuerca y utilizo un euskera antiguo.

La música también es uno de los aspectos más destacables de 'Irati', para el que has contado con las responsables de la banda sonora de 'Akelarre'.Maite Arroitajauregi y Aránzazu Calleja hicieron un trabajo muy bonito, con las canciones que escribí yo mismo. La película habla al final de una dualidad, del cristianismo y del paganismo, del matriarcalismo y el patriarcalismo, de las estructuras sociales humanes y de lo natural, de lo visceral y lo racional, lo apolíneo y lo dionisíaco. Una dualidad muy presente en la banda sonora.

¿Cómo has vivido que el filme haya arrasado en los festivales por donde ha pasado, alcanzando siempre el premio del público? Un triunfo que se sumaba a sus cinco nominaciones a los Premios Goya. 
Que a la gente les guste en los festivales supone una alegría terrible. Intento dirigir como público, porque soy parte de él y hago lo que me gustaría ver. Si a mí me apetece ver algo, a la gente también le apetecerá verlo. Intento utilizar esa lógica. Aunque nunca se sabe, porque muchas personas hacen películas y algunas funcionan y otras no. Del festival de Sitges salí flotando por la buena acogida, encima nos llevamos un premio y esa fue la guinda del pastel. No hay mejor premio que el del público, porque ves que la gente conecta y le gusta. Una forma de saber que llega lo que a mí me apasiona. 

¿Está el cine de fantasía vasco en auge tras filmes como 'Akelarre', 'Todas las lunas' o incluso 'El guardián invisible?Creo que ese movimiento del cine vasco tiene que ver con una oleada internacional que recupera el folclore en el cine. Y es verdad que en los últimos años han aumentado las producciones vascas. La industria del cine vasco está más fuerte y nos atrevemos a hacer producciones más osadas. Aunque no creo que sea solo una cosa del País Vasco. Creo que también pasa en lugares como Galicia, donde cada vez hay más género. Cuantos más seamos, mejor. Es una alegría, ya que significa que la gente quiere ver más y podemos trabajar en ello​.

En este filme repites con el actor Eneko Sagardoy, quien interpreta al monarca navarro frente a las figuras oníricas interpretadas por Itziar Ituño (La casa de papel) y la debutante Edurne Azkarate. ¿Crees que el talento patrio está cada vez más valorado?Eneko es un fuera de serie, al que ya conocía por Errementari. Un amigo al que tuve en cabeza desde el principio e hizo un currazo para la película. Se transformó físicamente yendo al gimnasio y poniéndose cachas. En las lecturas de guion comía pasta para coger volumen. Una gozada trabajar con alguien así. Se tiró de cabeza y se dejó la piel en las escenas de acción. Hizo esgrima y equitación. Por su parte, Itziar se entusiasmó porque es una ferviente creyente de Mari, mientras que para Edurne Azakarate hicimos casting y sobresalió, llegando con el euskera antiguo trabajadísimo y un magnetismo salvaje, pero atractivo. Para nosotros era muy importante que físicamente pudiera soportar el rodaje, porque iba a ser muy duro. He estado rodeado de verdaderas estrellas.

¿Seguirá tu filmografía abrazando la mitología vasca en un futuro?Aunque no puedo decir demasiado, sí que tengo ya otros proyectos relacionados con la mitología vasca. Tengo muchas otras historias que quiero contar, mientras me dejen continuar con ellas.

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Redactor 'Cinemanía'

Amante del cine de terror y la fantasía. Estudié Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual, especializándome después con el Máster de Periodismo Multimedia Profesional en la Universidad Complutense. Di mis primeros pasos en Unidad Editorial, SensaCine y la Agencia EFE. Actualmente escribo para CINEMANÍA, donde llevo más de cinco años abordando las películas y las series del momento.

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