“Cuando vine la última vez, llevaba a Sofia en mis hombros… Ella era muy pequeña”, dijo Francis Ford Coppola nada más sentarse en la rueda de prensa del Festival de Cannes. Estaba ahí para hablar de Megalópolis y lo hizo bien acompañado por todos los actores protagonistas, su hijo, el productor Roman Coppola, parte del equipo técnico y su nieta.
Familia y amigos, de eso va la vida. De eso va Megalópolis. Ahí está la esperanza. Y no en el dinero. De eso también fue la rueda de prensa en la que pidió más tiempo y más preguntas para él y el resto del equipo.
La primera pregunta era fácil. ¿Cómo se sintió anoche, en el estreno, después de 40 años de estar pensando y construyendo esta película? “Una combinación de alivio y alegría, no encuentro una única palabra”, dijo. “Han sido muchos años de construirla, de abandonarla, retomarla porque sabía que no debía abandonarla… Siento mucha alegría”.
El tono de esperanza en el que acaba el filme contagió también parte de la charla. “Tengo esperanza en este mundo gracias a ti”, le dijo el actor Giancarlo Esposito. A pesar de lo que ocurre en el mundo, Coppola; perdón, Francis. Así dijo que le llamara todo el mundo. "Cuando dije que quería hacer una épica romana situada en la América actual, me preguntaban por qué", recordó.
"Los EE UU fueron fundados como una república, sin rey, incluso nuestras ciudades se inspiraron en la suyas… pero cuando empecé a pensar en esta película no tenía ni idea de que la política de hoy la harían tan relevante. Lo que está pasando ahora es exactamente lo que condujo a la caída de Roma”, aseguró el director.
Declaración que condujo a preguntarle por sus miedos ante el mundo, ante la posible segunda victoria de Donald Trump en EE UU. “Existe una tendencia en todo el mundo hacia una tradición más fascista que da miedo”, contestó. “Cualquiera que estuviera vivo en la IIGM vio lo que pasó y no queremos repetirlo”. Y ante eso… “El papel de los artistas y el cine iluminando el camino, dando luz para que la gente vea”.
En ese punto, cansado de hablar solo él, se le ocurrió pasar la palabra a Jon Voight, públicamente en el otro extremo político. “¿Qué opinas tú, Jon, de cómo podemos hacer un mundo mejor para nuestros hijos?”. A lo que el actor contestó pausado sin meterse en líos, de acuerdo en que el mensaje de Megalópolis de unirnos y escucharnos es la única salida posible hacia un mundo mejor.
El dinero de Coppola
Se habló también de dinero, del propio y del de los estudios. La curiosidad por los 120 millones de dólares propios que se ha gastado en hacer realidad su sueño, Francis le restó importancia rápido: “El dinero no me importa, nunca me importó”. Para después contar el riesgo financiero y posterior triunfo que fue montar su viñedo y bodega en 2008, con el que ha pagado Megalópolis.
Y de todas formas, que nadie se preocupe por la herencia que le quedará a sus hijos. “Tienen carreras maravillosas sin esa fortuna, pase lo que pase con la bodega estaremos bien”. “Gente –añadió exaltado–: el dinero no es importante, lo importante son los amigos, porque el dinero se evaporará, pero los amigos, no”.
Es lo que le han salvado y están salvando en estos últimos años en los que ningún estudio ha querido financiarle y cuando Megalópolis sigue aún sin distribución cerrada para EE UU. “Temo que la industria se ha convertido en un sitio donde se contrata gente para conseguir pagar las deudas porque los estudios están ahogados. Y el trabajo no es tanto hacer buenas películas como pagar esas deudas”, dijo.
“Obviamente, nuevas compañías como Amazon, Apple o Microsoft tienen mucho dinero, así que quizá los estudios que conocíamos desaparezcan, algunos maravillosos ya no estarán aquí en el futuro”, añadió.
Un futuro, por cierto, en el que él se sigue viendo. “Espero estar aquí dentro de 20 año”, dijo entre risas. No quiere que Megalópolis sea su última película. “Ya estoy escribiendo una nueva”, confirmó. Además de no descartar que, como bien le gusta, quizá la revisite y reedite. “Es lo bueno de que las películas sean tuyas, que las puedes remontar… por ahí tengo una escena para El padrino”, soltó.
“Cada día con mi hermano es mirar y moverse hacia delante”, dijo su hermana, la actriz Talia Shire. Eso es lo valiente, ir siempre hacia delante.
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