George Miller, 'Mad Max' y los demás: todas las películas del autor de 'Furiosa'

Guerreros de la carretera, brujas, genios y pingüinos: todo cabe en la obra del australiano.
Imágenes de 'Mad Max 2', 'Furiosa' y 'Mad Max: Furia en la carretera'
Imágenes de 'Mad Max 2', 'Furiosa' y 'Mad Max: Furia en la carretera'
Cinemanía
Imágenes de 'Mad Max 2', 'Furiosa' y 'Mad Max: Furia en la carretera'

¡Que rujan los motores! Nueve años después de Mad Max: Furia en la carretera, George Miller regresa al Páramo con Furiosa: De la saga Mad Max, una precuela en la que nos cuenta el pasado de uno de sus personajes más carismáticos. Con Anya Taylor-Joy como versión juvenil de Charlize Theron y un Chris Hemsworth desatadísimo, la cinta promete correr brillante y cromada hacia el Valhalla. 

Tan inventivo como poco prolífico, Miller no ha estrenado muchos largos durante sus 45 años de carrera, pero puede alardear de haberse marcado películas de lo más originales. Aquí repasamos su filmografía, sin olvidarnos de cierto cerdito valiente ni de aquella vez que le dieron un Oscar... por una película de animación con pingüinos. 

'Mad Max: Salvajes de autopista' (1979)

Hoy en día resulta inverosímil, pero hubo escándalo: en España, el debut largo de George Miller compartió clasificación ‘S’ con El fontanero, su mujer y otras cosas de meter, algunos críticos en Australia lo compararon con Mein Kampf y Stephen King lo tachó de bodrio. Pataleos a la medida de un filme concebido por el director durante sus turnos como médico de urgencias y cuyo rodaje en Melbourne juntó a moteros con policías que pasaron de dar caza al equipo a echar una mano en la producción. 

Tras semejantes apuros, la primera aventura de Max Rockatansky y su Interceptor V8 se convirtió en uno de los filmes más rentables de la historia, lanzó la carrera de un Mel Gibson al que todos acabamos apodando ‘Mad Mel’ y sirvió de piedra angular para el cine motorizado y postapocalíptico de los 80.

'Mad Max 2: El guerrero de la carretera' (1982)

Miller quería rodar un musical, pero el Páramo tira mucho: de nuevo con Buster Keaton y Harold Lloyd como referentes, el director minimizó los diálogos y aprovechó el mayor presupuesto para convertir sus fotogramas en viñetas de Métal Hurlant, rodando persecuciones que acabaron costándole una lesión grave al jefe de especialistas Guy Norris. El momento en el que este se dio el trompazo acabó llegando al montaje, ¡faltaría más!

'Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno' (1985)

La llegada a Hollywood de Miller y sus criaturas pudo haber sido triunfal, pero la muerte en 1983 del productor Byron Kennedy hizo que el australiano viviera el rodaje como una ordalía. Hagamos la vista gorda ante las irregularidades de la cinta (esos niños cargan lo suyo) y quedémonos con un diseño de producción más desquiciado que nunca, además de con la imagen imperiosa de Tina Turner como Tía Entity, señora de Negociudad.

'Las brujas de Eastwick' (1987)

Miller recuerda su primer trabajo rodado en EE UU como un baile con Satán, y no precisamente porque Jack Nicholson (salido del averno para revolucionar un pueblecito de Nueva Inglaterra) le sacara a la pista. 

Entre conflictos con el equipo y los productores, que le consideraban un advenedizo, y con una Cher empeñada en presidir el aquelarre, el director se las apañó para cocinar una comedia muy divertida a partir de la novelita de John Updike, incluyendo sus habituales desparrames con la cámara y un trabajo memorable de Veronica Cartwright, a cargo de un personaje al que hoy llamarían “Karen” en Twitter.

'El aceite de la vida' (1992)

Sacando partido de su formación como médico, Miller basó su primer drama en la historia discutida, pero real, de una pareja (Nick Nolte y Susan Sarandon, esta última de regreso tras Las brujas de Eastwick) en busca de una cura para la enfermedad congénita de su hijo. Pese a los aplausos y las nominaciones, el filme se dio un tremendo batacazo en taquilla.

'Babe, el cerdito en la ciudad' (1998)

Tras haberse forrado como productor y coguionista de Babe, el cerdito valiente (1995), el australiano decidió firmar él mismo la secuela... y volvió a estamparse económicamente, porque el público no se tomó nada bien que la fábula amable (pero con trasfondo carnicero) del primer filme se convirtiera en un cuento de pesadilla con un pie en el territorio de Roald Dahl y otro en el de Terry Gilliam.

'Happy Feet' (2006)

Así es el cine: uno se hace un nombre como rey de la acción postapocalíptica, pero acaba llevándose el Oscar con una peli de animación sobre un pingüino que baila claqué. Circunstancias aparte (aquel año, Pixar competía con Cars...), Miller disimuló con tino su mala uva en una cinta que, entre números musicales, alude a la neurodivergencia, la pesca de arrastre y el cambio climático.

'Happy Feet 2' (2011)

Las muertes de Steve Irwin y Brittany Murphy, ambos actores de voz en la primera entrega, pusieron en apuros el regreso de Miller a su Antártida animada. Pese a los tropiezos en taquilla y un palmarés mucho menos ilustre (no hubo nominación al Oscar, para empezar), la película vuelve a ofrecer números tan apoteósicos como esa Under Pressure con elefantes marinos.

'Mad Max: Furia en la carretera' (2015)

Treinta años de intentonas frustradas, un cambio de actor principal (Tom Hardy en lugar de Gibson) que puso de uñas a los puristas, un rodaje en Namibia que trituró los nervios tanto del reparto como de los ejecutivos de Warner, una Charlize Theron preguntándose qué demonios estaba haciendo allí, una persecución de dos horas... y una de las mejores películas de acción, no solo de este siglo, sino de la historia. ¡Sed testigos!

'Tres mil años esperándote' (2022)

Tras quedarse a gusto con Furia en la carretera, Miller volvió a la literatura (esta vez, un cuento de A. S. Byatt) para una adaptación cuyo tono alucinatorio se vio incrementado por la pandemia, y a la que no resta encanto su condición de aperitivo entre dos proyectos de gran presupuesto.

'Furiosa: De la saga Mad Max' (2024)

Puedes sacar a George Miller del Páramo, pero no al Páramo de George Miller: tras llevarse ovaciones en Cannes con esta precuela sobre el pasado de nuestra camionera postapocalíptica favorita (ahora con los rostros de Anya Taylor-Joy y la peque Alyla Browne), el australiano promete un nuevo filme de la saga, como mínimo. Recemos al gran dios V8 para que le dé salud y octanos. 

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Redactor 'Cinemanía'

Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Sus textos se publican en la revista Cinemanía desde 2005. Ha sido miembro fundador de Canino, web dedicada a la cultura popular, y redactor en el diario ADN, además de colaborador en medios como Mondo Sonoro, Neo2 y On Madrid-El País.

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