Interpretando a Margaret Thatcher en The Crown, Gillian Anderson vivió una colisión a gran velocidad con la familia real de Reino Unido. Y en La gran exclusiva, su nuevo filme para Netflix, la actriz vuelve a incordiar a los royals como Emily Maitlis, periodista que entrevistó al príncipe Andrés en una charla donde este reconoció su vínculo con Jeffrey Epstein.
A cuenta de este filme, donde ha coincidido con Billie Piper (Doctor Who) y Rufus Sewell (que interpreta al hijo menor de Isabel II), Anderson ha concedido una entrevista a Variety donde se queda a gusto con un tema candente de la actualidad. No hablamos del poder de los multimillonarios para eludir a la justicia, sino de la decadencia del periodismo.
"Han degenerado en tabloides"
"Es frustrante cuando las cabeceras no trabajan con integridad, ya sea en las noticias o en el entretenimiento, y degeneran en el periodismo de tabloide", señala Anderson. "Hay muy pocas que respeten la verdad, el trabajo y la integridad de las personas. Deberían tratar a su público como adultos capaces de formar sus propias opiniones".
Acerca de esto, Gillian Anderson invoca a uno de los grandes clásicos del cine sobre plumillas y escándalos: "Esta es la razón por la que películas como 'Todos los hombres del presidente' acaban siendo tan queridas", razona la actriz. "Porque hablan de algo que ya no se encuentra con facilidad hoy en día".
Por otra parte, Anderson asegura que La gran exclusiva no es una película contra la familia real británica. "Me impliqué para apoyar y aclamar a las mujeres valientes que dieron un paso adelante. A veces, sus voces se pierden en estas historias, pero intentamos recordarle a todo el mundo que esta historia habla de ellas, especialmente las víctimas de Epstein", afirma, recordando que algunas de esas víctimas fueron silenciadas por la policía y los servicios secretos de EE UU.
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