Hayley Mills, la chica Disney que pudo ser Lolita, se sincera: "Tuve mucha suerte pero me dificultó aspirar a otros papeles"

La chica Disney de los 60, protagonista de 'Polyana', 'Tú a Boston y yo a California' o 'Un gato del FBI' ha publicado sus memorias.
Hayley Mills
Hayley Mills
Hayley Mills

Cuando el director J. Lee Thompson buscaba un actor infantil para su película La bahía del tigre (1959) decidió cambiar de rumbo al conocer a la hija de su protagonista, el legendario John Mills (Cadenas rotas, La hija de Ryan). Cambió el género del personaje y dio a la pequeña Hayley Mills su primer papel cinematográfico con 12 años.

Este filme la llevó a ser descubierta por Walt Disney y, a pesar de no haberse planteado nunca trabajar en el mundo del espectáculo, convertirse en una de las mayores estrellas infantiles de los años 60. En cuanto Hayley Mills firmó un contrato con Disney pasó a protagonizar clásicos del cine infantil y juvenil como Polyana (1960), Tú a Boston y yo a California (1961), Los hijos del capitán Grant (1962) o Un gato del FBI (1965). 

En total fue una colección de seis títulos muy queridos y grandes éxitos comerciales que convirtieron a la británica en una estrella muy querida en EE UU, pero también la asociaron irremediablemente a ese tipo de papeles y condicionaron tanto su imagen personal –la expectación ante su primer beso en la gran pantalla, en La bahía de las esmeraldas (1964)– y en su propia carrera profesional como actriz.

Hayley Mills, a los 75 años, ha publicado sus memorias, tituladas Forever Young. En ellas cuenta la emoción de su primer encuentro con Walt Disney –"Lo que más me chocó es que, de repente, el creador de Blancanieves, Bambi o Pinocho era sencillamente un hombre. Pero no en plan decepcionante, como el mago de El mago de Oz. Walt Disney no era nada decepcionante", explica en The Hollywood Reporter– y cómo se fraguó su carrera estelar. 

"Tuve mucha suerte al trabajar en un estudio con un jefe que era una auténtica buena persona. Se preocupaba por sus trabajadores", ha contado en otra entrevista con Fox News. "También tuve el apoyo de mis padres, que conocían la industria desde dentro. (...) Es un mundo que puede pasarte por encima como una locomotora. De repente te ves rodeada de riqueza y de la atención de los demás. Es muy intenso y resulta muy fácil perderse si no tienes apoyos".

Una chica Disney para siempre

Ese nivel de protección ayudó a Mills a tener una adolescencia sin excesivos altibajos, pero la actriz también es consciente de las limitaciones que pudo sufrir. La comedia familiar Tú a Boston y yo a California fue un gran éxito donde ella interpretaba el papel doble de las dos hermanas gemelas que orquestan la reconciliación de sus padres. En ese momento, a Mills le surgió la oportunidad de trabajar en una producción muy diferente: la adaptación de Lolita que preparaba Stanley Kubrick en 1962.

"Me habría encantado hacerlo, lo deseaba. Me parecía un papel muy interesante, aunque no entendía del todo la obsesión sexual de Humbert Humbert [el protagonista masculino de la novela de Vladimir Nabokov]. Yo era virgen. Tenía 14 años. No sabía mucho de esas cosas, pero instintivamente sentía conexión con el personaje. Me habría encantado interpretarlo y, sobre todo, haber trabajado con Stanley Kubrick", afirma. 

Finalmente, fue la joven Shelley Winters quien interpretó a Lolita en la película de Kubrick. Ambas actrices quedaron encasilladas en sus papeles definitorios; Winters como la nínfula de Lolita y Mills como la siempre alegre (y bastante empalagosa) Polyana.

En su libro, Mills confiesa que desechó la oportunidad de Lolita porque una película así habría "socavado la imagen Disney" que tenía. No fue el único papel en producciones más adultas y atrevidas que le ofrecieron y la actriz rechazó por motivos similares. William Wyler la quería en su versión de La calumnia (1961), junto a Audrey Hepburn y Shirley MacLaine, pero también lo evitó.

"Creo que estar bajo contrato con Disney, a pesar de lo mucho que apreciaba la oportunidad que me estaba dando, y cómo iba mi carrera, lo cierto es que me dificultó aspirar a otros papeles y acabó influyendo en cómo me sentía yo mismo. No estaba segura de lo que era capaz", confiesa en THR. "Tuve mucha suerte, pero costó un precio".

Coordinador web 'Cinemanía'

Crítico de cine que ve demasiadas series, licenciado en Periodismo y posgraduado en Semiótica en la Universidad Complutense de Madrid; cayó en una marmita de Nouvelle Vague cuando era pequeño y lleva mucho tiempo acostándose tarde en festivales de cine.

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