Durante años Jeff Daniels se las ha apañado para ser un actor dramático muy sólido, tal y como demostró en papeles como el de The Newsroom o está demostrando, hoy mismo, protagonizando Todo un hombre en Netflix. Pero Daniels tiene múltiples registros y de vez en cuando se ha arrimado a la comedia, siendo un bautismo de fuego su aparición en Dos tontos muy tontos en 1994; hace treinta años ya. Se trata de una de las películas más elogiadas de los Farrelly, muy especialmente por la química que resultó tener Daniels con una estrella, esta sí, consagrada totalmente a la comedia: Jim Carrey. Él era Lloyd, y Daniels era Harry.
Posiblemente la escena más extrema de Dos tontos muy tontos involucrara a Daniels, y nos referimos por supuesto a aquella en la que ingiere laxante por error y ha de hacer ruidosamente de vientre en un retrete a punto de colapsar. Entrevistado en USA Today, Daniels reconoce que temió que esa escena fuera a arruinarle la carrera. “Tuve agentes, que no se equivocaron, que me decían ‘eres un actor serio’. ‘Esta no es la dirección en la que tienes que ir. Vamos a parar esto y a sacarte de esta película’. Pero yo quería cambiar las cosas con una comedia. Y quería trabajar con Jim Carrey”, recuerda el actor.
Daniels revela que el estudio quería que los Farrelly ficharan a un cómico profesional, como lo era Carrey. Así que tuvo que comprometerse al máximo. “Era como, tengo escenas. Sabía que iba a dejar huella. Pero si los directores las cortaban, la película sería ‘Jim y el otro tío’”. Daniels se rebeló contra los consejos de sus agentes, pero una vez se vio en la tesitura de rodar esa escena temió que, en efecto, las cosas estuvieran yendo demasiado lejos. “Una cosa es leer la escena del retrete, pero luego llega el día y vamos a hacer realmente la escena del retrete. Le dije a Jim ‘Esto es el principio de mi carrera o el final’. Jim, que no tiene miedo de nada, me dijo ‘va a ser genial, solo tienes que llegar hasta el final’”.
El consejo de Carrey le animó. “Fueron un par de horas de gimnasia de porcelana. Y ese primer plano cuando se acercan a mi cara roja. Llevaba tanto tiempo haciéndolo que casi me desmayo”. Dos tontos muy tontos tuvo tanto éxito como para dar pie a una precuela sin Daniels ni Carrey, y más tarde en 2014 una secuela tardía: Dos tontos todavía más tontos, celebrando el 20 aniversario. Daniels también ha hecho una pequeña reflexión sobre la vigencia de la película inaugural: “En términos de escenas cómicas, esa escena del váter probablemente nos sobrevivirá. Seguirá siendo graciosa dentro de 40 años”.
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