Kate Winslet zanja los rumores sobre su enemistad con James Cameron: "Estoy dispuesta a todo"

La actriz protagonizó 'Titanic' a las órdenes del megalómano cineasta, para reunirse 25 años después con él durante el complicado rodaje de 'Avatar: El sentido del agua'.
James Cameron dirigiendo a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en el set de 'Titanic'
James Cameron dirigiendo a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en el set de 'Titanic'
James Cameron dirigiendo a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en el set de 'Titanic'

Pocos directores en Hollywood con la reputación de James Cameron. Tanto por su habilidad para arrasar periódicamente en taquilla humillando las previsiones de la industria, como por su actitud dictatorial durante unos rodajes cuya escala mantiene estrictamente bajo control. Esta actitud es lo que, según se ha rumoreado durante un tiempo, provocó el malestar de Kate Winslet mientras rodaba Titanic a finales de los años 90. Una superproducción que fue un éxito absoluto de público y crítica además de darle a Winslet una nominación al Oscar, pero a la que le habría seguido el distanciamiento de director y actriz.

Winslet se mantuvo alejada de la filmografía de Cameron desde entonces, aunque tampoco es que sus películas abundaran: entre Titanic y Avatar: El sentido del agua Cameron solo rodó la susodicha Avatar, y de hecho para El sentido del agua volvió a reclutar a Winslet como si tal cosa. El sentido del agua supuso, entonces, la reunión de Cameron y Winslet 25 años después, y lo que nos llegó del rodaje es que la actriz lo había dado todo por la película. La tecnología motion capture de Avatar 2 permitía grabar a los intérpretes de los Na’vi bajo el agua, y así sucedió que Winslet batió el récord de contener la respiración mientras rodaba.

Winslet se pasó sumergida 7 minutos y 14 segundos, superando el anterior récord de Tom Cruise en esta liga: para cierta escena de Misión imposible: Nación secreta él duró 6 minutos y 36 segundos. En cualquier caso, la entrega de Winslet quedó fuera de duda, y de ahí que extrañaran entonces los persistentes rumores de que en algún punto se hubiera distanciado de Cameron. Entrevistada por Variety, la actriz lo ha aclarado por fin: “Una parte de mí se siente casi triste de que las cosas estúpidas y especulativas que se dijeron de Titanic en su momento eclipsaran la relación real que tengo con él. Él sabe que estoy dispuesta a todo. ¿Cualquier reto, cualquier indicación que me dé? Lo intentaré”.

Confirma, entonces, que “nunca hubo una ruptura”, y se ajusta a otras declaraciones de Cameron alabando el compromiso profesional de Winslet. El director contaba entonces que Winslet tuvo relación con Rose incluso antes de encarnarla en Titanic: “Me envió una rosa diciendo ‘tengo que ser tu rosa’”, mientras él dudaba de si ficharla para la película: en aquella época Winslet ya había aparecido en Sentido y sensibilidad y Hamlet, y Cameron dudaba si no sería un cliché contratarla para otra película de época. Por suerte estas dudas duraron poco.

“Parecía un casting perezoso. Pero luego se impusieron las cabezas más sabias y pude ver de qué hablaba todo el mundo. Está llena de vida. Entra en una habitación con mucha confianza y tiene esa chispa de vida”, cuenta. "Tuvo una pequeña depresión posparto cuando dejó ir a Rose. Hemos hablado de que a ella le calan muy hondo sus papeles, y sus personajes dejan en ella una impresión duradera, a veces dramática”.

Cameron no tiene más que buenas palabras para Winslet tras haberla dirigido en dos películas tan grandes como Titanic y Avatar: El sentido del agua. “Es todo mental. No es físico. Kate y Sigourney Weaver son personas con mucha fuerza de voluntad que dominan todo su instrumento, su mente, su voz, su cuerpo, todo. Y lo que las hace buenas actrices también las hizo buenas para aprender a bucear”.

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