Escuelas de cine

La ECAM lanza un máster para especializar a los futuros productores: “Son los primeros técnicos y espectadores de cada proyecto”

La Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid presenta el nuevo Máster en Gestión de Proyectos y Empresas Audiovisuales de la ECAM
La ECAM lanza un nuevo Master para productores.
La ECAM lanza un nuevo Master para productores.
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La ECAM lanza un nuevo Master para productores.

“El productor es el primer técnico y espectador de cualquier producto audiovisual”. La figura que actúa como pieza angular, consorte y motor de cada proyecto; y que Jaime Gona y Rosa Pérez conocen muy bien. Ambos son los coordinadores del nuevo Máster en Gestión de Proyectos y Empresas Audiovisuales de la ECAM. Una titulación que busca especializar a los profesionales que quieran dedicarse a este área, abarcando desde la financiación y creación de contenidos hasta la distribución y exhibición en las distintas plataformas existentes.

“En el rodaje, el productor debe estar pendiente de que se esté haciendo la película que ha imaginado el director, de que guionistas, actores y el resto del equipo estén cumpliendo sus objetivos; así como asegurarse de que todo lo relativo al proceso creativo esté saliendo como se esperaba”, añaden los responsables, cuya implicación con la escuela madrileña viene de lejos.

Gona fue alumno de varios cursos y participó como productor en la primera edición de La Incubadora –el programa de desarrollo de largometrajes de la ECAM que suma ya seis ediciones– con el título El profesor, de Daniel Castro. Iniciativa que también sigue de cerca Pérez, junto a otras actividades de la escuela.

Que la ECAM haya decidido poner en marcha este programa de posgrado –cuyo periodo de inscripción está abierto– responde directamente a la creciente demanda de profesionales que conozcan las necesidades de gestión de un sector en el que la producción de contenidos audiovisuales continúa creciendo. Y no solo a nivel nacional. “El audiovisual español está teniendo una repercusión a nivel mundial en todas sus vertientes, como los premios en Festivales Internacionales como la cantidad de espectadores que ven nuestras series en plataformas. No hay mejor valoración para un producto que el que sea visto y compartido”, reivindican los coordinadores.

Razón no les falta. Hace tan solo unos meses, el filme 20.000 especies de abejas, que formó parte de la segunda edición de La Incubadora, triunfó en el Festival de Berlín con el Oso de Plata a la Mejor interpretación femenina para Sofía Otero y el Guild Film Prize que conceden los exhibidores a la mejor película de la competición.

El reto de abrir tu propia productora

La nueva titulación de la ECAM pretende, entre otros puntos, permitir a sus alumnos obtener las herramientas necesarias para formar sus propias productoras. Algo que Eva Bodas, que estudió la Diplomatura de Producción hace unos años, terminó llevando a cabo. Su salida se vio truncada por la llegada de la pandemia y el “temor” por saber qué ocurriría. Aquella incertidumbre se terminó calmando hasta llegar al fértil contexto actual. Pudo realizar prácticas en Potenza Producciones y desde entonces ha enlazado trabajos tanto de ficción como publicidad para empresas como Disney+, Mammut y Bowfinger Internacional Pictures.

Ahora bien, le faltó poco tiempo tras salir de la escuela para darse cuenta de qué era lo que más le gustaba de su oficio: “Poder levantar mis propios proyectos, y sentía que a mi alrededor había muchos compañeros y compañeras con proyectos que quería producir”. Compañeros a los que cita como lo más valioso de haberse formado en la ECAM. “Es muy fácil conocer a gente, hacer amigos y colegas y profesión que entienden el cine de la misma forma en la que lo haces tú. Estas sinergias y relaciones impulsan muchos proyectos dentro y fuera de la escuela, y he acabado en más de un trabajo porque me ha recomendado algún profesor o compañero, incluidos de distintas promociones”.

Por ello, decidió crear su propia productora, 'Entre las piedras', con la que ya ha conseguido participar con distintos títulos en desarrollo en laboratorios y mercados como el Short Film Corner del Festival de Cannes y Abycine Lanza. El año pasado rodaron su primer proyecto, el cortometraje, La insurrección que viene de Antonio Llamas; y en 2023 esperan rodar La idea de una isla de Carmen Pedrero y ¿Por qué lloran las chicas? de Claudia Ortega.

En base a su experiencia, Bodas asegura que la gestión de empresas y el lado creativo de la producción “son muchas veces la cara de la misma moneda. Sin saber gestionar tu empresa es casi imposible sacar adelante los proyectos. Pero sin el lado creativo, ¿para qué estamos realmente haciendo todo esto? Desde fuera muchas veces parece que la producción es simplemente trabajar con números, cifras y burocracia, que, por supuesto que es una parte importante del trabajo, pero es clave recalcar que las funciones son tremendamente creativas”.

De ahí a que valore: “Formarte en un máster que te ayude a saber qué implica realmente tener una empresa, aprender nociones básicas de contabilidad y que te den las herramientas para hacerlo según tu modelo de negocio y la línea editorial que quieras llevar, me parece una maravilla”.

Para quienes quieran aventurarse a dedicarse a la producción, avanza que lo más complicado en el futuro será equilibrar la parte más racional con la más emocional del cine. “Encontrar los medios adecuados para hacer tu obra sin arruinarte en el camino, pero sin perder la pureza de esa historia, permitiendo que el creador o creadora tenga todas las herramientas para hacer juntos la mejor película posible”.

Productores como “hombre/mujer” del Renacimiento

¿Existe un perfil más adecuado para dedicarse a la producción? Jaime Gona y Rosa Pérez destacan que a la hora de seleccionar a los futuros alumnos lo que más valoran es que tengan “una actitud proactiva y ganas de aprender”. Como ellos mismos explican, la titulación ha sido creada para “dar formación en producción a personas normalmente recién licenciadas pero que no tengan experiencia suficiente como para poder enfrentarse a una producción o proceso de elección de una empresa audiovisual; y que a la vez necesitan de un conocimiento más detallado de la industria para poder formar parte de ella”.

En su punto de mira está igualmente adaptar el temario a las nuevas posibilidades de explotación y producción que se van generando en la industria. Una actualización que afecta al temario del máster: “Desde los cambios a la hora de financiar la película más autoral que nos podamos imaginar a analizar nuevos negocios que empiezan a florecer en plataformas como YouTube o Twitch, que son formatos que el productor tiene que empezar a tener en cuenta”.

Eva Bodas, por su parte, defiende que “un buen productor o productora tiene que ser prácticamente un 'hombre/mujer del Renacimiento': hay que saber gestionar equipos humanos con la suficiente inteligencia emocional para poder hacerlo desde la empatía pero sin perder a veces la firmeza, saber afrontar con resolución los problemas y 'crisis' que siempre acaban sucediendo en cualquier rodaje o proyecto, ser una persona creativa que puede entender todas las posibilidades de una historia que en un primer momento está solo sobre el papel y tener mucha resiliencia para seguir trabajando día tras día”.

Humildad, ambición y compañerismo son el tridente que destacan los responsables del máster como claves para quienes dedicarse a este oficio. A la hora de enseñar cine, consideran como fundamental transmitir que el audiovisual, “por muchos avances tecnológicos que existan, es un parte que se realiza en colaboración con un equipo humano”. Y reivindican: “Es igual de importante disfrutar del viaje como llegar al destino”.

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