La película definitiva de 'Dragon Ball Z' es un 'fan film'

Con el precedente de Dragonball: Evolution, un desastre sin perdón de Dios ni de Akira Toriyama, devolver las aventuras de Goku y compañía al mundo de la imagen real parecía una maniobra muy arriesgada. Por ello, si de ella se extrae una película buena, o muy buena, como parece ser Dragon Ball Z Saiyan Saga, la cosa tiene mucho mérito. Y más aún si consideramos que esta película, cuyo larguísimo tráiler de seis minutos nos llega vía DeCulture, es un fan film. Exacto: no hablamos de una superproducción de Hollywood, sino de una película indie cuya productora, K&K Productions, reunió más de 7.700 euros a través del crowfunding, llegando a rodar incluso en los estudios Pinewood (el plató de referencia para la saga de James Bond, sin ir más lejos).

Ojo al parche, lectores, porque esta adaptación de la serie animada acierta en todo lo que nos decepcionó la película de 2009: todos los actores son asiáticos, salvo aquellos cuyos papeles no lo reclaman, los efectos especiales son sobresalientes y el tono, entre lo épico y lo cachondo, es justo el adecuado. Aparte de un protagonista (Peter Peralta) capaz de hacer llorar lágrimas de sangre a Justin Chatwin con un kamehame, nosotros queremos destacar lo riquiño de Brandon Ly como el pequeño Gohan... Y la tableta que se gasta Isky Fay en el papel de Yamcha. ¡Que lo disfruteis!