La producción de Los asesinos de la luna fue ajetreada, y no solo por las dificultades de la financiación (Paramount tuvo que asociarse con Apple para cubrirla) sino también por las dudas con el enfoque. Estas dudas llevaron por ejemplo a que Leonardo DiCaprio intercambiara personaje con Jesse Plemons, y a que Martin Scorsese propusiera una nueva versión donde los hombres blancos no tuvieran tanto protagonismo en los horripilantes hechos reales que narró David Grann originalmente. Estos hechos implican la masacre de la Nación Osage en los años 20, para que unos cuantos blancos se hicieran con su petróleo.
En pos de respetar la experiencia de los nativos, Scorsese recurrió a varios asesores de origen Osage que le ayudaran a retratar fielmente su cultura. Según la película se estrenó en el Festival de Cannes hubo unas cuantas voces que alabaron el cuidado de Scorsese, pero ahora que Los asesinos de la luna llega a cines le ha tocado el turno a las posturas disonantes. Tanto Christopher Cote como Janis Carpenter han asesorado Los asesinos de la luna, pero no están del todo conformes con el resultado. El motivo vendría a ser que, por mucho que Scorsese intentara lo contrario, la perspectiva blanca es predominante en el film.
Carpenter dice tener “sentimientos encontrados”. “Es maravilloso ver muchas de nuestras costumbres tribales, pero otras cosas son difíciles de manejar”. Christopher Cote, que cuidó que la lengua Osage llegara fielmente a la pantalla, ha dicho en el Hollywood Reporter que Los asesinos de la luna “no está hecha para el público Osage, está hecha para todos”. “Como Osage me habría encantado que la película se centrara en lo que Mollie Burkhart y su familia experimentaron, pero eso creo que solo podría haberlo hecho un Osage”, se extiende Cote.
Mollie está interpretada por Lily Gladstone, mujer Osage que ve cómo los miembros de su familia empiezan a ser asesinados, y acaba descubriendo que uno de los responsables es su marido, Ernest. A quien encarna DiCaprio. “Scorsese, sin ser Osage, ha hecho un gran trabajo representando a nuestra gente, pero esta historia está narrada desde la perspectiva de Ernest e intentan darle sentido desde la consciencia y el amor”, prosigue Cote. “Pero cuando alguien conspira para asesinar a toda su familia, no hay amor. Es algo que va más allá del abuso”.
La crítica general, por su parte, se ha rendido a Los asesinos de la luna, y de hecho se habla de una más que posible nominación al Oscar para Gladstone por su personaje, sea secundario o no.
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