'Los renglones torcidos de Dios': ¿existe realmente el hospital psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla?

“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma, que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”, señalaba Torcuato Luca de Tena en su novela Los renglones torcidos de Dios (1979). Aún tendrían que pasar años para que las enfermedades mentales fueran tomadas en consideración, arrastrando su estigmatización a nuestros días. 

El literato español quedó atrapado en este universo vesánico, por el que no dudó en internarse en el hospital psiquiátrico de Conxo (Santiago de Compostela) durante 18 días, pasando los procedimientos ordinarios de cualquier paciente. Este experimento daría como resultado una de las novelas más célebres de todos los tiempos. 

Una reclusión buscada que fue posible gracias a la colaboración de un inestimable amigo, el célebre psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera, quien también se encargó de escribir el prólogo de la obra. Sus vivencias allí marcaron inevitablemente el carácter del ficticio hospital psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla, situado en la novela en Zamora (Castilla y León).

Ahora, Oriol Paulo nos trae una nueva versión del sanatorio en su revisión cinematográfica, cuyo escenario principal llevaba al equipo a la antigua Tabacalera de Tarragona. Un lugar que acoge la confrontación entre los pacientes y médicos especialistas de Los renglones torcidos de Dios.

La Tabacalera de Tarragona

La fábrica de tabaco de Tarragona colocó su primera piedra en 1923, pero los problemas en sus excavaciones (el hallazgo de una necrópolis romana paleocristiana) y una mayúscula inundación provocaron que la producción no comenzara realmente hasta 1932, la fecha en la que se transformó en el primer centro de fabricación de Tabacalera en España. 

Un complejo de edificios orquestado por el arquitecto Miquel Quesada Navarro, que sufriría un gran desgaste con el estallido de la Guerra Civil. Entre 1936 y 1939, la maquinaria y los trabajadores se trasladaron a las localidades de Sabadell y Vic. Un traslado momentáneo superado tras la contienda, cuando la actividad regresó al lugar y funcionó durante décadas.

En 2005, sus 68.000 metros cuadrados de terreno fueron adquiridos finalmente por el Ayuntamiento de Tarragona, actual dueño de la Tabacalera. Desde que la multinacional Altadis cesara finalmente la fabricación de tabaco en 2007, diversos proyectos han planteado alojar centros sociales o culturales en este emplazamiento, entre ellos el nuevo Museo Arqueológico de Tarragona. Pero, aún ninguno se ha materializado y ha ocasionado que el lugar se convierta en un gigantesco set de rodaje.

Este antiguo eje industrial de la ciudad catalana dio vida a los escenarios exteriores de la película protagonizada por Bárbara Lennie y Eduard Fernández, cuyos interiores realmente pertenecen a otro lugar. 

La antigua fábrica de Mercedes Benz, el edificio de los años 70 situado en Barcelona, acogió así también las desventuras de la detective Alice Gould. Un edificio reconvertido recientemente en espacio público y lugar de 1.300 nuevas viviendas, que muestra la posibilidad de reformar lugares que han caído en el olvido, pese a la belleza y la magnitud de estas construcciones. 

Un trabajazo de VFX

Aunque algunas de las labores de la industria cinematográfica continúan siendo bastante ajenas para el espectador, la relevancia de los efectos especiales no ha pasado inadvertida. Un gran avance digital que también ha sido responsable de la imagen de la Tabacalera de Tarragona de la que disfrutamos en Los renglones torcidos de Dios.

A pesar de que el edificio era utilizado como base para la construcción del sanatorio, hasta 400 planos de VFX fueron realizados para el filme de Oriol Paulo. Un verdadero trabajo de artesanía digital, que, sin duda, se suma al conjunto de elementos por los que el filme ha conquistado al público y la crítica, cosechando hasta seis nominaciones a los Premios Goya. Ahora, Los renglones torcidos de Dios aterriza en Netflix (9 de diciembre) para continuar ampliando su público. 

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.