Las mejores películas de Sophia Loren, la diva italiana que conquistó Hollywood

A sus 89 años, puede que la actriz no vuelva a estrenar ninguna película: atrás quedan, sin embargo, sus años americanos, su matrimonio cinematográfico con Marcello Mastroianni, su histórico premio Óscar o aquel rodaje en España en el que tomó al Cid Campeador por esposo.
Sophia Loren en 'Arenas de muerte'
Sophia Loren en 'Arenas de muerte'
Cinemanía
Sophia Loren en 'Arenas de muerte'

Nápoles, antes de ser Nápoles, fue la tumba de una sirena. La leyenda cuenta que la belleza de Parténope era envidiada por las diosas y Afrodita, en venganza, convirtió a esta mujer en un criatura alada o pisciforme, según el mito que se consulte. Parténope fue una de las sirenas que tentaron a Ulises en su largo regreso a casa, y su fracaso la condenó a morir ahogada. Los pescadores recuperaron su cuerpo y erigieron un templo en su honor en torno al cual creció la población que, siglos más tarde, se llamaría Nápoles. A este puerto iría a parar, milenios después, otra sirena

Sophia Loren nació en Roma hace, hoy, 89 años. Como la Nápoles que la acogió durante la Segunda Guerra Mundial, la italiana cambió de nombre a lo largo de su vida: del kilométrico Sofia Constanza Brigida Villani Scicolone pasó, por mediación de la revista Sogno para la que trabajó como modelo, a Sofía Lazzaro, ya que consideraban que este apellido tenía más clase que Scicolone (Loren, por cierto, es vizcondesa y no de Hong Kong, sino de Pozzuoli).  

Sophia Loren en 'El Cid'
Sophia Loren en 'El Cid'
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A continuación, le recomendaron llamarse “Sophia” para que su candidatura a futura estrella de Hollywood tuviera más fuerza y, por último, el apellido “Loren”, elaborado a partir del nombre de la actriz sueca Märta Toren, con la que los productores apreciaban un parecido. El bautizo podía ayudarle pero, en el fondo, triunfar dependía de ella. En una Italia en la que la gran diva del cine era Anna Magnani, Sophia Loren se convirtió en la encarnación de esa mujer arrebatadora, desenvuelta y arrolladora, capaz de cortar el aliento con solo fijar sus grandes ojos pardos en la lente de una cámara. 

El legendario productor transalpino Carlo Ponti la conoció cuando la actriz aún tenía quince años y paseaba su incipiente belleza por las pasarelas del país. Él superaba los treinta y cinco. Dos décadas después, se casaron: para entonces, la Scicolone ya era Loren, tenía un Óscar y su nombre dominaba las doradas colinas de Hollywood junto al de Greta Garbo, Ingrid Bergman o Simone Signoret. Es decir, junto al de otras sirenas que atravesaron el mar y, a diferencia de Parténope, lograron cautivar con su canto a ese Ulises lunar que es la gran pantalla. 

Sophia Loren debutó en 1950, se curtió en varias producciones italianas de tercera fila e, incluso, se dejó ver brevemente en Quo Vadis antes optar a sus primeros papeles como protagonista. En total, la romana aparece acreditada en más de cien títulos, y estos son los quince mejores

La actriz italiana Sofía Loren (c) y su hijo, el director italiano Edoardo Ponti (i), posan para los fotógrafos a su llegada a la proyección de "Deux Jours, Une Nuit" (Two Days, One Night) en la 67 edición del Festival de Cannes, Francia.
Sophia Loren y su hijo, Edoardo Ponti.
EFE

15. ‘La vida por delante’ (2020)

Empecemos por el final: tras una década lejos de las pantallas, Sophia Loren suspendió su retiro para interpretar a un personaje al que ya había dado vida Signoret en Madame Rosa. El motivo de su regreso hay que buscarlo en el apellido del director de La vida por delante, Ponti. Edoardo Ponti, su hijo. Con 86 años, Loren se deslizó bajo la piel de una superviviente del Holocausto que toma bajo su cuidado a un niño senegalés que vive en las calles. 

La película no tiene mucho más que el resplandor intacto de su estrella, una Sophia Loren que ha estado deslumbrante en todas las etapas de su trayectoria, pero sirve para marcar un punto de partida: puede que Loren nunca vuelva a actuar y que la vida que le quede por delante sea una tranquila existencia de noble y vetusta dama del celuloide, pero esta es su vida anterior: su vida como la mujer de la que todos nos enamoramos.

Sophia Loren como Madame Rosa, en 'La vida por delante'.
Sophia Loren en 'La vida por delante'.
REGINA DE LAZZARIS AKA GRETA / NETFLIX / EFE

14. 'La sirena y el delfín’ (1957)

El personaje de Sophia Loren encontraba bajo el mar un ídolo de incalculable valor, al tiempo que Hollywood hallaba, en Loren, una estrella escondida bajo las aguas de Italia. 

La sirena y el delfín fue el primer título americano de Sophia Loren, un desembarco para el que la actriz se había preparado a conciencia: su inglés, como demostrará a lo largo de la siguiente década, es espléndido, y su apostura no se empequeñece ante actores de la talla de Clifton Webb y Alan Ladd, diminuta esta última, eso sí: se excavaron zanjas para las escenas en las que Loren y Ladd salen juntos, de forma que ella estuviera siempre unos centímetros por debajo de su galán, que a duras penas llegaba al metro setenta. 

Sophia Loren y Clifton Webb en 'La sirena y el delfín'
Sophia Loren y Clifton Webb en 'La sirena y el delfín'
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13. ‘Cintia’ (1958)

Cary Grant y Sophia Loren estuvieron cerca de casarse, también, fuera de cámara. Al final, la italiana se decantó por esa figura tutelar, en la que el marido y el padre se confundían, llamada Carlo Ponti: Cintia no es la primera película en la que coincidieron Grant y Loren y, mientras la rodaban, la margarita que deshojaba esta última acabó enervando al conquistador infalible. 

La última colaboración de ambos no es particularmente divertida, pero su lado sentimental funciona bien, los personajes no son maniquíes y, como los grandes actores que eran, Grant y Loren supieron disolver sus diferencias al primer golpe de claqueta, e inundan la pantalla con su cautivadora química. 

Sophia Loren y Cary Grant en 'Cintia'
Sophia Loren y Cary Grant en 'Cintia'
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12. ‘El Cid’ (1961)

La superproducción de Anthony Mann es tan fiel al Cantar del mio Cid como este a la vida del Rodrigo Díaz de Vivar histórico. Bajo la mirada ocasional de Menéndez Pidal, que visitó el rodaje para contemplar, por Charlton Heston, al personaje que tanto había estudiado, Sophia Loren da vida a una Jimena que estuvo a punto de interpretar Sara Montiel, entonces esposa del director (según ella, supuestamente rechazó el papel y sugirió a Loren en su lugar). 

Más de sesenta años después de su estreno, El Cid continúa siendo un espectáculo visual que no deja sentir el peso de sus tres horas de metraje en ningún momento, a diferencia de lo ocurrido con La caída del imperio romano, donde Mann y Loren volvieron a trabajar juntos. 

Sophia Loren y Charlton Heston en 'El Cid'
Sophia Loren y Charlton Heston en 'El Cid'
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11. ‘El oro de Nápoles’ (1954)

Su padre biológico la abandonó cuando aún era una niña y, a cambio, el cine le proporcionó dos tutores: Carlo Ponti y Vittorio de Sica. Loren hizo sus mejores películas con el director italiano, que vio en ella no sólo a la mujer más bella de la tierra, sino a una actriz que no tenía nada que envidiarle a Magnani, Hepburn o Leigh. 

El oro de Nápoles es una cartografía social y sentimental de la ciudad italiana, que ensambla varias historias sobre sus vecinos: la más divertida es la que protagoniza el carismático Totò, que debe sufrir la ocupación consentida de su hogar por parte de un quejicoso hampón; y la más estremecedora, la de Silvia Mangano, que encarna a una recién casada que descubre que su marido, al que apenas conoce, se ha servido del matrimonio para expiar una trágica muerte de la que se siente responsable. 

Loren, por su parte, encarna a una libidinosa pizzera cuyo anillo de matrimonio desaparece de pronto. El propio De Sica se reservó un papel en su película: el de un conde crápula y arruinado, en la tradición italiana que luego desembocaría en el conde Mascetti de Monicelli o, al otro lado del Mediterráneo, en nuestro berlanguiano marqués de Leguineche.

Sophia Loren en 'El oro de Nápoles'
Sophia Loren en 'El oro de Nápoles'
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10. ‘El hombre de la Mancha’ (1972)

Dos leyendas fundacionales de nuestro país se han enamorado, en la gran pantalla, de Sophia Loren: El Cid y Don Quijote de la Mancha. Injustamente olvidada, El hombre de la Mancha es una extravagante y bien medida fusión entre un musical de la MGM y un Estudio 1 en el que, a través de un juego metatextual, se somete a juicio si la cuestión de si es mejor enloquecer a causa de la realidad, o vivir engañados por la fantasía.

Peter O’Toole interpreta a Miguel de Cervantes, cuyos huesos han ido a parar a una mazmorra de la Inquisición, y también a Don Quijote de la Mancha; Loren, a una prisionera y, también, a Dulcinea del Toboso, personaje que en El hombre de la mancha va más allá de la representación ideal de Alonso de Quijano, humanizándolo de forma semejante a cómo Jesucristo Superstar hará con Judas Iscariote.

Sophia Loren y Peter O'Toole en 'El hombre de la Mancha'
Sophia Loren y Peter O'Toole en 'El hombre de la Mancha'
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9. ‘Boccaccio '70’ (1962)

Aunque Loren fue la gran estrella del cine italiano, nunca trabajó para Visconti, Fellini, Antonioni o Pasolini. Lo cual es, hasta cierto punto, comprensible si eres la actriz favorita de uno de los mejores directores de la historia, De Sica, y este quiere contar contigo en todos sus proyectos. Aun así, Bocaccio’ 70 es lo más cerca que se encontró Loren de estar bajos las órdenes de Visconti y Fellini, que dirigen dos historias de las cuatro que componen este Decamerón moderno. 

Las restantes corren a cargo de Monicelli, con el que Loren sí colaboró; y de De Sica, donde por supuesto actúa la italiana, dando vida a una feriante cuyo atractivo lleva a organizar una rifa en la que el premio no es económico, sino sicalíptico: el que gane, podrá pasar una noche con ella. Obviamente, participa toda la ciudad de Nápoles. 

Sophia Loren en 'Bocaccio' 70'
Sophia Loren en 'Bocaccio' 70'
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8. ‘Los girasoles’ (1970)

La madre de Marcelo Mastronniani tenía una teoría: su hijo hacía tan buena pareja con Sophia Loren gracias a las narices de ambos. La de Loren, aquilina, contrastaba con la roma de Mastronniani y, por tanto, sus rostros encajaban a la perfección durante un beso. Sea por esto o porque, simplemente, Mastronniani y Loren eran dos actores inigualables, juntos hicieron más de diez películas, entre las que se encuentra una con un Óscar y otra con el récord Guinness a título más largo, 29 palabras que, en España, se redujaron a tres, La viuda indomable

Tutelados por el ubicuo De Sica, Los girasoles recorre la vida de Giovanna y Antonio, casados pocos días antes de que estalle la Segunda guerra mundial y los hombres sean llamados al frente. Antonio simula estar loco para eludir la leva, pero es descubierto y enviado a Rusia, donde se le pierde la pista y es dado por muerto. Giovanna, en cambio, continúa albergando esperanzas de que Antonio haya sobrevivido, y viaja a Rusia para buscarlo.

Sophia Loren en 'Los girasoles'
Sophia Loren en 'Los girasoles'
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7. ‘Arenas de muerte’ (1957)

La vizcondesa de Pozzuoli coincidió, en su primer año en Hollywood, con El Duque, a secas. John Wayne y Sophia Loren sólo trabajaron juntos en una ocasión, pero esta fue suficiente para probar que el coloso americano y la diva italiana compartían un mismo lenguaje en pantalla. Según cuenta Jack Cardiff, autor de una majestuosa fotografía en Arenas de muerte, John Wayne se presentó en el set de rodaje con su sombrero de hacer wésterns. Al indicarle Cardiff que aquella no sería una película del oeste, el director Henry Hathaway intervino: “¡Él siempre hace wésterns!”. 

Y, aunque Arenas de muerte se desarrolla en el Sahara, Hathaway llevaba razón: este título, disponible en Filmin, contiene el sediento peregrinaje a través del desierto de Tres padrinos y la fuerza narrativa que emana de una estrecha convivencia entre desconocidos y enemigos que hizo inolvidable a La diligencia. Este largometraje, en cambio, no ha disfrutado de la posteridad de los filmados por John Ford, director al que no es difícil imaginarse, en algunas secuencias, atisbando con su perspicaz parche tras las cámaras.  

Sophia Loren y John Wayne en 'Arenas de muerte'
Sophia Loren y John Wayne en 'Arenas de muerte'
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6. ‘Los condenados de Altona’ (1962)

Tampoco figura este título entre los más citados de Vittorio de Sica, pese a que un simple vistazo a sus títulos de crédito ya genera interés: acompañando a Loren, están Robert Wagner, Frederic March y un delirante Maximilian Schell que venía de ganar un Óscar por Vencedores o vencidos

Basada en un texto de Jean Paul Sartre, Los condenados de Altona, a la manera de un descorazonador Good Bye, Lenin!, se sumerge en una sociedad de culpables (“somos los hijos de los asesinos”, dice un sarcástico March en una ocasión) que, más que pagar por sus crímenes, quieren ser perdonados y absueltos porque en el fondo consideran que sus manos nunca llegaron a mancharse de sangre. 

Sophia Loren en 'Los condenados de Altona'
Sophia Loren en 'Los condenados de Altona'
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5. ‘La ladrona, su padre y el taxista’ (1954)

Sophia Loren confesó en una entrevista que nunca se había visto guapa. Sin embargo, durante el tramo inicial de su carrera, eso era todo lo que veían en ella los productores: una belleza que servía como reclamo para que toda la población masculina en las inmediaciones de cine comprara una entrada.  

Sin embargo, esta tendencia comenzó a cambiar con La ladrona, su padre y el taxista, una comedia italiana canónica e hilarante en la que podemos disfrutar, en un solo plano, del mejor actor, la mejor actriz y el mejor director del cine italiano, esto es, Mastroianni, Loren y De Sica. Nunca hasta entonces habían coincidido ni trabajado juntos: Marcello y Sophia le contaron al presentador Dick Cavett cómo se conocieron: “Llevamos casados más de veinte años”, señaló Loren. La ladrona, su padre y el taxista fue su noche de bodas. 

Vittorio de Sica, Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'La ladrona, su padre y el taxista'
Vittorio de Sica, Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'La ladrona, su padre y el taxista'
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4. ‘Ayer, hoy y mañana’ (1963)

Cuando uno escucha el nombre de Vittorio de Sica, tiende a pensar en niños desamparados, en profesores de gramática junto a las vías de un tren o en ciclistas que huyen de la miseria en una bicicleta con las ruedas pinchadas. Sin embargo, Vittorio de Sica también nos ha hecho reír, como en esta película, que le dio su primer Óscar (“sólo” tiene dos) y en la que Mastroianni y Loren hacen pareja por triplicado.

En la primera historia, Loren es una estanquera decidida a no pisar la cárcel, encadenando un embarazo con otro a expensas de consumir a su marido, un extenuado Mastroianni; en la segunda, un drama entre dos divertidísimas comedias, Loren y Mastroianni son dos amantes unidos en la pasión que sienten el uno por el otro y separados en todo lo demás; y, en la tercera, cliente y prostituta de confianza: el strip-tease frustrado de Loren ante un lobuno Mastroianni incapaz de articular una palabra es una de esas secuencias que el matrimonio de Sophia y Marcello dejó en herencia a la humanidad. 

Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'Ayer, hoy y mañana'
Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'Ayer, hoy y mañana'
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3. ‘Dos mujeres’ (1960)

En principio, Anna Magnani iba a ser la protagonista de esta adaptación de Moravia, mientras que a su hija la interpretaría Sophia Loren. En cambio, este proyecto se abandonó y, años después, sería Loren la encargada de dar vida a la desgraciada Cesira. Su interpretación le concedió una decena de premios, entre ellos un Óscar a mejor actriz que la convirtió en la primera persona en ganarlo por un papel en el que la lengua empleada no era el inglés.

Entre las actrices nominadas, estaban Audrey Hepburn por Desayuno con diamantes o Natalie Wood por West Side Story, la película triunfadora de aquella edición. Si Dos mujeres no se alzó también con el Óscar a Mejor película sólo fue porque, debido a un problema burocrático, Italia no envió la documentación pertinente a tiempo: habría competido contra Como en un espejo de Bergman y nuestro Plácido

Sophia Loren en 'Dos mujeres'
Sophia Loren en 'Dos mujeres'
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2. ‘Una jornada particular’ (1977)

Además de su idilio profesional con Vittorio De Sica, Sophia Loren actuó para otro de los maestros del cine italiano, Ettore Scola, en este drama que de nuevo la reunía con su esposo en la gran pantalla, un Marcello Mastroianni que se alejó en seguida del latin lover de La dolce vita aceptando papeles desafiantes como el de Gabriele. 

En una Italia gangrenada por su adhesión hacia Mussolini, los personajes de Loren y Mastroianni son los únicos en quedarse en casa durante un desfile militar organizado para recibir a Hitler. Aunque nunca han intercambiado una palabra, la fuga de una miná (una especie de pájaro que Loren tiene como mascota) que va a refugiarse en el balcón de Mastroianni los pone en contacto.

Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'Una jornada particular'
Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'Una jornada particular'
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1. ‘Matrimonio a la italiana’ (1964)

De nuevo, Marcello. De nuevo, Vittorio. De nuevo, Sophia. Mastroianni, De Sica y Loren aún colaborarían en más películas tras Matrimonio a la italiana, pero esta es la encarnación de ese mágico matrimonio de tres gracias al cual las vidas de los espectadores fueron un poco más felices.  

También es una de las representaciones más estilizadas de la comedia italiana, género poblado por mujeres dominadoras y hombres subyugados, por discusiones furibundas silenciadas con un beso y patios de butacas inflamados de carcajadas como esa que despierta un pobre aldeano al pedir ayuda para subir a un autobús, después de que seis hombres peleen entre ellos para aupar a Sophia Loren hasta el vehículo. 

Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'Matrimonio a la italiana'
Sophia Loren y Marcello Mastroianni en 'Matrimonio a la italiana'
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