Menos 'Luca' y más franquicias: Pixar tiene una preocupante nueva consigna para sus cineastas

La Casa del Flexo quiere borrar del mapa las películas más personales para centrarse en el producto comercial y las propiedades intelectuales fácilmente explotables.
Una imagen de 'Luca'
Una imagen de 'Luca'
Pixar
Una imagen de 'Luca'

Con sus buenas críticas, sus frases citables ("Silenzio, Bruno!", para empezar), ese encanto playero y ese guion capaz de enganchar tanto a los aficionados al ciclismo como al público LGTBI, Luca parece uno de los mayores logros recientes de Pixar. Sin embargo, la película de Enrico Casarosa ha disgustado lo bastante a los ejecutivos como para que estos la pongan como ejemplo de aquello que el estudio no debe hacer tras su reconversión por parte de Disney. 

Un reportaje de Bloomberg cita Luca, así como otras películas tales que Red y Elemental, como el tipo de filmes que van a desaparecer bajo el liderazgo de Jim Morris, nuevo presidente del estudio. Agobiada por las malas cifras de estrenos como Lightyear, y afrontando la mayor ola de despidos de su historia (175 empleados menos), la Casa del Flexo encara el futuro bajo una nueva consigna. 

¿Cuáles son las nuevas normas de Pixar?

Pete Docter, uno de los directores más célebres de Pixar, explica que las cifras de Lightyear y Elemental han puesto los pelos de punta a los altos mandos. "Ha habido un periodo intenso y auténtico de autoexamen y de sentirnos como si la hubiéramos fastidiado de alguna manera", recuerda.   

Durante esta época, los ejecutivos del estudio analizaron exhaustivamente los filmes en cuestión para averiguar por qué no cayeron bien en taquilla mientras los trabajos de la rival Illumination Entertainment, como Super Mario Bros., Mascotas y las inacabables secuelas de Gru. Mi villano favorito, subían como la espuma. Su conclusión fue lo bastante severa como para aleccionar a los directores acerca de qué tipo de proyectos deberán evitar en el futuro. 

La primera consecuencia del escrutinio será no producir más filmes de tinte personal. Recordemos que tanto Luca (inspirada por los recuerdos de infancia de Casarosa) como Red (una metáfora sobre la adolescencia de Domee Shi como hija de inmigrantes) y Elemental eran trabajos con un acusado matiz autobiográfico. 

En lugar de eso, las nuevas películas de Pixar aspirarán a meterse en el bolsillo al público generalista mediante conceptos más accesibles. Algo que, traducido a nuestro idioma, equivale a potenciar las secuelas, los spin-off y los títulos con potencial de convertirse en franquicias.

"No creo que dejemos nunca de estar obsesionados con entregar las mejores películas posibles, aquellas con las que el público se pueda identificar", asegura Pete Docter. Pero la cancelación de proyectos con tan buena pinta como Elio (una historia de ciencia-ficción dirigida por Adrian Molina, guionista de Coco)  para desviar sus recursos a Del revés 2 hacen entender justo lo contrario. 

"Elio parece una buena película", reconoce Jim Morris. "Pero con Del revés 2 al menos podremos ver si una película Pixar de toda la vida con una propiedad intelectual bien conocida aún nos funciona". En el peor de los casos, el reencuentro con Riley y las figuritas que habitan en el interior de su psique podría ser el primer paso en un camino que hará perder al estudio todo aquello que lo hacía especial. 

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