Entrevista

Mia Hansen-Løve presenta en 'La isla de Bergman' su carta de amor al cine: "Es el clímax de todo lo que he intentado"

La cineasta francesa nos lleva hasta el refugio de Ingmar Bergman para contar la complicada relación de una pareja de cineastas.
Vicky Krieps y Tim Roth en 'La isla de Bergman'
Vicky Krieps y Tim Roth en 'La isla de Bergman'
Cinemanía
Vicky Krieps y Tim Roth en 'La isla de Bergman'

Según Mia Hansen-Løve (París, 1981) hay películas que “quieres hacer” y películas “que necesitas hacer”. La que ahora se estrena en España, La isla de Bergman, estaría entre las primeras, junto a Edén (2014), aquel retrato de la noche y la música electrónica parisinas que le inspiró (y escribió junto a) su hermano DJ. 

Entre las segundas, metería El porvenir (2016), inspirada por su madre; y la última, que ha terminado y estrenó en Cannes (ganando premio en la Quincena de Realizadores), Un beau matin, inspirada por la enfermedad y muerte de su padre. Y, sin embargo, todas ellas forman parte de un todo, de un camino cinematográfico que emprendió la directora hace 15 años (con su ópera prima Tout est pardoné) en un sentido curativo y de enfrentamiento personal con la realidad. Es decir, todas hablan de ella y de su mundo.

“Antes de querer ser cineasta, quería escribir, pero era algo muy solitario. Cuando haces películas tienes que amar la realidad, tratar con ella, aceptarla. Hacer películas también implica encontrar el dinero, trabajar con gente, estar con gente, abrirte a otro mundo”, explica y recuerda su viaje a India por Maya (2018) o a Fårö, Suecia, por La isla de Bergman.

Fotograma de 'Bergman Island', de Mia Hansen-Løve.
Fotograma de 'Bergman Island', de Mia Hansen-Løve.
Cinemanía

“Tienes que amar el mundo para poder hacer películas, si solo estás encerrado en ti mismo no puedes hacer películas. A eso me refiero cuando digo que el cine me salvó. Gracias al deseo de hacer cine y expresarme a través de ese medio, aprendí paso a paso a estar más en paz con el mundo real, en vez de vivir solo en sueños, en el pasado… En ese sentido, el cine me trajo al presente”. 

Y, en ese sentido, asegura que todas sus películas anteriores la condujeron a La isla de Bergman. “Es el clímax de todo lo que he intentado hacer”, nos decía recién llegada de la primera parte del rodaje. “Es mi intento de explicar qué es para mí ser una mujer en el cine”. Un papel inseparable de ser mujer en el mundo, madre, esposa, amiga. Es el dilema que vive su álter ego, Chris (interpretada por Vicky Krieps), quien junto a su marido, también cineasta, Tony (Tim Roth), se instalan un verano en Fårö, la isla que habitó Ingmar Bergman los últimos 20 años de su vida, buscando inspiración.

“En la historia del cine no sé si existen películas conocidas sobre mujeres cineastas”, cuenta Hansen-Løve. “Quizá ahora hay más, y cada vez haya más, tampoco pretendo ser la primera, pero hay decenas de filmes que hablan sobre el trabajo de hombres directores y artistas y las que vemos de mujeres son del pasado. Pensé que era interesante mostrar qué es ser directora de cine hoy, porque creo que es diferente a la experiencia de los hombres”.

Escenas de un matrimonio.
Escenas de un matrimonio.
CG Cinema

Y pone como ejemplo una escena de La isla de Bergman en la que Chris dice que no entiende cómo hizo Bergman para tener nueve hijos y cinco mujeres, cuando ella lleva dos días separadas de su hija y ya lo lleva mal. “Adoro a Bergman, todas sus películas, le admiro, pero estoy de acuerdo con Chris, no pretendo juzgarlo o criticarlo, pero creo que lo que hizo él, ninguna mujer podría hacerlo. Él tenía hijos y tenía claro que no debía cuidarlos, pero yo tengo dos y no sería feliz si no pudiera estar con ellos”, razona. Ese es uno de los conflictos que vive su protagonista, a quien le cuesta encontrar la calma en mitad de un matrimonio ya turbulento para escribir. En parte, además, la relación que se ve en pantalla entre Krieps y Roth era reflejo del final de la suya con el cineasta Olivier Assayas.

“Este es el tipo de película por el que me dedico a la interpretación”, explica Vicky Krieps. “Es una película que se pregunta quién eres como artista, como mujer, como madre, como esposa, como amante... ¿Son todas estas mujeres la misma persona? ¿Qué es real? Y creo que lo que dice la película es que siempre serás todas estas diferentes personas”.

Rodar dos películas

Mia Hansen-Løve pasó mucho tiempo en Fårö intentando empaparse, como su personaje, de los fantasmas de Bergman que recorren ese islote de 18 km de largo y 7,5 de ancho, donde está aún su casa y también un safari dedicado a las películas que rodó allí, como La vergüenza o Como en un espejo. Escribió el guion allí. La experiencia que empezó pesando mucho, acabó siendo liberadora y fortalecedora. 

Fotograma de 'La isla de Bergman'
Fotograma de 'La isla de Bergman'
Cinemanía

Como en el propio filme, ficción y realidad se mezclan y reflejan, aunque también son su forma de separarse de su propia vida, de tomar distancia. En La isla de Bergman hay una película dentro de la película: la que escribe Chris y protagonizan Mia Wasikowska y Anders Danielsen Lie (La peor persona del mundo). Si Chris es su álter ego, Amy (Wasikowska) es quizá quien querría ser. Más libre. Más en el presente. 

Las dos tuvo que rodarlas en veranos distintos por un cambio de casting. En principio, Greta Gerwig iba a interpretar a Chris. Pero poco antes de empezar el rodaje, Gerwig decidió dirigir Mujercitas. “Entonces escogí a Vicky Krieps, a la que había visto en El hilo invisible. Fue un caos, no quería perder más actores y tenía que encontrar un nuevo marido para Chris [John Turturro era el original]”, recuerda Hansen-Løve.

Así, en 2018 filmaron la película dentro de la película. Y en 2019, la parte protagonizada por Krieps y Tim Roth. “Fue una experiencia rara y pensé que sería horrible, es una tortura para un director tener un año entre medias del rodaje de una película, pero al final acabé disfrutándolo porque me permitió quedarme en la película más tiempo”.

Ahora, en la distancia, habiendo terminado y estrenado su siguiente filme, Un beau matin, “que necesitaba hacer”, La isla de Bergman sigue siendo un islote en su filmografía. “Aún no puedo explicarlo bien, pero me dio mucho, me siento más fuerte, más en paz, más tranquila desde que la hice. Tiene que ver con lo que cuenta el filme y con la experiencia que viví en la isla, poder meditar sobre qué es el cine allí, me dio una fuerza interior que aún llevo dentro”. 

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Irene Crespo

Periodista cinéfila y escribiendo (libremente) desde Nueva York sobre películas y sus alrededores culturales en CINEMANÍA y otras publicaciones

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