Muere Charles Grodin (‘Beethoven’, ‘Huida a medianoche’) a los 86 años

Este martes falleció a los 86 años en Wilton (Connecticut) el actor estadounidense Charles Grodin. Según le contó su hijo Nicholas a medios como The New York Times, la causa fue un cáncer de médula ósea. Grodin fue conocido sobre todo por papeles que sacaban provecho de su vis cómica (de un humor excéntrico y ocasionalmente incómodo), pero más allá del cine intervino mucho en televisión como presentador de talk shows y durante años fue una importante presencia en los circuitos teatrales neoyorquinos.

De hecho, fue en este ambiente donde dio comienzo su carrera a principios de los 60, recibiendo clases de actuación en Nueva York de la mano de figuras como Lee Strasberg. Tras pasar por Broadway fue uno de los grandes aspirantes a encarnar a Benjamin Braddock en El graduado; el papel cayó finalmente en manos de Dustin Hoffman, pero a cambio Grodin pudo participar en otra película igual de mítica en 1968. En La semilla del diablo de Roman Polanski Grodin (natural de Pittsburgh) encarnó al doctor Hill, el inquietante obstetra que atendía a Mia Farrow, dando inicio a una exitosa filmografía.

Grodin obtuvo su primer protagonista pocos años después, ya en papeles humorísticos como los vistos en El rompecorazones (1972) o La casa número 11 (1974). Ejerció de villano en el remake de King Kong con Jessica Lange que se estrenó en 1976, y fue uno de los actores de El cielo puede esperar, dirigida por Warren Beatty y Buck Henry en 1978. Un año después siguió especializándose en la comedia al formar parte de la sátira Como en la vida misma de Albert Brooks, y ya entrados los 80 compitió por el amor de la cerdita Peggy con la rana Gustavo en El gran golpe de los teleñecos.

En 1988 llegó su gran éxito y el papel por el que definitivamente entró en el radar del gran público: la icónica buddy movie Huida a medianoche que dirigió Martin Brest y Grodin protagonizó junto a Robert De Niro, dando cuenta de una química explosiva. Cuatro años después vivió otro hit gracias a encarnar al padre de Beethoven, uno más de la familia, repitiendo junto al San Bernardo en la inmediata secuela Beethoven 2: la familia crece.

Fue en esta década cuando se apartó del cine para probar sus dotes de presentador en diversos talk shows, aunque entrados los 2000 volvió asiduamente a la interpretación en películas como La sombra del actor o Mientras seamos jóvenes, dirigidas respectivamente por Barry Levinson y Noah Baumbach y estrenadas ambas en 2014.

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