Nicolas Cage estuvo a punto de comprarse una cueva: "Quería desnudarme y beber nigori"

Un actor que roba su nombre artístico a un héroe de Marvel (Luke Cage, en concreto) para escabullirse del apellido Coppola es capaz de cualquier cosa. Nicolas Cage, además de un intérprete arriesgado y siempre sorprendente en pantalla, también es una de las estrellas más excéntricas de Hollywood. 

El bueno de Cage ha derrochado sus ingresos en caprichos tan variopintos como: animales de compañía de lo más exóticos, desde cocodrilos hasta cobras; el cráneo de un dinosaurio; mansiones encantadas; una tumba con forma de pirámide; y, sí, muchos cómics. 

El actor, que se encuentra en plena promoción de su nueva película, The Unbearable Weight of Massive Talent, ha desvelado ahora en el programa de Jimmy Kimmel (vía Slash Film) que a punto estuvo de comprar una cueva. Se trataba de un rumor que ya había confirmado Diane Kruger, su compañera en La búsqueda, a su paso por el mismo show unas semanas antes, asegurando que el actor había adquirido una "Batcueva".

Cage ha desmentido que la comprara, pero sí que estuvo a punto de hacerlo en un momento de su vida en el que se propuso explorar todos los elementos: para el agua, aprendió a bucear en la Gran Barrera de Coral; para el aire, consideró el ala delta; y, para el fuego, hizo la película Ghost Rider. El motorista fantasma. "Para la tierra, pensé: 'Quiero empezar una aventuras espeleológicas. Quiero empezar a explorar cuevas", ha contado.

En esas estaba cuando se enteró de que había una cueva en venta cerca de donde estaba de rodaje, en las Colinas Negras de Dakota del Sur. El intérprete visitó la cueva, que tenía "todas estas estalagmitas... Como de cuarzo lechoso, como paredes cristalinas". 

Tal y como ha relatado, el entorno le pareció tan encantador que quiso "comprarla, bajar al fondo de la cueva, desnudarme con mi mujer y beber nigori [sake], en el fondo de la cueva, en la tierra". Sin embargo, al final no se hizo con la caverna. Eso sí, ha confirmado que pasó una noche en el castillo de Drácula, entre otras muchas y variopintas experiencias que ha vivido. A falta de Batcueva...

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