Antes de que Nicolas Cage se convirtiera en Drácula en el filme Renfield, el actor norteamericano ya había experimentado con las criaturas de la noche en los años 80. Una experiencia que el actor recuerda gratamente, pero que también le ocasionó una de las peores secuencias de su vida, en la que se comió realmente dos cucarachas vivas.
La escena en cuestión pertenece a la película Besos de vampiro (Robert Bierman, 1989), que coprotagonizó junto a María Conchita Alonso (Perseguido, Depredador 2). "Nunca volveré a hacerlo", confesaba recientemente el actor a Yahoo Entertainment. "Lamento haberlo hecho".
En el guion original, esta escena simplemente contemplaba a Cage imitando a Rocky Balboa comiendo huevos crudos, pero Cage vio que todo quedaba demasiado soso. "Lo vi como una decisión comercial porque, cuando la cucaracha se mete en la boca, la gente realmente reaccionaba", señalaba entonces el actor en los extras del DVD del filme.
"Comí cucarachas dos veces por una broma del director", añadía entonces el intérprete, puesto que la primera toma ya había sido válida para el montaje final.
Besos de vampiro cuenta la historia de un agente literario de Nueva York, que empieza a comportarse de manera extraña después de la visita de una misteriosa joven. Así, este se acaba obsesionando con la idea de que ella es una vampiro y se está alimentando de él. Un filme que ha resultado ser una fuente inagotable de memes para los internautas y le valió el premio al mejor actor en el festival de Sitges.
¿La historia se repite en 'Renfield'?
En el nuevo filme de Chris McKay, basada en una idea de Robert Kirkman, el actor Nicholas Hoult, en el papel del asistente de Drácula, come también insectos. Sin embargo, su experiencia ha sido muy diferente.
"Lo mejor que comimos fueron los grillos", revela Hoult. "Los grillos tenían sabor a tocino ahumado y sal y vinagre. Me encanta la sal y el vinagre, así que estaba feliz de comer grillos. De vez en cuando te quedaban pedacitos en los dientes. Pero, luego, el equipo de utilería fue increíble, ellos hizo cucarachas de caramelo para mí y estaban deliciosas. Además, los gusanos eran solo gusanos de goma en galletas Oreo trituradas para que pareciera tierra".
Aunque Cage señala sus problemillas con la susodicha escena de su pasado, este también defiende que la ingesta de insectos podría "resolver el hambre en el mundo". Todo si dejáramos atrás la fobia social hacia ellos.
"Son ricos en proteínas, sin grasa, con nutrientes extremos, y simplemente abundantes, porque están en todas partes", declara Cage. No sabemos si el norteamericano seguirá comiendo insectos en un futuro, pero, desde luego, las cucarachas vivas han abandonado su dieta.
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