"No es alguien difícil": James Gray defiende el comportamiento de Joaquin Phoenix en los rodajes

El director que en breve estrena ‘Armageddon Time’ ya ha trabajado varias veces con el intérprete.
Joaquin Phoenix en 'El sueño de Ellis'
Joaquin Phoenix en 'El sueño de Ellis'
Joaquin Phoenix en 'El sueño de Ellis'

En el reparto de Armageddon Time, lo nuevo de James Gray, destaca junto a Anthony Hopkins y Anne Hathaway la presencia de Jeremy Strong. Desde que apareció en Succession, la carrera de este último ha experimentado un gran crecimiento, que no le ha librado de controversias como cierto reportaje, muy leído en su día, que afirmaba que su comportamiento en rodaje era tan excéntrico como para incomodar a sus compañeros. No podemos saber con seguridad cómo ha ido la cosa en Armageddon Time (en cines este 18 de noviembre), pero no sería la primera vez que Gray trabaja con un intérprete con fama de problemático. Y es que, ahí donde le vemos, Gray ha colaborado con Joaquin Phoenix en tres películas: La noche es nuestra, Two Lovers y El sueño de Ellis.

Gray guarda un recuerdo muy agradable de Phoenix, por mucho que en Hollywood se hable de su comportamiento intenso y de un excesivo celo a la hora de afrontar sus papeles. “¿Por qué se supone que Joaquin Phoenix es ‘difícil’? No lo es. Es genial. Es 'difícil' en el mejor sentido. Quieres que sea difícil”, le defiende Gray durante una entrevista en Vulture. “Difícil para mí es que no aparezcas a tiempo. O que no recuerdes tus líneas. O que discutas mucho y te entrometas en el proceso. Difícil no es que me hagas un montón de preguntas sobre el personaje. Eso no es difícil”. Gray se entendió de maravilla con quien más tarde ganaría el Oscar a Mejor actor por Joker, y defiende que no es alguien difícil “en absoluto”. Simplemente es que el trabajo de los directores se lee ahora de otra forma.

“No creo que la mayoría de los cineastas de hoy en día estén inmersos en esa tradición según la que el actor lo es todo. Están en la pantalla, y su honestidad emocional es primordial. Yo me digo a mí mismo y a otros ‘al final, tienen que ganar las discusiones’. Es increíblemente difícil actuar con brillantez en algo”, reflexiona. “Si quiero ser ingeniero en el instituto puedo aprender cosas que se aplicarán en la universidad y luego en la profesión. Pero en el caso de la actuación, al representar una obra de teatro en el instituto no se aprenden lecciones sobre qué significa ser actor, porque al representarla todo gira en torno a complacer a las familias de la última fila, mientras que actuar en el cine, a veces, es casi lo contrario: ignorar la necesidad de complacer”.

Hoy día, Phoenix se prepara para volver al papel que le dio la estatuilla en Joker: Folie à deux, secuela que coprotagoniza Lady Gaga. Y Gray no parece tener inconvenientes en volver a trabajar con él según acaben compromisos mutuos (el director ya está vinculado a un próximo biopic sobre J.F. Kennedy). “Con Joaquin, la etiqueta de 'difícil' viene porque se abre mucho, y por su necesidad de sentirse seguro. Joaquin en las lecturas de mesa, cuando le toca hablar, dice: ‘Mierda, mierda, mierda, mi línea. Mierda, mierda, mierda’. Algunas personas ponen los ojos en blanco ante eso. Pero los actores necesitan ser protegidos y amados”.

El sueño de Harvey

En esta misma entrevista El sueño de Ellis ha resultado ser un tema de conversación bastante provechoso. Este drama sobre la inmigración, encabezado por Marion Cotillard, fue el mayor fracaso de la carrera de Gray allá por 2014, pero eso no fue tan duro como tener que colaborar con Harvey Weinstein para sacarlo adelante. Antes de que Weinstein fuera el blanco estrella de la ira del MeToo, fue quien financió El sueño de Ellis, estando tan disconforme con el montaje de Gray que le amenazó con convertirlo en un telefilm si no efectuaba ciertos cambios. “Recuerdo que Harvey básicamente dijo ‘no voy a estrenarla', o 'voy a ponerla en Lifetime', o algo así. Y recuerdo que dije: 'Vale, puedes hacerlo. No voy a hacer lo que quieres que haga con ella'”, cuenta el director de Ad Astra.

“Mi postura fue que, ya que va a salir en otra parte, con el tiempo, si la película tiene algún valor, alguien la descubrirá dentro de unos años; si no tiene ningún valor, no merecía que se conociera”. El sueño de Ellis es, de hecho, una película bien valorada por los seguidores de este cineasta, aunque el hundimiento en taquilla no se lo quitó nadie y tampoco la terrible experiencia de Gray con Weinstein. El productor tuvo un encuentro con él que “nunca olvidará”. “Estaba en la sala de montaje. Me llamó y me dijo: 'Esta mañana ha nacido mi hija'. Así que le dije: '¡Oh, felicidades!’. Y Weinstein replicó ‘'¡No me felicites! Estoy en la sala de montaje trabajando en tu película!’. 'Yo no te pedí que lo hicieras'. Y él dijo: '¡Que te den por culo! Lo estoy haciendo por ti'”.

“Y yo respondí. ‘No, no lo estás haciendo; lo estás haciendo por ti. Estás intentando hacer una película. Estás tratando de ser un director frustrado en este momento' Y Weinstein respondió: '¡Vete a la mierda! Soy Harvey Weinstein'. Recuerdo que dijo esto. '¡Soy el director de Dios!' Eso es lo que dijo. Entonces me mostró lo que quería hacer”. Según Gray, la versión que quería Weinstein era “completamente incoherente”, “con voz en off por todas partes”. “Quería que pusiera una música muy alta y a Marion Cotillard y a su hermana caminando por una montaña, y que luego cortara a Marion con maquillaje de anciana, y, ya sabes, 'cuando era más joven, mi vida era así, pero ahora vivimos genial'”.

“Una especie de combinación de Titanic y Sonrisas y lágrimas. Pero yo creía el último plano de la película era muy importante, y no iba a comprometerlo. Él odiaba esa última toma”. El último plano de El sueño de Ellis, en efecto y por muy desigual que fuera la película, es apreciado como uno de los hitos de un director que no anda falto de ellos.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento