[Sundance 2021] 'Pleasure': una mirada femenina y muy realista a la industria del porno

Una de las películas que más encendió el Festival de Sundance. Y con razón: por el tema, su enfoque y su protagonista.
Pleasure
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Cinemanía
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“Esta película aún no tiene calificaciones por edades, pero contiene escenas de sexo”. Aviso a festivaleros. Así son los yanquis, todo debe quedar dicho antes de empezar. Y así advertían antes de la proyección virtual de Pleasure sobre el contenido que íbamos a ver a continuación. 

Leer la sinopsis ya habría dado bastantes pistas: Jessica, una joven de 20 años, deja su pueblo en Suecia para mudarse a Los Ángeles con el objetivo de convertirse en la próxima gran estrella del porno, pero en el camino acaba encontrando más baches de los que esperaba.

¿Viene a Los Ángeles por negocio o por placer? Le preguntan a la protagonista, de nombre artístico Bella Cherry, cuando llega al aeropuerto de Los Ángeles. “Por placer”, responde. Aunque el placer se va a convertir en su negocio y es también su sueño, su objetivo, su deseo, su diversión. 

Quiere ser estrella del porno porque le gusta el sexo y así lo dice varias veces de maneras más o menos finas. Ese punto de arranque, elegido por la directora sueca Ninja Thyberg ya puede resultar controvertido, pero es uno real. 

La directora Ninja Thyberg
La directora Ninja Thyberg
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Thyberg lleva casi dos décadas estudiando la industria del porno, desde la universidad a su corto Pleasure (estrenado en Cannes, origen de este largo, su ópera prima). Empezó acercándose a ella con una visión completamente negativa y a lo largo de estos años ha ido encontrando los grises en una profesión tan compleja. 

Todos esos grises están representados en su película en la que expone el negocio con el realismo de un documental, sin cortarse en las escenas sexuales, en esos sets en los que lo mismo reina un sentido estético y un respeto absoluto por sus actrices, como violencia sexual sin guion.

Por todo eso pasa su protagonista, una alucinante actriz debutante, Sofia Kappel, casi la única del reparto que no pertenece a la industria del porno. El resto es gente que se interpreta a sí misma, como el mega agente Spigler, o interpreta versiones de ellos mismos o clichés del sector, como la némesis de la protagonista, Ava, encarnada por la estrella del porno Evelyn Claire. 

Bella Cherry es los ojos del espectador, descubriendo paso a paso la industria, desde una visión inocente, hasta despertar al otro lado convertida en lo que empezó detestando. Y Kappel nos va dirigiendo entre la pena hacia a ella, a la empatía, al desagrado. 

No es fácil entender su ambición en un trabajo en el que un día le toca “interpretar” una violación múltiple demasiado real (esa secuencia, rodada y editada, con mucho cuidado, es brutal). O sabiendo que alcanzar el éxito en el sector implica que aceptas hacer “de todo”. Todo. 

Hay solo una pequeña escena, una llamada de teléfono con su madre en Suecia, en la que se deja entrever que no era feliz en su pueblo, que no tenía amigos, que debió tener ya algún problema para relacionarse. Pero tampoco hace falta cuando ella insiste tanto en explicar por qué está allí. Puro placer.

Y, al final, Pleasure es un estudio del poder y de los roles y dinámicas que genera entre hombres y mujeres, entre mujeres y mujeres. Cómo lo ejercemos con una moneda de cambio tan atractiva y peligrosa como el sexo.

Irene Crespo

Periodista cinéfila y escribiendo (libremente) desde Nueva York sobre películas y sus alrededores culturales en CINEMANÍA y otras publicaciones

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