Inevitablemente, la 37ª edición de los Premios Goya, que se celebra esta noche en Sevilla, ha estado condicionada por las presuntas agresiones sexuales que se produjeron en la entrega de los Feroz. Esta misma semana, la Academia de Cine comunicaba el protocolo que había diseñado para la ceremonia de hoy, que incorporaba medidas para proteger a quienes puedan sufrir "cualquier tipo de violencia, agresión sexual, acoso o intromisión".
A su paso por la alfombra azul, por la que han desfilado las estrellas del cine español, la directora Carlota Pereda, nominada a seis galardones por su película Cerdita, ha pedido abrir "más las ventanas" en torno a las agresiones sexuales en el cine.
"Hay tantas cosas de las que no se ha hablado, así que de todo lo que se hable, mejor. Es como La casa de Bernarda Alba al abrir las ventanas, hay que abrir más las ventanas", ha asegurado al ser preguntada por los periodistas a su paso por la alfombra.
Isabel Coixet, directora de El techo amarillo, nominada a mejor película documental y donde se aborda un caso de abusos sexuales, también se ha referido a la situación. Ha pedido que tengamos "sensibilidad" y ha lamentado que "todos los gremios se protegen".
"Hay una cosa que se dice en el documental que todos estamos en contra, pero, a la hora de decir, pedimos a las víctimas cosas que nosotros también ocultamos y no queremos ver", ha añadido: "Estamos en una sociedad en la que al final la víctima es el agresor y es un mecanismo muy jodido. Entiendo que haya mucha gente que no quiera hablar".
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