En 1985, con la epidemia de SIDA en su punto álgido, cundía el malestar en EE.UU. por cómo era cubierta desde los medios, entre el sensacionalismo y la estigmatización de la población homsexual. Queriendo contrarrestar el trabajo difamatorio del New York Post se fundó GLAAD (Gay & Lesbian Alliance Against Defamation) y fue ganando relevancia en los años siguientes, implantando unos premios anuales que celebrarían las representaciones más oportunas.
Entre los miembros originales de GLAAD estaba Vito Russo, activista e historiador que desarrollaría un test para valorar cada representación del colectivo en la ficción. El tiempo apenas ha matizado la efectividad de esta metodología, y hoy por hoy es la gran herramienta con la que cuentan en ODA (Observatorio de la Diversidad en Medios Audiovisuales) para hacer en España lo que GLAAD lleva décadas haciendo en EE.UU. Solo que ODA es mucho más joven. Y la organización es pionera no solo en nuestro país, sino también en Europa.
ODA lleva cuatro años en activo, presentando desde 2019 un informe anual sobre la representación de diversidad LGBTIQA+ en el audiovisual patrio. El Observatorio no solo se centra en este colectivo, además, sino que se ha preocupado por analizar la presencia de personajes femeninos, amén de racializados y discapacitados. En este último término ha sido central su asociación con CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) y ha seguido siéndolo de cara a la elaboración de su último informe, correspondiente a la cosecha de 2022.
Cine y series a examen
ODA ha contado en esta edición con el patrocinio de Amazon, y presentó su informe en la madrileña sede de DAMA (organización dedicada a preservar los Derechos de Autor en Medios Audiovisuales). El acto estuvo liderado por Emilio Papamija (director de investigación del Observatorio, que en su día hablara con CINEMANÍA sobre la representación LGBTIQA+ en las producciones de Disney), dándole réplica Anahí Beholí, Jesús González Amago como voz de CERMI, y el dúo Laura Terciado/Bake Gómez del podcast Maldito bollodrama.
Todos ellos presentaron las conclusiones del informe, celebrando avances y lamentando retrocesos mientras pendía sobre sus intervenciones un dato sombrío: el aumento en un 132% de la LGTBIfobia desde 2019, alineada con el ascenso de la ultraderecha y los recientes cambios de gobiernos locales y autonómicos. Ciñéndose al audiovisual, los ponentes aludieron a un estancamiento en la cantidad de personajes femeninos estudiados (un 44.6% del total frente al 44.8% del año pasado), si bien destacaron la afloración de propuestas con mujeres en puestos creativos.
Salieron a la palestra títulos como Cinco lobitos, Alcarràs, La maternal o Cerdita: todos ellos dirigidos por mujeres, todos ellos un éxito de crítica que fueron abriéndose paso en convocatorias de premios y certámenes tanto nacionales como internacionales. Había, pues, lugar para el optimismo, como de pronto resultaba haberlo en el apartado de personajes discapacitados. “Las personas con la discapacidad en la ficción seguimos siendo invisibles”, señaló no obstante González Amago, para a continuación abordar dos casos excepcionales.
Son los correspondientes a la serie Fácil (basada en la novela de Cristina Morales) y a la película La consagración de la primavera. Ambas obras tienen a intérpretes discapacitados (Anna Marchessi y Telmo Irureta respectivamente) a cargo de personajes igualmente discapacitados, y en particular La consagración de la primavera ha supuesto un hito con el Goya a Mejor actor revelación que ganó Irureta. González Amago ha subrayado, por otra parte, que de nada sirven estos avances si las salas de cine no cuentan con la suficiente accesibilidad como para que sus películas puedan ser vistas por miembros del colectivo.
Durante el examen de la presencia de personas discapacitadas saltó a la palestra el término autistic coding. Este alude a personajes con indicios de algún tipo de neurodivergencia sin que se explicite, y sin que por supuesto las ficciones puedan afrontar directamente el tema de la salud mental. Acto seguido, Anahí Beholí comentó los resultados del apartado de personas racializadas, topándose con un ligero aumento mientras se reencontraban con lo ocurrido en años anteriores: la representación de diversidad es notablemente mayor en las series que en el cine.
“España va muy mal si siente que está bien posicionada en la representación del audiovisual con respecto a lo racializado”, criticó Beholí. El informe de ODA observa que la mayoría de personajes racializados son latinos, y que la mayoría de estos son blancos.
La necesidad de intersección
“Es importante que existan organismos como este, para garantizar que todes estamos representades en la ficción y así saber que existimos”, defendían Terciado y Gómez. Lo que no se ve, no existe, y es esta convicción la que impulsa a ODA. Durante su andadura el Observatorio se ha encontrado recurrentemente con un problema común al rastrear diversidad en el audiovisual: su polarización. El hecho de que, por muy holgada que sea la presencia, la cantidad general por proyecto es muy desigual. La mitad de los personajes LGBTIQA+ estudiados pertenecen a solo 7 de las películas que se ha sometido a examen.
El informe de 2022 se sustenta en 1722 personajes, aparecidos en 99 películas y 59 series. La presencia LGBTIQA+ ha mantenido proporción desde 2021 pero aumenta en números absolutos (de 106 a 159, pues la muestra es mayor), y así se da una subida del 70% en personajes LGBTIQA+ como protagonistas de sus historias. Los hombres gays siguen liderando el baremo (siendo determinante este año la serie Smiley), así como hombres encontramos acaparando la presencia bisexual.
En cuanto a las lesbianas, La amiga de mi amiga representa un caso particularmente feliz. Esta comedia dirigida por Zaida Carmona está consagrada a los amoríos de un grupo de mujeres lesbianas, contando en su reparto con la propia Carmona así como con Alba Cross y la cantante Rocío Saiz, que en el marco de la presentación venía a ofrecer un nuevo recordatorio de los tiempos convulsos que vivimos fuera de los márgenes del audiovisual: el fin de semana anterior la policía le había obligado a parar un concierto del Orgullo en Murcia para cubrir sus pechos.
“Confiamos en el poder del audiovisual a la hora de fomentar la integración y cotidianizar la situación de tantas personas que se encuentran en posiciones de discriminación y vulnerabilidad”, sostuvo Papamija. Por último, en el apartado del colectivo trans, desde ODA se complacieron en anunciar que por primera vez la práctica mayoría de personajes trans estudiados habían sido interpretados por personas asimismo trans (así como que por primera vez había hombres trans encarnando a hombres trans). Solo se habían topado con una excepción: el personaje de Cristian en la comedia Espejo, espejo.
Otros apuntes interesantes del informe de ODA es que la presencia de personajes LGBTIQA+ disminuye a medida que los personajes se alejan de los 30 años, y que esta se da asimismo en comedias y musicales antes que en películas de acción o suspense (incurriendo en otro tipo de estereotipaciones). En líneas generales, desde el Observatorio defienden que aún queda mucho que hacer en el apartado de la intersección: esto es, que los personajes escudriñados trasciendan una única etiqueta.
De todos los personajes con discapacidad solo se ha sabido de dos que sean LGBTIQA+, siendo además hombres cisgénero quienes aparecen en las series Bienvenidos a Edén y La ruta. Tampoco hay personajes racializados con discapacidad, ni mujeres racializadas protagonistas. La intersección es, pues, una asignatura pendiente, y solo cabe esperar que esta mejore de forma que pueda seguirle el ritmo a la realidad, y esta intente sobreponerse de paso a las sucesivas oleadas reaccionarias. La reciente cancelación de una proyección de Lightyear por parte de PP y Vox en Cantabria apunta a que vienen tiempos difíciles.
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