Ridley Scott te explica cuánto debe durar una buena película

Aunque los historiadores se tiren de los pelos con Napoleón, las últimas entrevistas de Ridley Scott reflejan a un personaje que se hubiera sentido a gusto en las Guerras de las Coaliciones. El director inglés, a sus 85 años, parece reunir un ego propio del mismísimo Bonaparte, una flema británica a la altura de Wellington y un vocabulario digno de un sargento de granaderos recién llegado del frente ruso. 

Tras haberse quedado a gusto en anteriores conversaciones, Scott ha vuelto a dar pruebas de todo ello en una entrevista con la BBC. En ella, despacha temas como sus posibilidades en los Oscar 2024 ("No me importa, la verdad") y su ya sabido conflicto con los críticos y los historiadores ("¿Seguro que quieres que te lo diga? Lo vas a tener que censurar").  

Pero, en este caso, el cineasta también ha abordado un tema que trae sin sueño a más de uno. O más bien todo lo contrario, porque se trata de cuánto debe durar una buena película. 

El 'factor dolor de culo'

Aunque a él le debemos la moda de los 'montajes del director' en el cine, y aunque bastantes de sus películas bordean las dos horas y media de duración, Ridley Scott aconseja moderación en lo que a metraje se refiere. De hecho, su opinión al respecto se rige por lo que él llama 'factor dolor de culo'. 

"Búscate una vida": Las respuestas más agresivas de Ridley Scott en sus entrevistas

¿En qué consiste esa métrica? Pues en la incomodidad que afecta a las posaderas cuando la película pasa de las dos horas, y que se vuelve insoportable llegados a los 180 minutos. De hecho, Scott afirma tenerlo muy en cuenta siempre que monta un nuevo filme. 

"Si empiezas a pensar 'oh, Dios', y después dices 'Jesús, aún falta una hora para irnos a comer', es que es demasiado larga", asegura el director. Pese a esto, ni confirma ni desmiente que una versión de Napoleón de cuatro horas y media esté de camino a Apple TV+.

Ridley Scott: "La Inteligencia Artificial es más peligrosa que cualquier bomba"

Glúteos aparte, el cineasta está ya de camino a su nuevo proyecto: nada menos que Gladiator 2. Y, cuando se le pregunta por qué le han entrado ganas de volver a la antigua Roma a estas alturas, su respuesta no defrauda: "¿Y por qué no? ¿Estás de coña?". 

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.