Roberto Benigni dedica el León de Oro honorífico a la coprotagonista de ‘La vida es bella’: “El premio es suyo”

El director y actor italiano ha tenido un momento en su discurso para mencionar a Nicoletta Braschi, con la que lleva casado desde principios de los 90. 
Roberto Beningni dedica el León de Oro honorífico a su coprotagonista en ‘La vida es bella’
Roberto Beningni dedica el León de Oro honorífico a su coprotagonista en ‘La vida es bella’
Cinemanía
Roberto Beningni dedica el León de Oro honorífico a su coprotagonista en ‘La vida es bella’

En 1997, La vida es bella lanzaba al estrellato internacional a su director y protagonista, Roberto Benigni, después de que el filme consiguiera galardones como el Oscar a mejor película de habla no inglesa o el Gran Premio del Festival de Cannes. Casi 25 años después, con otros grandes títulos por el camino como El monstruo, Bajo el peso de la ley o El tigre y la nieve, el italiano recibe el León de Oro honorífico de la presente edición del Festival de Venecia

Uno de los momentos más emotivos del discurso de aceptación del reconocimiento era protagonizado por la película ambientada en el Holocausto, con una mención especial hacia la coprotagonista del filme (y esposa de Benigni). "Quiero dedicar un pensamiento a Nicoletta Braschi, aquí en la sala. Ni siquiera quiero dedicarle este premio, porque el premio es suyo. Nicoletta, solo conozco una forma de medir el tiempo: contigo y sin ti ".

Estas bonitas palabras se producían después de que Jane Campion, directora de El piano, entregara el premio al italiano. Un momento en el que hacía un guiño a La vida es bella. "Él sabe que pasan cosas insoportables, pero también de la importancia de creer en milagros".

Una carrera plagada de éxitos 

Benigni y Braschi llevan casados desde 1991 y tienen una amplia trayectoria juntos en la gran pantalla. Ambos han trabajado conjuntamente hasta en ocho películas: Me molesta (1983),  Bajo el peso de la ley (1986), Soy el pequeño diablo  (1988), Johnny Palillo (1991), El monstruo (1994), La vida es bella (1997), Pinocchio (2002) y El tigre y la nieve (2005).

"Tengo un inmenso sentimiento de amor y gratitud hacia todos vosotros. Me merecía un gatito, pero conseguí un León". Benigni también ha dado gracias a los directores con los que ha colaborado en su carrera, como Bertolucci, Fellini, Costa Gavras, Jim Jarmusch o Blake Edwards. "Yo vengo de una familia de una pobreza aristocrática y ha sido mucha gente la que me ha ayudado". El italiano siempre ha sido un hombre muy querido en la industria y una vez más ha demostrado el porqué. 

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