Entre aquella pregunta fundamental que se hizo el crítico francés André Bazin ("¿Qué es el cine?") a finales de los años cincuenta y la del actor estadounidense Ashton Kutcher el otro día hablando de cine generado por IA ("¿Por qué ibas a ver mi película cuando puedes ver tu propia película?") ha pasado poco más de medio siglo de revoluciones extraordinarias en el terreno audiovisual capaces de dejar irreconocible el mundo de las imágenes.
Un torrente de innovación tecnológica y su correspondiente aplicación artística que casa con los intereses del festival Sónar de Barcelona, centrado en la música experimental y de vanguardia como pulso central pero con multitud de tentáculos transversales que van más allá del baile y la cultura de clubbing y atrapan otras manifestaciones electrizantes del panorama cultural.
Si el año pasado el Sónar se interesó por la domesticación de la IA en sus vertientes creativas, en la 31 edición (del 13 al 15 de junio en Barcelona) tomará el pulso a nuevas aplicaciones que trascienden el hecho audiovisual tal y como lo conocemos. Desde una instalación inmersiva 360º por The Chemical Brothers y Smith & Lyall en los bajos de la Casa Batlló hasta la improvisación musical y visual de Rob Clouth sobre el escenario.
Lo más (audio)visual del Sónar 2024
Dentro del caudaloso programa del Sónar 2024 se contemplan varios desbordamientos que llevan la experiencia musical por cauces de experiencias inmersivas y sensoriales que ya les gustarían a los grandes espectáculos blockbuster de Hollywood o a los videojuegos triple A. También animan a visitar otros espacios, como el mencionado subterráneo de la Casa Batlló de Gaudí: un emblema de la arquitectura modernista que en su interior ahora alberga The Cube.
En ese espacio cúbico se ubica la instalación Music:Response, del binomio formado por Adam Smith y Marcus Lyall, colaboradores habituales de The Chemical Brothers, que permite zambullirse dentro de un videoclip del dúo británico y rodearse de luces, robots bailongos y criaturas puntiagudas.
Para más inmersión, en el propio recinto del festival tienes Permacomputing Playgrounds: tres experiencias de realidad virtual donde los visitantes son a la vez protagonistas y creadores. Si visitas esta instalación en el espacio Realities+D podrás cuidar especies vegetales imposibles en The Garden, el jardín de las delicias delineado por Jérémy Griffaud, o construir artefactos virtuales en vivo a partir de restos y residuos en Potential Objects, de Alex Sinh Nguyen.
Si pasamos del rol vivencial al de espectador, hay dos citas imprescindibles con las que abrir los ojos dentro del Sónar 2024. La ópera aumentada con realidad virtual (o así lo llaman ellos) 321Rule de los neoyorquinos Team Rolfes en la que la rapera Lil Mariko (Where's My Juul??) interactúa con títeres de realidad virtual y avatares de captura de movimiento manejados en directo por los hermanos Rolfes.
Un especialista en la domesticación de tecnologías es el británico Rob Clouth, artista multidisciplinar de la música electrónica y la ingeniería de software. Después de su despliegue en Zero Point, donde empleaba mediciones en tiempo real de campos de energía cuánticos para crear ruidos y formas, genera alta expectación su nueva propuesta. Una técnica propia basada en IA que llama cheatboxing: algoritmos personalizados para crear sonidos, imágenes y transformaciones de su propia voz hasta lo irreconocible en directo.
La cuestión IA
Si eres un profesional del audiovisual preocupado por las implementación de la IA, hay al menos dos conferencias de la programación Sónar+D que te interesa subrayar en rojo.
Una es Stories from the AI Underclass, de la crítica cultural estadounidense Joanne McNeil, donde la autora tomará el pulso sociocultural a la percepción actual de la IA, desde la fascinación al rechazo, acompañada por visuales creadas para la ocasión por el estudio Estampa.
En 2 tired 2 prompt, el escritor escocés Tim Maughan coge a la IA por las solapas y la obliga a enfrentarse a su propio efecto sobre la realidad. En esta charla dará cuenta de sus intentos de extraer la respuesta de una IA a la pregunta que todos nos hacemos: cómo va a impactar esa IA en la percepción de las artes y el concepto de autoría. Lo que ha salido del proceso va acompañado por diseños visuales de gtxdlr y Laura Rigau.
La música del Sónar 2024
En lo que respecta a lo propiamente musical, los escenarios habituales del Sónar (la Fira Montjuïc para las propuestas diurnas de Sónar de Día y la Fira Gran Via de l’Hospitalet de Llobregat para el Sónar de Noche hasta el alba) estarán a pleno rendimiento del 13 al 15 de junio.
En el programa encontramos citas tan imprescindibles como el concierto del dúo francés Air interpretando en directo su primer disco: Moon Safari, lanzado en 1998; un año después, Sofia Coppola los convertiría en parte indivisible de su propio debut, Las vírgenes suicidas.
Vince Staples, pieza fundamental de las bandas sonoras de las películsa de Ryan Coogler (Creed, Black Panther), tiene que refrendar su estatus de máxima estrella del hip hop californiano actual, del mismo modo que el haitianocanadiense Kaytranada, tras su reciente y mediática colaboración con Childish Gambino, pulirá su propio centro en el terreno del funk con el despliegue de su nuevo álbum.
Como cabía esperar, otros platos fuertes del line-up tienen intenso sabor a techno: la belga Charlotte de Witte con su show Overdrive, el alemán Paul Kalkbrenner, el holandés Reinier Zonneveld o el británico Richie Hawtin se encargarán de que nadie pueda mantener los pies pegados al suelo durante mucho tiempo. Para los más houseros, el asunto está controlado con Kerri Chandler y sus magnetófonos que guardan tesoros en forma de beat.
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