Puestos a estudiar el terror que hoy se produce en Hollywood y más público lleva a las salas, es inexcusable detenerse en Blumhouse y Atomic Monster. Blumhouse es el sello de Jason Blum, que desde presupuestos ajustados y dentro de un provechoso acuerdo con Universal ha puesto en pie tanto franquicias muy lucrativas como auténticos bombazos que trascendían los límites del género. Es el caso de Déjame salir, sin olvidarnos de todo el dinero que ha dado Paranormal Activity, La purga o la última trilogía de Halloween. Por su parte Atomic Monster le pertenece al director James Wan, lo que quiere decir que es la productora tras Saw y el Warrenverso que inauguró Expediente Warren, prolongado por todo tipo de spin-offs que han sacado brillo a las finanzas de Warner.
El caso es que Atomic Monster terminó su acuerdo con la major el pasado junio, aunque ya estén en marcha hasta dos nuevas entregas del Warrenverso: una secuela de La monja y una cuarta entrega de la saga principal con Patrick Wilson y Vera Farmiga. Es en este contexto donde cabe entender el acercamiento entre Wan y Blum, del que se hace eco New York Times. Ambos están tanteando fusionar Atomic Monster con Blumhouse, dando pie a una inmensa productora especializada en terror que se quedaría con una pantagruélica cuota de mercado. Las conversaciones aún distan de haber terminado, pero están lo bastante avanzadas como para que se aclaren cuáles serían los términos de la fusión, que pasan por respetar la integridad creativa de ambos sellos.
Así, se espera que una vez fusionados en una sola productora tanto Atomic Monster como Blumhouse conserven su independencia y lidien con sus propias producciones. Los cambios, pues, tendrían más que ver con la infraestructura y los compromisos de distribución, sobre todo para Atomic Monster (de una escala sensiblemente menor a Blumhouse). Blumhouse sigue vinculada a Universal hasta mínimo 2024, por lo que Atomic Monster también pasaría a vincularse a la distribuidora con acuerdo prioritario. Wan pasaría a tener un rol de importancia en el organigrama de Blumhouse (aunque Blum se mantenga como líder), y ya ha dado cuenta de su intención de expandirse a más mercados.
Wan cree que la fusión de Blumhouse y Atomic Monster podría derivar en la producción de podcasts, videojuegos y experiencias inmersivas, mientras sigue prolongando las franquicias más exitosas del género. Al margen del cine, tanto Blumhouse como Atomic Monster han desarrollado series de televisión; en el caso de la primera tenemos La voz más alta o El pájaro carpintero, mientras que la segunda ha desarrollado Swamp Thing o Archive 81. Es de esperar que su fusión, de completarse, también intensifique la producción televisiva, y logre hacer progresar a dos estudios que, en total, llevan recaudados 11.600 millones de dólares.
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