Viaje al fondo de la mente de Tim Burton: Madrid acoge la exposición 'Tim Burton. El laberinto'

La exposición inmersiva se podrá visitar hasta diciembre en Espacio Ibercaja Delicias 
Tim Burton. El laberinto
Tim Burton. El laberinto
LETSGO
Tim Burton. El laberinto

“Esta exposición es una representación exacta de cómo funciona mi cabeza. Abres una puerta y no sabes realmente adónde vas”, explica un risueño Tim Burton vestido de negro del sombrero a los pies. El director de títulos míticos como Eduardo Manostijeras o Bitelchús y posible flamante embajador de Madrid, pasa unos días en la capital ultimando los detalles finales de la exposición comisariada por LETSGO consagrada a su obra y su universo que se puede ver en Espacio Ibercaja Delicias hasta diciembre.

Tim Burton. El laberinto es precisamente eso: un laberinto. Cada visitante tiene la oportunidad de asistir a una exposición propia, de emprender un viaje distinto. Hay siete salas comunes de obligado paso pero el resto del recorrido es diferente para cada persona. Felype de Lima y Álvaro Molina, director creativo de la exposición y asistente en la dirección y director de escenografía respectivamente, prefieren no desvelar el número de salas que han diseñado. 

“No sé si han sido 24, 48 o 60”, dice el primero. Lo único que aclaran es que cada visitante verá con seguridad 15 espacios. ¿Y cuántas veces habría que repetir para verlo todo? “Si hicieses el recorrido perfecto, sin repetir ninguna puerta, cuatro”.

Viaje al fondo de la mente de Tim Burton: Madrid acoge la exposición 'Tim Burton. El laberinto'

La exposición está alojada en una gran carpa detrás del Museo del Ferrocarril, en Delicias. La fachada ha sido diseñada por Tim Burton, que ha supervisado todo el proceso de producción y, según sus creadores, sin disimular ni un ápice la ilusión que le hacía. 

“Se enamoró del proyecto desde el principio, todo el rato quería que le mandásemos fotos. Estaba enfrascado en un siguiente proyecto, con temas de contratos y tal, y tenía puesta la ilusión en esto”, explica Álvaro Molina. "Tim Burton siente que es la primera exposición que se ha hecho de él, frente a otras que eran sobre su obra”, añade su compañero.

Tim Burton. El laberinto
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Molina y De Lima llevan un año trabajando en esta muestra inmersiva con la que se han propuesto darle un vuelco al concepto de exposición al uso y de paso marcar de por vida al visitante. Tim Burton. El laberinto comenzó con un intento de traer a Madrid la muestra The World of Tim Burton, actualmente alojada en Taiwán. “No pudo ser pero él nos propuso hacer otra cosa juntos. Cuando le presentamos la idea no dudó”, recuerda Molina.

Dentro del laberinto

Al interior de Tim Burton. El laberinto se accede cruzando un telón de terciopelo rojo y las fauces de un simpático monstruo que, aunque no ha salido en ninguna de las películas del cineasta, podría ser primo segundo de Jack Skellington o pertenecer la pandilla del Chico Ostra. Al otro lado hay una sala con cuatro puertas y un pulsador en el centro. Pulsamos y las puertas se van encendiendo aleatoriamente mientras suena una música burtoniana. La puerta elegida es la número uno. Nuestro recorrido empieza por ahí.

Al otro lado nos esperan payasos, marionetas y muñecos ventrílocuo, criaturas habituales en los dibujos y en las películas de Tim Burton. Un ventrílocuo gigante tan habilidoso que se maneja a sí mismo nos mira desde el techo. Hay algo muy simpático en pensar que figuras como esta han corrido a cargo de maestros falleros valencianos. Concretamente, del taller Santaeulalia. Artefacto se ha encargado de las otras figuras que encontramos en la exposición y que incluyen a personajes tan inolvidables como El sombrerero loco o Eduardo Manostijeras.

Tim Burton. El laberinto
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Además, en cada una de las salas definidas temáticamente -Monstruos incomprendidos, amigos y enemigos o Amor, fantasmas y cementerios, por poner algunos ejemplos- encontramos una cuidada selección de 200 bocetos de Tim Burton, así como de ilustraciones animadas. 

Joker, Catwoman, el gato de Cheshire o el niño gordinflas de Charlie y la fábrica de chocolate conviven con monstruos abocetados por el cineasta que nunca llegaron a ser películas. "Fue una de las cosas que más me interesó del proyecto. Porque son dibujos que a veces han acabado en películas y otras no, así que representan a la perfección el proceso creativo”, responde Tim Burton cuando le preguntamos.

40 años de Tim Burton

Tim Burton. El laberinto recorre la filmografía fílmica del cineasta hasta hoy. “El padre que venga a la exposición habrá visto Eduardo Manostijeras y el hijo Alicia en el país de las maravillas. Para nosotros era clave que diseñar una exposición que pudiesen disfrutar todos los públicos”, explica Felype de Lima.

El cineasta es incapaz de elegir en el encuentro con prensa celebrado en Espacio Ibercaja Delicias una película de su carrera. “Es difícil para mí elegir mi película favorita. Son todas parte de mí, las buenas, las malas, las creadas por mí o las adaptaciones como Batman y Alicia... Son como mis hijos. Algunos son más feos que otros, pero siguen siendo mis hijos”, responde.

Tim Burton. El laberinto
Tim Burton. El laberinto
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Sin embargo, en la masterclass celebrada el 28 de septiembre con alumnos de cine e ilustración y moderada por Álex de la Iglesia, después de contestar por enésima vez a si trabajará otra vez con Johnny Deop ("en algún momento, ahora no porque se ha convertido en una estrella del rock", contestó elegantemente) el californiano le dedicó unas emotivas palabras a Ed Wood. "Es de mis películas favoritas. Me identifico mucho con el personaje menos por el travestismo. Creo que todos los directores pensamos cuando rodamos que estamos haciendo la mejor película aunque sea la peor”.

Muy dicharachero y con un envidiable sentido del humor, Burton recordó cómo empezó a dibujar como una forma de terapia cuando era niño y cuál fue el origen de algunos de sus personajes más emblemáticos: “Eduardo Manostijeras es un personaje que yo creé basado en cómo me sentía de adolescente. Cuando veía películas como Frankenstein o El monstruo de la laguna negra conectaba con sus protagonistas por alguna razón”. 

Además, confesó, esa melancolía de la infancia no le ha abandonado nunca: “Cuando yo crecí los perdedores no dominaban la conversación cultural. Era algo que se sufría. Una vez que te has sentido de una manera te sientes así toda la vida. Las cosas que sientes se quedan contigo. Incluso cuando empecé a tener éxito seguía sintiéndome melancólico y solo. Todo eso se quedó, quisiese o no”.

Tim Burton. El laberinto
Tim Burton. El laberinto
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El director, que tiene pendiente de estreno en Netflix Miércoles, su primera serie, dedicó algún comentario al aluvión de películas de superhéroes, un género en el que fue un auténtico pionero con sus adaptaciones de Batman. Y se rio al recordar cómo los estudios criticaban estas versiones por ser demasiado oscuras. 

“Ahora parece que solo se hacen películas oscuras y que las mías son comedias románticas muy luminosas”, dijo al ser preguntado por los Batman de Christopher Nolan. Y nos hizo pensar cómo hubiese sido aquella mítica adaptación de Superman que Burton planeaba con Nicolas Cage como protagonista. “También me planteé en un momento dado hacer Los crímenes del museo de cera en versión musical con Michael Jackson pero los estudios no quisieron”, se rio el cineasta.

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Andrea G. Bermejo
Redactora jefa 'Cinemania'

Puedes leerme en CINEMANÍA. Puedes verme en Historia de nuestro cine, el programa de cine español de La 2 en el que colaboro. Y puedes oírme en el podcast 'Mi vida en películas'. Estudié Periodismo y Humanidades en la universidad San Pablo-CEU y tengo un Máster en Literatura inglesa y norteamericana en la Universidad Complutense. He dirigido el documental 'El hombre que diseñó España' y estoy escribiendo un libro sobre la cineasta Cecilia Bartolomé.

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