Todas las veces que Tom Cruise nos hizo temer por su vida: las escenas más arriesgadas de la estrella de Hollywood

El protagonista de 'Misión imposible' acaba de cumplir 62 años y por medio de su saga más popular, disponible por completo en Movistar Plus+, nos ha regalado varios momentos que cortan la respiración. 
Tom Cruise, en una imagen promocional de 'Protocolo fantasma'
Tom Cruise, en una imagen promocional de 'Protocolo fantasma'
Cinemanía
Tom Cruise, en una imagen promocional de 'Protocolo fantasma'

Aunque nunca ha protagonizado una película de terror, hay un hombre al que Tom Cruise lleva décadas haciendo pasar mucho miedo, su agente de seguros. Tom Cruise cumple hoy 62 años, edad con la que, en los Estados Unidos, tendría derecho a jubilarse. Sin embargo, el tiempo no pasa por Cruise de la misma forma que por los demás mortales, y su filmografía es buena prueba de ello. 

Desde que debutara en 1981, Tom Cruise ha acrecentado, con cada título, su reputación. En la actualidad, cabe considerarlo la única estrella viva de Hollywood. Para hallar casos comparables, hay que remontarse a intérpretes como John Wayne y Montgomery Clift. 

Con sólo aparecer en pantalla, Tom Cruise es capaz de atestar las salas de cine para ver la secuela de una película no demasiado considerada de 1986. Ese es un poder que nadie en la industria tiene hoy, y Tom Cruise está dispuesto a jugarse la piel para conservarlo. He aquí una demostración.

Escala libre en ‘Misión Imposible 2’

Cuando se aproximan a los 40 años, los hombres suelen afrontar una crisis cuyas consecuencias, en función de la gravedad, se reparten entre un tatuaje y un descapotable. Tom Cruise decidió que era el momento de empezar a jugarse la vida.

Hasta entonces, su filmografía no le había deparado grandes riesgos, aunque sí había demostrado su agilidad en Rebeldes, su tercer largometraje, al dar una vuelta de campana. Más tarde, en La tapadera, interrumpe la solemnidad del metraje haciendo monerías circenses en una simpática pero inexplicable secuencia. Aunque pasemos ya a Misión Imposible 2. 

Vapuleada hasta la extenuación, Misión Imposible hizo que el sello autorial de la saga se extinguiese. Nadie quería que un segundo John Woo pusiera en peligro la continuidad del becerro dorado de la industria. 

Esto nos privó de secuencias como la iniciales, en la que, al ritmo de Iko Iko, Tom Cruise escala sin cuerdas (free solo) una pared casi vertical. Aunque, para rodar, usó cables que luego se retiraron, John Woo contó que estaba aterrorizado porque, cada vez que se filmaba la secuencia, Tom Cruise pedía repetirla por si no había quedado bien.

Volando por Shanghái en ‘Misión Imposible 3’

En Superhero Movie, Miles Fisher hace una divertida imitación de Tom Cruise en la que, tras perder el hilo durante una entrevista, acaba alegando que sabe volar. El siguiente plano es la portada de un periódico, en la que se informa de que Tom Cruise ha muerto al lanzarse desde un rascacielos, con el titular No sabía volar. Pues bien: esto es falso porque Tom Cruise sí sabe. 

En Misión Imposible 3, Tom Cruise sobrevuela Shanghái para rescatar a su esposa. La escena se rodó en un hangar con cromas verdes, pero el momento no estuvo exento de riesgo, ya que una grúa mantenía suspendido a Cruise a 20 metros sobre el suelo. Para el aterrizaje, Cruise baja a toda velocidad hasta quedar a medio metro del suelo. Un fallo de cálculo, y la saga habría acabado en la tercera entrega. 

El edificio más alto del mundo en ‘Protocolo fantasma’

Posiblemente, esta sea la Capilla Sixtina de Tom Cruise. En la cuarta película de Misión Imposible, Ethan Hunt trepa por el Burj Khalifa, de 828 metros de altura. Y Tom Cruise hizo lo propio. En este caso, no hay estudio ni pantallas verdes. Eso sí, Bird se aseguró de que Cruise llevaba un arnés para rodar sus secuencias. 

No obstante, al acabar, Cruise le dijo que, ahora, iba a escalar hasta la cima sin sujeciones de ningún tipo para tomarse una fotografía que promocionase la película. No sabemos a cuántos miles de espectadores atrajo esta imagen, pero sí que a varios les cortaría el aliento.

Todos a bordo en ‘Nación secreta’

Protocolo fantasma establece una tradición en la saga: a partir de ahora, el corazón de cada una de las entregas será Cruise coqueteando con la muerte de la forma más espectacular posible. En su continuación, Nación secreta, el actor se aferra al fuselaje de un avión durante el despegue. 

En las imágenes que muestran cómo se rodó esta escena, se pretendió atenuar el impacto al revelar que unas cuerdas que mantenían a Cruise pegado al avión. Todo lo demás era real, y Cruise, como ya hizo en Misión Imposible 2, quiso filmar hasta seis veces esta secuencia para que quedase perfecta. 

Como segundo plato, Tom Cruise propone en Nación secreta una inmersión en la que se mantuvo bajo el agua durante más de seis minutos. Para rodarla, Cruise estuvo preparándose durante semanas hasta que consiguió disminuir su ritmo cardíaco como un buzo profesional. 

Hora de aterrizar en ‘La momia’

Puede que esté entre las peores películas de Tom Cruise, pero ni siquiera eso empaña esta secuencia, en la que Cruise sobrevive a un accidente aéreo. A cualquier otro actor, se lo habría sentado en una silla y los efectos digitales habrían hecho el resto. Cruise, en cambio, tenía una idea: filmar la secuencia en un avión empleado por la NASA para entrenar a acostumbrar a los astronautas a la gravedad cero. 

Un tobillo roto en ‘Fallout’

Al prescindir, con habitualidad, de dobles, Tom Cruise ha visitado la enfermería tras sus rodajes en más de una ocasión. En Misión Imposible 3, por ejemplo, se partió varias costillas. Quizá Fallout muestre su momento más crítico: durante una carrera por los tejados de Londres, Cruise salta de un edificio a otro. El suyo no podía ser un salto limpio, sino que debía resbalarse y quedarse asido al tejado para, luego, impulsarse hacia arriba. 

En esta operación, Cruise se partió el tobillo y, en lugar de cortar la secuencia, la remató corriendo hasta sobrepasar la cámara. Con atención, puede verse no sólo como su tobillo se dobla al chocar contra el borde del tejado, sino al propio Cruise cojeando para, en un alarde de profesionalidad, cerrar la secuencia. 

A toda velocidad en ‘Top Gun: Maverick’

Tom Cruise sabe pilotar un avión de combate. Desde que rodase Top Gun, Cruise ha pasado muchas horas a los mandos de avionetas, cazas y helicópteros. Sin embargo, la escena más arriesgada de Top Gun: Maverick lo tuvo como copiloto, aunque se ruede como si fuese él quien dirige el avión. Hablamos de la prueba en la que Maverick demuestra que la misión que van a acometer es teóricamente posible.

En Empire, Kosinski, director de la película, contó que fue el momento más angustiado que ha pasado en un set de rodaje. El caza estaba pilotado por un veterano de la Marina y Cruise iba en la parte trasera. 

En cuestión de segundos, el aparato se puso a más de mil kilómetros por hora y a girar sobre sí mismo sobre un auténtico campo de entrenamiento de las fuerzas aéreas. Al bajar, el piloto le preguntó a Kosinski si la escena había salido como quería, porque no estaba dispuesto a repetirla. Cruise, en cambio, le dijo que se lo había pasado tan bien que le gustaría hacerla mil veces más.

Sobredosis de vértigo en ‘Sentencia mortal’

Promocionada como La secuencia de acción más espectacular jamás rodada, contra todo pronóstico, supo estar a la altura de las expectativas. Cruise se precipita con una motocicleta al vacío, cae en picado y, cuando llega el momento, activa el paracaídas para aterrizar en el interior de un tren en marcha. Salvo su entrada en el tren, todo lo demás lo hizo Cruise a la par que Ethan Hunt, y no sólo una vez, sino seis. Vivió para contarlo. 

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