Descubre a Tom DiCillo: el cineasta indie que dio a Brad Pitt su primer protagonista

Cuando se cumplen treinta años de 'Johnny Suede', su primer film, aprovechamos para reivindicar la breve obra de uno de mejores exponentes del cine independiente americano de los 90
Tom DiCillo junto a Brad Pitt en el rodaje de 'Johnny Suede'
Tom DiCillo junto a Brad Pitt en el rodaje de 'Johnny Suede'
Cinemanía
Tom DiCillo junto a Brad Pitt en el rodaje de 'Johnny Suede'

Hace treinta años, un desconocido Brad Pitt lograba hacerse con su primer papel protagonista en Johnny Suede (1991). El film, una comedia indie rebosante de tristeza y absurdismo, suponía también la primera incursión del cineasta Tom DiCillo en las labores de la dirección cinematográfica.

A los 38 años, y tras haber ejercido como director de fotografía en las primeras películas de Jim Jarmusch –de quien había sido compañero de clase en la NYU Graduate Film School–, DiCillo abordaba en aquel, su primer largometraje, la historia de un pobre perdedor obsesionado con convertirse en el nuevo Ricky Nelson, su artista de referencia. Sin un dólar en el bolsillo y con escasas posibilidades de alcanzar el éxito, el personaje de Pitt vivía en su propia nube, incapaz de madurar a causa de su infantil obstinación con “ser alguien”.

Desde entonces, Dicillo ha filmado otras cinco películas de ficción, además del documental When You Are Strange, en el que arrojaba luz sobre la carrera de la mítica banda The Doors. Escasamente reconocido más allá de la que fue su segunda película, Vivir rodando –convertida a día de hoy, con razón, en un film de culto–, en Cinemanía reivindicamos la poética de un cineasta cuyo filmografía hace verdadera justicia al término indie.

Brad Pitt en 'Johnny Suede'
Brad Pitt en 'Johnny Suede'
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Vivir rodando (Living in oblivion, 1995)

Tras el relativo éxito de su primera película, Johnny Suede (1991), con la que DiCillo había logrado alzarse con el máximo galardón en el Festival de Toronto, el cineasta abordaba en Vivir rodando, su segundo largo, el extenuante y doloroso viaje que supone la filmación de una película; un “descenso a los infiernos” todavía más arduo en caso de tratarse de un film de bajo presupuesto.

Con un fantástico Steve Buscemi a la cabeza en el papel de un frustrado cineasta incapaz de “hacer realidad su sueño” –de nuevo aquí el interés de DiCillo por la figura del artista fracasado y naíf–, Vivir rodando resultó ser un éxito de crítica, ganando en Sundance el premio al Mejor Guion y logrando tres nominaciones a los Independet Spirit Awards.

Una película de bajo presupuesto acerca de cómo filmar una película de bajo presupuesto: sin duda, una de las sátiras más negras y lúcidas sobre el oficio del séptimo arte que ha dado el cine norteamericano en las últimas décadas. El propio DiCillo lo reconocía en una entrevista, al ser preguntado acerca de cuál había sido el origen de su inspiración para Vivir rodando: “Hacer una película es una de las más tediosas, aburridas y dolorosas experiencias… y eso solo cuando sale bien”.

Fotograma de 'Vivir rodando'
Fotograma de 'Vivir rodando'
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Caja de luz de luna (Box of Moonlight, 1996)

En su tercera película, DiCillo echaba mano de John Turturro y Sam Rockwell para ponerse nostálgico. El film, que avanza de manera cada vez más sorprendente e inesperada a lo largo de su metraje, aborda la historia de dos individuos que se hallan en las antípodas a la hora de concebir la vida, y entre quienes, a priori, parecería imposible imaginar una relación de camaradería.

Aun siendo la película más dramática de toda su filmografía –aunque, quizá, también la más luminosa en su discurso–, DiCillo sigue en Caja de luz de luna dejando espacio para la comedia, que rezuma gracias a las excelentes interpretaciones de sus dos protagonistas, proyectando así un halo de ternura sobre esta historia donde, de nuevo, DiCillo defiende que no pasa nada por ser un fracasado: aquellos que alcanzan el supuesto “éxito” probablemente sean mucho más infelices que tú.

Una rubia auténtica (The Real Blonde, 1997)

En su cuarta obra, DiCillo retomó el que había sido el eje temático de su ópera prima. Si bien en esta ocasión, a diferencia de lo que sucedía en Johnny Suede, el cineasta articula un relato coral de historias cruzadas, el personaje principal bien podría ser el mismo sujeto que Brad Pitt interpretaba en aquella: un actor de 35 años (Matthew Modine, en este caso) que vive sumido en el fracaso y que parece destinado al rechazo constante de todos los directores de casting ante los que desfila, pese a su obstinación a la hora de continuar persiguiendo su sueño.

Fotograma de 'Una rubia auténtica'
Fotograma de 'Una rubia auténtica'
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En esta ocasión, son las triquiñuelas propias del oscuro mundo de la farándula las que hacen las veces de diana, construyendo DiCillo un relato cargado de mala leche y salpicado de hilarante acidez. En el año de su estreno, Una rubia auténtica fue tildada por la crítica como una de las comedias más inteligentes de 1997. Desgraciadamente, el público no le prestó demasiada atención: pasó por las salas de cine sin pena ni gloria.

Doble contratiempo (Double Whammy, 2001)

Con su primera (y, hasta el momento, única) incursión en el neo-noir, DiCillo narraba en 2001 la historia de Ray Pluto, un detective neoyorkino anclado en la tristeza debido a la muerte de su mujer y su hija, que no fue capaz de evitar.

Con un aroma tarantiniano demasiado evidente –y no demasiado efectivo–, DiCillo daba luz en Doble contratiempo a su película menos acertada. Recuperando la estructura de historias cruzadas de la que se había servido en su anterior film, y contando de nuevo con Buscemi en uno de los papeles principales, el cineasta jugaba a la fusión de géneros desde la perspectiva irónica que ya venía caracterizando su cine, aunque, en esta ocasión, el conjunto no alcanzaba en ningún momento la brillantez de sus anteriores propuestas. Todos tenemos derecho a patinar alguna vez.

Delirious (2006)

Con su sexta y hasta el momento última película de ficción –en 2009 estrenaría su documental sobre The Doors, que no reseñaremos aquí–, DiCillo lograba la que, seguramente, sea su obra más pulida tras el clásico Vivir rodando. En el momento de su estreno en el Festival de Cine de San Sebastián, Deliorious se alzó con dos de los galardones principales: la Concha de Plata al Mejor Director y el Premio del Jurado al Mejor Guion.

Fotograma de 'Delirious'
Fotograma de 'Delirious'
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Protagonizada por Michael Pitt y Steve Buscemi –convertido ya en actor fetiche de DiCillo–, Delirious narra la historia de un joven sintecho aspirante a actor que traba amistad con un paparazzi sin escrúpulos. De nuevo, los grandes temas de DiCillo se sitúan en el centro: las aspiraciones frustradas, los sueños imposibles y la muy contagiosa toxicidad del mundo farandulero. En este caso, todo ello sazonado con geniales dosis de humor negro que convierten a Delirious en una comedia sardónica enormemente inspirada.

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