De la perspectiva frontal de Stanley Kubrick a los planos centrados de Wes Anderson. Dos de los directores más particulares y reconocibles de la historia del cine estadounidense tenían que acabar encontrándose. Aunque sus universos temáticos no parezcan muy cercanos, ambos tienen dos de las mejores películas de sus respectivas carreras ambientadas en hoteles de montaña con indudable personalidad: El resplandor (1980) y El gran hotel Budapest (2014). Hasta tal punto, que con el tratamiento adecuado propiciado por Steve Ramsden ambas pueden converger en un mismo filme con varios puntos en común, así como rimas y diálogos entre planos.
El gran hotel Overlook es la historia del conserje M. Gustave (Ralph Fiennes) durante la época de Entreguerras en la nación centroeuropea de Zubrowka, a donde décadas después llegará Jack Torrance (Jack Nicholson) con su familia para cuidar la propiedad durante el invierno y sufrirá las consecuencias sobrenaturales de la atroz memoria histórica encerrada entre las paredes del hotel.
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