No es de extrañar que, en una película protagonizada por Allen Ginsberg, nadie se fijase en él. Vincent D’Onofrio, que acaba de cumplir 65 años, tenía por entonces 24, y este era su segundo largometraje. El título, It don’t pay to be an honest citizen (No vale la pena ser un ciudadano honrado), no está disponible en España y prácticamente en ninguna parte. Todo cuanto queda de él es un tráiler borroso.
En los 40 segundos en que se presenta esta parodia de los detectives de Hawk y Hammet, se alcanza a distinguir a un joven delgado y de pelo frondoso. Junto a las reconocibles y envejecidas figuras de Ginsberg y William S. Burroughs, tótems de la Generación Beat, la de este chico es, sin duda, la del héroe. Apenas tres años después, Vincent D’Onofrio dejaría a mano derecha la que podría haber sido una carrera como galán y engordó más de 30 kilos. Nunca se recuperó.
‘La chaqueta metálica’
A diferencia de Matthew Modine, que comenzó su carrera con Robert Altman y, para cuando se puso La chaqueta metálica, ya había rodado Birdy, Vincent D’Onofrio no era nadie en Hollywood. Por eso, no puso ninguna resistencia cuando Stanley Kubrick le indicó que debía ganar “algo” de peso. El problema es que esa cantidad superaría los 31 kilos y sería, durante décadas, el récord absoluto en la industria.
En un artículo para el Chicago Tribune, publicado en el año en que se estrenó La chaqueta metálica, Vincent D’Onofrio da su versión de los hechos. D’Onofrio pasó, en cuestión de meses, de ser un chico espigado de metro noventa a una amenaza pública. En la entrevista, contaba que las mujeres salían corriendo si las miraba porque creían que iba a atacarlas, y que los hombres se dirigían a él como si tuviese una discapacidad mental.
Aunque el periodista escribe que D’Onofrio, tras el rodaje, ha recuperado su peso habitual gracias a correr 10 kilómetros al día, lo cierto es que el Vincent D’Onofrio de la primera época nunca volvió. Todos los actores que han afrontado cambios físicos de esta entidad, como Matthew McConaughey o Robert de Niro, acaban resintiéndose.
La siguiente película de D’Onofrio fue Mystic Pizza (recordada por suponer el primer papel protagónico de Julia Roberts) y, en ella, interpreta al novio de la actriz Lili Taylor. Aunque D’Onofrio está mucho más delgado que en La chaqueta metálica, su silueta se ha ensanchado, producto del brusco adelgazamiento.
Un par de años después, D’Onofrio volvía a coincidir con Julia Roberts en Elegir un amor (Dying young) y en ella ya podía apreciarse que la transformación para La chaqueta metálica había dejado marca. En Ed Wood, de Tim Burton, rodada siete años después de La chaqueta metálica, D’Onofrio da vida a Orson Welles, lo que ya insinúa su estado físico. Así que puede que D’Onofrio nunca volviese a estar delgado como a los veinte años pero, ¿quién no querría tener su carrera?
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