'The Acolyte' 1x05: el mejor episodio de la serie de 'Star Wars' llega demasiado tarde para cambiar algo

El quinto capítulo, dirigido por el argentino Alex García López, no deja respiro durante una pelea épica que desborda la secuencia de acción. Sin embargo, ¿está a tiempo de cambiar el rumbo de la serie? 
Lee Jung-jae en 'The Acolyte'
Lee Jung-jae en 'The Acolyte'
Cinemanía
Lee Jung-jae en 'The Acolyte'

[Este artículo contiene SPOILERS de 'THE ACOLYTE' 1x05]

A pesar de las grandes esperanzas puestas en The Acolyte, la serie de Star Wars creada por Leslye Headland alejándose de la sobada saga de los Skywalker, los primeros episodios no han dado muchos motivos para el entusiasmo ni para no considerarla uno de los peores títulos de la dimensión televisiva de la Galaxia Muy, Muy Lejana.

El recibimiento quizás habría sido diferente si los episodios anteriores hubieran demostrado el mismo brío que el quinto, titulado Noche y que sirve como cierre de un díptico dirigido por el argentino Alex García López (experimentado realizador de series como Utopía, Daredevil o Cowboy Bebop). En esencia, se trata de una larga secuencia de pelea de casi 35 minutos de duración donde la exposición argumental queda en segundo plano frente a la acción.

Lucha a muerte entre Jedi

El quinto episodio de The Acolyte comienza resolviendo el cliffhanger de la semana anterior, con la aparición del misterioso Sith de rostro cubierto que había ejercido como maestro de Mae (Amandla Stenberg) en las artes del Lado Oscuro. Tras liquidar a un puñado de Jedi y dejar malherido a Yord (Charlie Barnett), el villano se enfrenta en solitario contra Sol (Lee Jung-jae) mientras el resto de supervivientes de la comitiva escapan para ponerse a salvo.

El Sith de 'The Acolyte'
El Sith de 'The Acolyte'
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Durante la pelea, Sol recrimina al Sith que oculte su rostro bajo un casco, a lo que él responde que lo hace para proteger sus pensamientos del control Jedi. La lucha se desarrolla a través del bosque, hasta que el Sith se topa con Jecki (Dafne Keen), que ha esposado a Mae y le ha quitado el sable láser de Kelnacca (el Jedi wookiee) que la fugitiva había robado.

La joven padawan consigue mantener a raya al poderoso villano empleando dos sables láser a la vez, hasta que este la derrota y sale a la caza de su díscola pupila. Este constante juego del gato y el ratón se desarrolla durante la mayor parte del metraje del episodio, contrastando con la acción narcótica que había caracterizado a The Acolyte hasta ahora y demostrando que la serialización de la historia la ha hecho más irregular.

Cuando el Sith acorrala a Mae y está a punto de llevar letalmente lejos su correctivo de maestro, vuelve a ser asaltado por Sol y Jecki. Es una pena la escasa conexión emocional que puede tener cualquier espectador con estos personajes, puesto que en otra situación sus reapariciones sin dejar respiro a la pelea habrían podido resultar emocionantes. Igual que la muerte de Jecki a manos del Sith, que acaba matándola después de que la padawan rompa su casco.

¿Quién es el Sith malvado?

Así se resuelve la incógnita de la identidad del principal villano de la serie: se trata de Qimir, el personaje interpretado por Manny Jacinto (The Good Place) que, a pesar de acompañar y ayudar a Mae en sus peripecias, era quien le mandaba a las misiones cuando se tapaba la cara y distorsionaba su voz. 

Qimir y Mae en 'The Acolyte'
Qimir y Mae en 'The Acolyte'
Cinemanía

Un pretendido giro sorpresa donde la coherencia en el comportamiento pasado de los personajes es lo de menos, y con el que The Acolyte mantiene su esencia telenovelesca. El problema de la serie nunca ha sido el recurso fácil a los trucos de guion (las protagonistas son dos hermanas gemelas antagonistas, al fin y al cabo), sino la falta de solidez visual y soltura narrativa para presentarlos.

Jacinto hace un trabajo notable tras quitarse la careta y consigue que su villano insufle temor con la maldad que transmite, dejando claro que está dispuesto a todo con tal de no dejar testigos sobre su existencia. Cuando ejecuta a Yord, lo hace rompiéndole el cuello de manera muy poco noble. También demuestra ser implacable y muy duro de roer, recordando a Sol que al menos él ha sido capaz de aceptar su oscuridad. "¿Qué has hecho tú con la tuya?", le pregunta.

Finalmente, Osha (Amandla Stenberg) es quien consigue neutralizar realmente a Qimir, aunque debe sacrificar a su droide Pip en el proceso. Activa su linterna y lo pega a la espalda del villano; inmediatamente, la luz atrae a las criaturas apolilladas que viven en el bosque, que se lo llevan volando mientras intenta zafarse de ellas.

¿Cómo quedan las cosas para los últimos tres episodios que le quedan a la serie? Mae y Osha vuelven a discutir y la primera termina dejando a su hermana inconsciente. Así aprovecha para realizar el socorrido intercambio de gemelas: se cambia la ropa con ella y se hace pasar por Osha al volver junto a Sol. A su vez, cuando Qimir se libra de los insectos gigantes encuentra a la auténtica Osha inconsciente pero piensa que es Mae. 

¿Cuándo se darán cuenta estos poderosos Jedi y Sith, tan clarividentes ellos, de que sus aprendices les han hecho la típica jugada de Tú a Londres y yo a California?

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Coordinador web 'Cinemanía'

Crítico de cine que ve demasiadas series, licenciado en Periodismo y posgraduado en Semiótica en la Universidad Complutense de Madrid; cayó en una marmita de Nouvelle Vague cuando era pequeño y lleva mucho tiempo acostándose tarde en festivales de cine.

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