A estas alturas, mencionar a Indiana Jones y Harrison Ford debería ser uno y lo mismo. Desde 1981, cuando En busca del arca perdida tomó por asalto los cines del mundo, el actor de Chicago nos ha convencido de que un buen arqueólogo va por ahí con látigo y sombrero saqueando tumbas.
Sin embargo, por raro que parezca, Harrison Ford no es el actor vivo que más veces ha interpretado a Indiana Jones. O, al menos, no el que lleva más horas de rodaje a cuestas cargado con los atavíos del personaje. Ese honor le corresponde a Sean Patrick Flanery, un nombre que tal vez te suene porque interpretó a Gunpowder en la tercera temporada de The Boys. También ha participado en series como C.S.I., Mentes criminales... o la serie Las aventuras del joven Indiana Jones.
Estrenado en 1992, este show que llegó a la TV con el marchamo de ABC fue una ambiciosa apuesta de George Lucas para conquistar la pequeña pantalla. Avalada por el prestigio de las películas, la serie partió con el objetivo de narrar la infancia y adolescencia de nuestro arqueólogo favorito a lo largo de 70 episodios, planificados minuciosamente por Lucas.
La primera intención de los productores fue contar con River Phoenix para interpretar a la versión juvenil de 'Indy', un papel del que ya se había ocupado en Indiana Jones y la última cruzada. Sin embargo, el malogrado hermano de Joaquin Phoenix no quería atar su agenda a una serie de televisión, y menos aún si esta venía asociada a un larguísimo calendario de rodaje con fechas en América, Europa, África y Asia.
De esta manera, fue necesario recurrir al casting de rigor. Un casting al que Flanery, cuyo currículum abarcaba solo trabajos publicitarios y algunas producciones de Disney Channel, se presentó sin ninguna esperanza. "Era Indiana Jones, era George Lucas y era Amblin [la productora de Steven Spielberg], así que pensé que no conseguiría el papel ni de coña", explica ahora en IndieWire.
Para su sorpresa, sin embargo, Sean Patrick Flanery fue escogido como el Indiana Jones televisivo. Un papel que compartiría con Corey Carrier, que interpretaba al héroe durante sus años infantiles, y con George Hall, rostro de aquel 'Indy' anciano que aparecía en el prólogo y el epílogo de cada episodio.
En total, Flanery interpretó al doctor Jones en 22 episodios de la serie, más tres telefilmes. Algo que, tras la muerte de George Hall en 2002, le convierte en el rostro del personaje con más títulos a su nombre.
¿Por qué fracasó la serie?
Para la época, el coste de Las aventuras del joven Indiana Jones era desorbitado: hablamos de un presupuesto de 1,5 millones de dólares por episodio, con numerosas estrellas invitadas (Christopher Lee, Vanessa Redgrave y Max von Sydow, entre otras) a las que hay que sumar aquellos intérpretes secundarios que ya apuntaban alto, como Daniel Craig, Catherine Zeta-Jones o Jeffrey Wright.
Para justificar este gasto y allanarse mercados, los productores del show vendieron este como un producto educativo. Algo que no les hizo ningún favor, porque los errores cometidos por el show a la hora de abordar figuras históricas como Pablo Picasso, Charles De Gaulle o Mata Hari (con quien, faltaría más, 'Indy' tuvo un romance) eran, si no flagrantes, sí bastante llamativos.
De esta manera, las audiencias de Las aventuras del joven Indiana Jones estuvieron muy por debajo de lo esperado. Ni siquiera el cameo de Harrison Ford en la segunda temporada logró reavivar el interés por el show, ni tampoco el hecho de que este ganara un total de diez premios Emmy entre 1992 y 1993 (todos en categorías técnicas, eso sí).
Así las cosas, ABC no solo canceló el show tras dos etapas (echando por tierra muchas de las líneas argumentales esbozadas por George Lucas), sino que también dejó sin emitir los cuatro últimos episodios de la segunda temporada. El testamento final del show fueron los telefilmes (Hollywood Follies, Travels with Father, Attack of the Hawkmen y El tesoro del ojo del pavo real) emitidos por Family Channel en 1994 y 1995.
En cuanto a la carrera de Sean Patrick Flannery, no llegó a despegar tras esta experiencia. Su título más destacado en los años posteriores fue Los elegidos, una comedia negra de raíces 'tarantinianas' estrenada en 1999.
El actor tiene una posible explicación para que la serie no llegase a despegar: "Nunca sabías lo que te ibas a encontrar de una semana a otra. Un día veías un relato sombrío y terrorífico y la semana siguiente una comedia de tropezones", explica. Sin embargo, guarda un buen recuerdo de la producción: "Llevar a cabo tantos estilos distintos de hacer cine fue una experiencia maravillosa. Estoy orgullosísimo de esa serie".
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