Así es 'Feria: La luz más oscura', el primer thriller fantástico de Netflix España

Netflix España quería algo “especial” y Carlos Montero (Élite, El desorden que dejas), su creador fetiche, propuso a Agustín Martínez (Sin tetas no hay paraíso, La caza. Monteperdido) que pensara en un proyecto “que no hayas podido hacer por imposible, por carísimo o por ambicioso”. Así nació Feria: La luz más oscura, un thriller fantástico con elementos de terror que llega hoy a la plataforma para trasladarnos a un pueblo andaluz en los 90.

Allí, la vida de dos hermanas adolescentes (Ana Tomeno y Carla Campra) cambia repentinamente después de que sus padres, acusados de asesinar a 23 personas en un ritual, desaparezcan. Las referencias para la que promete ser la apuesta más diferente del gigante del streaming en nuestro país son muchas y muy variadas. “Agustín siempre menciona a Guillermo del Toro”, arranca Montero al otro lado del teléfono, y Martínez no tarda en sumar a Mike Flanagan y su La maldición de Hill House, Cronenberg, la serie Territorio Lovecraft o Philip K. Dick a la lista.

Sin embargo, ambos insisten en que lo fantástico sirve como metáfora de la verdadera historia que querían contar: el viaje hacia la madurez de dos hermanas. “Es su paso a la edad adulta, cuando se dan cuenta de que no conocen a sus padres y descubren un mundo que no sabían que existía”, explica Martínez: “Nos pasa a todos: de repente, tus padres se vuelven humanos y el mundo de luz también tiene sombras”. 

Cinemanía | SOPHIE KOEHLER/NETFLIX

Además, ambas protagonistas reaccionan de forma totalmente opuesta a la posible vinculación de sus padres en un ritual mortal, señala Montero: "Son muy antagónicas a la hora de enfrentarse a ese hecho: una rápidamente va a ser capaz de creer en lo imposible, de creer en la fantasía, mientras la otra está muy apegada a la razón". 

En cuanto al escenario, optaron por la Andalucía de los 90 por “el auge de las sectas en esa época de crisis social”, apunta Montero. “Con el fin del milenio, surgieron teorías apocalípticas y las sectas calaron en la sociedad”, recuerda su compañero, y añade que el misticismo que impregna la serie encaja con “el espíritu andaluz, la religión, las procesiones... Y si ha habido una secta en España ha sido El Palmar de Troya”.

Otro aspecto que los atraía de situar la trama en los años 90 pasaba por la falta de avances tecnológicos como internet o los móviles que abarrotan ahora nuestras vidas. En palabras de Martínez, "hoy en día todo está al alcance de tu mano, pero en los 80 era mucho más difícil llegar a saber sobre las sectas. Nos pareció que era más creíble desarrollar ahí nuestro mundo fantástico, de misterio, porque la comunicación funciona de una manera completamente distinta".

Tiempo del fantástico

¿Podría Feria haberse hecho antes del auge de las plataformas, en un canal convencional de nuestro país? “No”, responden los creadores al unísono. “Cuando hacíamos Al salir de clase, aunque pensáramos en relatos así, ni se nos ocurría presentárselos a la cadena”, reconoce Martínez. 

Ambos insisten en lo difícil que ha sido explorar este género en España. "En EE UU, el fantástico ha tenido mejor entrada porque la generación de nuestros padres ya lo estaba consumiendo, ya estaba viendo Star Trek en los 60, pero aquí no. Es nuestra generación la que ha empezado a mamar más de eso", asegura Martínez.

Carlos Montero señala un aspecto que explica el cambio actual de paradigma: “Ahora los creadores somos los dueños de la historia hasta el final y nos permiten probar otras ideas, otros géneros, como en Feria”. En esa dirección, Agustín zanja: “Siempre vemos el fantástico como algo de nicho, y no lo es. Tienes La forma del agua o Stranger Things. Hay que quitarse el complejo de: ‘Esto es solo para gente rara a la que le van los monstruitos”.

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